COMO OCURRIÓ

Compañeros caídos o lesionados en acto de servicio.

Moderador: Moderadores Zonales

Reglas del Foro
Este foro está CERRADO, visita y participa en nuestro nuevo foro en: https://www.foropolicia.es.

Por decisión de la administración en este foro ya no se podrán escribir temas ni mensajes nuevos y solo permanecerá abierto a efectos de consulta. Si quieres saber los motivos de este cambio pincha aquí.

Para cualquier información, pregunta o duda puedes enviarnos un e-mail a info@foropolicia.es

Re: COMO OCURRIÓ

Notapor osveo » Jue Sep 01, 2011 1:35 am


Formación Oficial H&K

Formación / tutoriales H&K
uspsuministros.com
TE DUCK QUEEN escribió:GUARDIA CIVIL D. JOSE ANGEL DE JESUS ENCINAS
GUARDIA CIVIL Dª. IRENE FERNANDEZ PERERA


ImagenImagen

Tres años después de la colocación de un paquete bomba junto al Cuartel de la Guardia Civil del pueblo oscense de Sallent de Gállego, ETA volvió a elegir el domingo 20 de agosto de 2000 el mismo escenario. En esta ocasión el método adoptado fue la bomba-lapa. La explosión se produjo a las seis y diez de la mañana en la plaza, donde se encuentra el Cuartel de la Guardia Civil y el Ayuntamiento de esta pequeña localidad de menos de 500 habitantes, que durante el verano se multiplicada por cinco por el turismo. El fuerte estallido de la bomba lapa que destrozó el coche patrulla de la Benemérita, sobresalto a los vecinos, algunos de los cuales se acercaron inmediatamente para tratar de socorrer a los agentes, encontrándose una gran humareda y los restos del vehículo, ardiendo. El Guardia Civil José Ángel de Jesús Encinas, natural de Talavera de la Reina (Toledo), de 22 años de edad, llevaba en la localidad sólo tres meses, salió despedido del vehículo a varios metros, "con unas heridas tremendas". Falleció en el hospital San Jorge de Huesca, donde fue trasladado en una ambulancia, ingresando con parada cardio respiratoria. Su compañera, la Guardia Civil Irene Fernández Pereda, que acababa de regresar de pasar las vacaciones con su familia en Asturias hacía tan sólo unos días, era natural del concejo de Quiros (Asturias), de 32 años de edad, soltera; yacía tendida en el suelo, muerta, a uno diez metros del vehículo oficial siendo la primera Guardia Civil asesinada por ETA. El 9 de agosto de 1997, ETA colocó un artefacto con 10 kilogramos de cloratita junto a la pared lateral norte del acuartelamiento, situados en una fiambrera introducida en una mochila. La deflagración apenas produjo desperfectos debido a un fallo. La banda terrorista reivindicó la acción en un comunicado publicado en Egin el día 2 de octubre de 1997.

ImagenImagen




A las seis de la mañana del domingo 20 de agosto de 2000, la banda terrorista ETA asesinaba en la localidad de Sallent de Gállego (Huesca) a los guardias civiles IRENE FERNÁNDEZ PERERA y JOSÉ ÁNGEL DE JESÚS ENCINAS, mediante una bomba-lapa colocada en el coche oficial en el que se disponían a iniciar su ronda diaria. La agente Fernández Perera, cuyo cuerpo salió despedido a diez metros del lugar de la explosión, murió en el acto, mientras que su compañero de patrulla, el guardia civil José Ángel de Jesús, falleció mientras era trasladado en ambulancia hasta el Hospital Provincial San Jorge de Huesca. El artefacto estaba provisto de un temporizador, un dispositivo antimovimiento y tres kilos de dinamita.

Los dos guardias civiles se disponían a realizar la ronda de vigilancia que tenían asignada aquel día. Para ello se dirigieron, poco después de las 6:00 horas, hacia el todoterreno oficial aparcado en la plaza del Valle de Tena, donde los agentes solían estacionar los coches-patrulla, al carecer el acuartelamiento de aparcamiento suficiente para estacionar todos los vehículos. Esta circunstancia fue aprovechada por el etarra José Ignacio Guridi Lasa para colocar la bomba-lapa en los bajos del todoterreno. En cuanto la agente Irene Fernández puso en marcha el Nissan Patrol, la bomba explotó dejando el coche partido en dos y hecho un amasijo de hierros.

La gran explosión despertó a los habitantes de la tranquila y turística localidad de Sallent de Gállego, en el Pirineo Aragonés. "El estallido ha sido estremecedor, ha conmocionado al pueblo", declaró el alcalde, el socialista José Luis Sánchez, que fue de los primeros en llegar al lugar del atentado. "Han matado a dos jóvenes, esto es lo más doloroso", dijo todavía emocionado, añadiendo que el atentado no tenía explicación "ni en Sallent ni en ningún otro sitio del país" y confió en que la democracia fuese fuerte y sepa "sobreponerse de estos golpes".

