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Amplio dispositivo de búsqueda para intentar localizar a David Piella, un agente de los Mossos que reside en la Caña, y de quien su familia no tiene noticias desde el viernes. El agente, de 34 años, salió de su casa con su vehículo-un Seat León de color gris plata, con matrícula 1086-BVT. Al mediodía, había quedado con su esposa para el almuerzo. La mujer, al ver que no conseguía contactar con él, dio la voz de alerta ya que, además, en la vivienda donde viven encontró una nota escrita por Piella que dejó antes de irse. A las cuatro y media de la tarde, se iniciaron los primeros rastreos, centrados, principalmente, en la Garrotxa y el Ripollès, aunque los indicios recogidos también condujeron hasta Santa Coloma de Farners. Aquí, uno de los lugares que se examinó fue el entorno de la antigua rectoría de Castanyet, que se encuentra a unos 5 km de la población. Por otra parte, se pasó un comunicado a todas las policías, en el que se informaba de que se temía que hubiera marchado llevando consigo su arma reglamentaria.
Como punto orientativo de referencia, se buscó el último lugar donde el policía tuvo el sistema 3G de su teléfono móvil conectado y se comprobó que las coordenadas correspondían a una zona comprendida entre Lladó y Beuda, cerca de la Virgen del Monte y de la carretera GIP-5237.
Uno de los múltiples términos municipales que el día 26 también se peinó fue Ripoll, de donde es originario Piella. El agente trabajaba en la comisaría de Olot, donde formaba parte del escamot del cabo Xavier Perea, que el 10 de marzo del 2012 disparó un tiro que acabó con la vida de un vecino de la ciudad, Antonio Tirado, mientras le estaban reduciendo. Ahora, sin embargo, desde hacía un tiempo, Piella estaba de baja laboral por motivos psicológicos.
Rastreo por los pantanos
El mismo viernes, las tareas se concentraron, entre otros, en el Valle de Bianya, Sant Joan les Fonts, el coll de Bracons y Santa Pau. En el operativo participan un buen número de efectivos de los Mossos, tanto de seguridad ciudadana como de la unidad de investigación, de tráfico y de ARRO. Se tiene, además, la ayuda de los agentes rurales y del GRAE de los Bomberos, expertos en rescates en lugares que son de difícil acceso.
La noche del viernes al sábado, algunas patrullas continuaron la búsqueda recorriendo carreteras de la demarcación, inspeccionaron el pantano de Boadella y sus proximidades y Campdevànol. El grueso del dispositivo se volvió a establecer ayer a las seis y media de la mañana, cuando los trabajos se focalizaron en Lladó, Albanyà, Beuda y San Lorenzo de la Muga. Ya por la tarde, hubo grupos desplegados en Amer, Rupit, los pantanos de Sau y Susqueda y Sant Aniol de Finestres. A las cinco se sumó un helicóptero de los Bomberos, que amplió la búsqueda desde el aire. A la hora de cerrar esta edición, sin embargo, aún no se había logrado localizar al agente y se preveía reanudar el operativo en la mañana.
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