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MURGUINSON escribió:Humberto escribió:...los que pisotean el estado de derecho que representaba ese compañero caído en el suelo herido a pedradas, inerme, a merced de la turba, al que sus compañeros de dotación en gesto que les honra, no abandonaron como sí hicieron sus mandos.
Nunca supe descifrar que significaba exactamente aquella frase que dice:
"A última hora, siempre ha sido un pelotón de soldados el que ha salvado a la civilización" Desde ese sábado 22 de Marzo, lo tengo claro. Gracias PUMA-70.
La frase, si mal no recuerdo, la utilizaba un político de la II República en sus discursos que acabaría fusilado durante la guerra incivil, no hace falta decir quién, al que la historia reciente ha maltratado, como a otros, y la anterior caricaturizó elevándolo a protomártir, que a su vez la había tomado de un filósofo alemán que hablaba de la decadencia de Occidente, en los años treinta, cuando empezaron los totalitarismos, y recordaba que si la libertad en la antigüedad se había salvado había sido gracias, por un lado, a la batalla de Salamina, ganada en minoría por la escuadra griega contra todo pronóstico, con unos políticos renuentes a pelear, y, por otro, el decidido sacrificio de los espartanos en el paso de las Termópilas (recientemente traído al cine) que, a los años, haría replantearse todo a las ciudades estado, que se unieran en alianza contra el invasor y hasta tomar la iniciativa de la ofensiva y terminar venciendo a los Persas (II guerra médica). A veces, un simple gesto valiente ante tanta ignominia es lo queda en la retina de la gente de lo que pasó en un día y lo que se fijará en la historia.
Cuando los de Tejero entraron y ordenaron ¡al suelo!, todos los diputados, jóvenes en su mayoría, olvidándose de lo que representaban y el motivo por el que estaban allí, obedecieron y se agacharon. Sólo Gutierrez Mellado les hizo frente y no doblegó pese a la chapucera zancadilla con la que intentaron tirarlo, Suárez hizo otro tanto, y se quedó sentado, y Carrillo. Bueno, a este último dicen los malos que lo que le pasó fue le dio una parálisis del para-cuello para abajo. Es broma. La soberanía popular representada por sus señorías en ese momento estaba por los suelos, sumisa, callada, abochornada. Y si ese día se salvó la democracia en este país creo humildemente que fue por el ejemplo de esos tres, por su gesto ejemplarizante, porque lo que es en la calle... Nadie decía ni pío. Y en provincias muchos concejajes y alcaldes tomaban trenes hacia Francia o Portugal o zarpaban en barcos hacia aguas internacionales. Como digo, que el presidente no se postrara de hinojos fue lo que salvó la democracia o propició que, por quien tuviera en sus manos hacerlo, se pronunciara o desvinculara, como el Jefe de la región militar correspondiente a Madrid.
Hemos cometido en estos últimos años el error de nombrar falsos héroes: deportivos, económicos, sociales, de dudosa talla y de dudosas hazañas, creados con una prisa casi banal para su consumo público inmediato. Al día siguiente del 22-M, hubo quienes se manifiestaron ante los juzgados exigiendo la libertad de estos vándalos descerebrados, calificándolos de “secuestrados” y aclamándolos como héroes. Sí, héroes, ¿Cuál fue su sacrificio? ¿Acabar detenidos como delincuentes y por tratar, uno de ellos, de matar a un policía?
Ojalá el sacrificio de los compañeros que, como Leonidas y sus espartanos prefierieron no ceder y aguantar, juntos, unidos, las embestidas de los liberticidas, y soportar la lapidación de que eran objeto ellos que representaban allí el último bastión del estado de derecho, no fuera en balde y sirva para que, al menos, la mayor parte de la sociedad haya tomado nota de lo sucedido, se conciencie y elija con qué heroes quedarse, si con los garantes de la libertad y la ley, representados por el compañero herido e inerme postrado en el suelo de la Castellana, defendido por otro que permaneció impasible, sin importarle su integridad, cual Gutiérrez Mellado, o con los 'capuchas negras' que salen llorando de Plaza de Castilla, jurando venganza, haciéndose las víctimas por el 'calvario' padecido en el 'interrogatorio' efectuado por el juez. Héroes de plexiglás, mentirosos como el camarero del 15-M, tras una foto trucada en su enfoque y en su verdad: los agentes le instaban a que se protegiera de piedras y botellas y se metiera en el local. Únicamente. Pero él, sin una rozadura ni un golpe de ningún miembro de la UIP, aprovechó para hacerse una gira por las televisiones de la agitación política criminalizando a la “policia franquista”. No sabía de lo que hablaba, pues si en verdad lo hubiera sido, franquista, como y donde hubiera acabado desde luego no habría sido en un plató de la tele, habría sido en la “pensión Sol”, de la DGS para después acabar en Carabanchel, previo paso por un TOP .
La policía de hoy, y aquí incluyo al resto de hermanos que vestimos distinta armadura pero con idénticos fines, ésta de ahora, con su defectos, con sus extralimitaciones cuando se producen, es la policía de un Estado Democrático, sometida, más que nadie, repito: MÁS QUE NADIE, a la vigilancia del estado de derecho y de los jueces, sujeta a la Ley, Y ESA ES SU VIRTUD. La que marca la diferencia con los que se les enfrentan. Los que se van de rositas acusados de alterar el orden en vez de perturbar gravemente la paz. Que, en puridad, lo que parece es que, a los hechos recientes me remito, quienes parecen quedar impunes son, por el contrario, los que pisotean y se ciscan en la libertad de reunión del resto y de la seguridad y de la paz. Y hasta de la libertad, pues estos aprendices de terroristas callejeros lo que están pidiendo es la supresión de cualquier vestigio institucional y el advenimiento del totalitarismo más rancio: lo único que puede salir de sus menguadas y heteróclitas confusas cabezas.
Un saludo