Cerca del lugar del atentado se efectuó, alrededor de las diez de la mañana, una explosión controlada al sospecharse de un vehículo, un Ford Sierra con la matrícula doblada, que resultó ser una falsa alarma.

El director general de la Guardia Civil, Santiago López Valdivielso, se desplazó hasta la localidad "para estar con los compañeros de las dos víctimas y compartir con ellos el dolor. Hoy estamos aquí para llorar y honrar a dos jovencísimos guardias civiles, que han muerto cumpliendo con su deber. Han demostrado que los hombres y mujeres de la Guardia Civil hacen bueno el juramento de cumplir con su deber hasta la muerte si fuera necesario. Hoy es día de dolor, pero a partir de mañana la muerte de estos dos jóvenes guardias será un acicate para la Guardia Civil para seguir en la lucha contra ETA. Que los ciudadanos tengan la seguridad de que terminaremos ganando". También acudieron a Sallent el presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, y el vicepresidente, José Ángel Biel.

La capilla ardiente con los restos mortales de los dos guardias civiles se instaló en el Salón del Trono de la Subdelegación del Gobierno en Huesca. Durante las primeras horas de la tarde fueron llegando a la capital oscense los familiares de las dos víctimas, que precisaron ser asistidos por psicólogos de la Cruz Roja. El ministro de Interior, Jaime Mayor Oreja, tras visitar la capilla ardiente, se refirió a "la gran proeza de ETA, de lo que debe estar muy orgullosa, matar a dos españoles de 22 y 32 años, a dos jóvenes guardias civiles".

Al día siguiente se celebró en la catedral de Huesca un solemne funeral, tras el cual los féretros fueron trasladados a las localidades natales de los dos guardias civiles asesinados. El Gobierno de Aragón decretó tres días de luto oficial y se realizaron numerosas concentraciones y manifestaciones de repulsa por toda la geografía aragonesa y del resto de España.

En su sentencia de 2004 la Audiencia Nacional especifica que el entonces máximo responsable del aparato militar de la banda, Javier García Gaztelu, alias Txapote, era quien daba instrucciones al grupo Ttotto de ETA (que toma su nombre del alias de José Luis Geresta Mujika, uno de los asesinos de Miguel Ángel Blanco) para cometer atentados, entre ellos el de Sallent de Gállego. Así se desprende de la documentación incautada tras la detención del etarra. En la misma sentencia se condena a José Ignacio Guridi Lasa, detenido en Ordicia en febrero de 2001, a 75 años de prisión por el asesinato de los dos guardias civiles.

En abril de 2011 se sentaron en el banquillo por este asesinato Javier García Gaztelu, Aitor Aguirrebarrena Beldarrain, alias Peio, y Asier Arzalluz Goñi, como autores materiales junto con Guridi Lasa. En su escrito de calificación, la Fiscalía relata que Txapote informó a José Ignacio Guridi Lasa, condenado en 2004, de la existencia de un Nissan Patrol de la Guardia Civil en Sallent de Gállego "al que se podía colocar una bomba-lapa en los bajos" porque permanecía fuera del cuartel por falta de espacio. Los etarras se trasladaron en agosto de 2000 hasta el cuartel en un vehículo propiedad de la entonces novia de Aguirrebarrena y, una vez contrastada la información de Txapote, regresaron a Guipúzcoa. Después de que Txapote facilitara en Francia los explosivos a Aguirrebarrena, Guridi Lasa confeccionó la bomba-lapa en una cuadra de cabras que su familia tiene en Cizurquil (Guipúzcoa). El 19 de agosto, Guridi Lasa, Aguirrebarrena y Arzalluz viajaron hasta Sallent de Gállego y a las 23:00 horas, Guridi Lasa colocó la bomba-lapa, tras lo cual regresaron a Guipúzcoa. En mayo de 2011 la Audiencia Nacional condenó a los tres etarras a 75 años de prisión por el asesinato de Irene y José Ángel. El etarra Txapote interrumpió el juicio reclamando "mano dura hasta la independencia".

Irene Fernández Perera, de 32 años, era natural de Las Agüeras (Asturias), en el concejo de Quirós. Acababa de regresar de sus vacaciones en Asturias cuando fue asesinada. Fue la primera guardia del Instituto Armado asesinada por ETA, aunque no la primera mujer miembro de las Fuerzas de Seguridad asesinada por la banda: el 16 de junio de 1981 la banda mató a tiros a la inspectora María José García Sánchez, primera agente de Policía muerta en un atentado terrorista. Irene Fernández, técnica de laboratorio, estaba soltera y era hija única. Ingresó en la Guardia Civil en 1995, y llevaba tres años destinada en Sallent de Gállego, donde era muy apreciada por los vecinos. Una señora recordaba que la guardia civil estaba muy integrada en el pueblo, donde disponía de un apartamento: "Todos estaban muy contentos con ella". El 22 de agosto las cenizas de Irene Fernández fueron depositadas en el cementerio de Las Agüeras, con la presencia de sus padres, María de los Ángeles Perera y José Antonio Fernández. "Siento odio, impotencia y ganas de hacer lo mismo con los que la mataron. Han matado a mi hija, llena de ilusión y de vida y sólo pido al Gobierno que haga algo", aseguró la madre de Irene tras su funeral. En octubre de 2000 se inauguró en Gijón una calle con el nombre de la agente asesinada.

José Ángel de Jesús Encinas, de 22 años, era natural de Talavera de la Reina (Toledo), donde más de cinco mil personas asistieron a su despedida. Tras los oficios religiosos, el cuerpo sin vida del joven guardia civil fue conducido al cementerio municipal para recibir sepultura en la intimidad por expreso deseo de la familia. José Ángel, hijo de guardia civil, ingresó en el Instituto Armado con 17 años. Llevaba tres meses en Sallent de Gállego y quería ingresar en el Servicio de Montaña de la Guardia Civil. Anteriormente estuvo dos años destinado en Hinojosa de San Vicente (Toledo), localidad que le nombró hijo adoptivo pocas semanas después de su asesinato. José Ángel era un gran deportista y defendió durante ocho años la portería del equipo de fútbol Barrio Santa María, que pasó luego a llamarse Unión Deportiva Talavera. El 21 de diciembre de 2005 se inauguró en su localidad natal el Complejo Deportivo José Ángel de Jesús Encinas.

D.E.P.

Imagen
LA INFORMACION ES PODER, INFORMATE

Imagen
Avatar de Usuario
osveo
Nivel: Medio-Alto -Subinspector-
Nivel: Medio-Alto -Subinspector-
 
Mensajes: 956
Registrado: Vie Oct 15, 2010 9:00 pm

Re: COMO OCURRIÓ

Notapor osveo » Jue Sep 01, 2011 1:38 am


Bolsas Y Mochilas Tacticas

militariapiel.es
TE DUCK QUEEN escribió:GUARDIA CIVIL D. JOSE ANTONIO FERRI PEREZ
GUARDIA CIVIL D. ANTONIO FERNANDEZ ALVAREZ


ImagenImagen

Dos Guardias Civiles de la Agrupación de Tráfico, destinados en el Destacamento de Estella (Navarra), Antonio Fernández Álvarez , natural de Ibi (Alicante), de 34 años de edad, casado y padre de tres hijos y José Antonio Ferri Pérez. A las siete y media de la mañana del domingo 21 de agosto de 1988, caundo a bordo de un vehículo oficial pasaban por la confluencia del Paseo de la Inmaculadan y la Avenida de Yerri, hizo explosión un coche bomba, con más de 25 kilos de amonal y 40 kilos de metralla en trozos de acero, activado a distancia. Los dos Guardias Civiles murieron en el acto y sus cuerpos calcinados quedaron atrapados entre los hierros retorcidos del automóvil, por lo que fue necesario utilizar cortachapas para resvatarlos. Como consecuencia de la onda expansiva, resultaron heridos leves María Puig García Michelena, de 24 años de edad, que se encontraba preparando el biberón de su hijo Hector, de dos meses y medio, que también fue alcanzado, siendo atendidos en el Hospital Comarcal de Estella. Quedaron dañados numerosos coches estacionados en la zona y fachadas de viviendas próximas. El coche utilizado para el atentado había sido robado a sus propietarios a las dos y cuarto de la madrugada en las proximidades de la localidad. Los terroristas les dejaron encadenados a un árbol, al igual que al conductorb de otro automóvil, un Renault 7 matriculado en Vitoria, que habían sustraido también a punta de pistola dos horas antes, y que se supone fue utilizado para la huida.

Imagen




A las siete y media de la mañana del domingo 21 de agosto de 1988 la banda terrorista ETA asesinaba en Estella (Navarra), haciendo explotar un coche-bomba al paso de una patrulla de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, a los agentes ANTONIO FERNÁNDEZ ÁLVAREZ y JOSÉ ANTONIO FERRI PÉREZ.

El atentado se produjo a la altura del número 47 del paseo de la Inmaculada de la localidad navarra. El coche-bomba, un Seat 1430 matrícula de Bilbao, estaba estacionado en un paso de cebra y contenía veinticinco kilos de amonal y otros cuarenta de metralla con fragmentos de acero. Fue accionado a distancia por los terroristas al paso del Talbot Horizon en el que viajaban los dos guardias civiles, que murieron en el acto. Los cuerpos de los dos agentes quedaron carbonizados por el incendio que se desencadenó tras la explosión. La extracción de los cadáveres calcinados de los dos guardias civiles, que permanecían sentados en sus asientos, fue muy dificultosa y los equipos de la DYA, bomberos y SOS-Navarra necesitaron utilizar equipos cortachapas. Sobre las 10:30 horas el juez ordenó el levantamiento de los cadáveres, que fueron conducidos al Hospital Comarcal de Estella.

El coche utilizado para el atentado había sido robado a sus propietarios a las dos y cuarto de la madrugada en las proximidades de Estella. Los terroristas los dejaron encadenados a un árbol, al igual que al conductor de otro automóvil, un Renault 7 matriculado en Vitoria, que habían sustraído también a punta de pistola dos horas antes, y que se supone fue el que utilizaron los etarras en su huida. El coche-bomba quedó irreconocible y un gran fragmento del mismo voló por encima de un bloque de seis pisos y cayó en un patio interior situado a unos doscientos metros del lugar del atentado. Tres vehículos estacionados en las inmediaciones, así como ventanas y balcones de varios bloques de viviendas, resultaron gravemente dañados, al igual que numerosos establecimientos comerciales.

La violenta explosión del coche bomba provocó también heridas a María del Puy García Michelena, de 24 años, que en el momento de producirse el atentado preparaba el biberón para sus hijos gemelos de dos meses de edad en un primer piso del número 47 del paseo de la Inmaculada, lugar en el que se produjo la explosión. La metralla alcanzó el domicilio de la joven madre, hiriendo a su hijo de dos meses, Héctor Catalán. Según testigos presenciales, la mujer salió a la calle gritando y con el bebé en los brazos lleno de sangre. Inmediatamente fue conducida al Hospital Comarcal de Estella, donde fue atendida de diversas erosiones y heridas varias en el brazo izquierdo y rodilla derecha por rotura de cristales, con pronóstico leve. El bebé sufría heridas incisas en el brazo y pómulo izquierdos y erosiones varias en el cráneo por rotura de cristales, también con pronóstico leve. Ambos fueron enviados a su domicilio en las horas siguientes.

La capilla ardiente con los cuerpos de los dos agentes se instaló por la tarde del mismo día de su asesinato en el Ayuntamiento de Estella y los funerales se celebraron al día siguiente a las once de la mañana en la Iglesia de San Juan de esta localidad. A ellos asistieron el ministro del Interior, José Luis Corcuera; el secretario de Estado para la Seguridad, Rafael Vera, y el director general de la Guardia Civil, Luis Roldán.

El asesinato de los dos guardias civiles se produjo en un momento en el que la banda terrorista ETA había publicado varios comunicados en los que mostraba su voluntad de negociar y proponía una tregua de dos meses. La curiosa forma que tenía de demostrar esa voluntad era asesinando guardias civiles, pues pocas horas antes del doble asesinato en Estella, la banda terrorista había hecho estallar un coche-bomba en las proximidades de Vergara (Guipúzcoa) en el que tres guardias civiles y un civil resultaron heridos, algunos de gravedad. La explosión se produjo a las 12:30 horas del 19 de agosto al paso de tres vehículos de la Guardia Civil. Poco después, ETA hizo estallar otro artefacto en Éibar (Vizcaya) al paso de otro vehículo del Instituto Armado, resultando heridos dos guardias civiles, uno de ellos de gravedad, y un civil que conducía un todoterreno en el momento de la explosión.

Todos los partidos políticos de Estella, con la excepción habitual de Herri Batasuna (HB), condenaron el asesinato de los dos guardias civiles. El concejal de HB, Patxi Lage, dijo sentirse afectado, aunque se negó a condenarlo. Esta cínica actitud provocó que la alcaldesa de Estella, Rosa López, dijese que "es increíble que quienes apoyan este tipo de sucesos tengan el cinismo de mostrarse afectados" (ABC, 22/08/1988). Pero no quedó ahí la cosa porque, por primera vez, todos los partidos políticos de la Corporación Municipal decidieron por unanimidad destituir a Patxi Lage de su cargo como presidente de la Comisión de Sanidad y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Estella: "Estamos hartos de tener miedo y nos sentimos orgullosos junto con el pueblo de Estella de ser los primeros en adoptar esta medida y queremos dar ejemplo a todo el mundo", dijo la alcaldesa (ABC, 22/08/1988).

Y es que el asesinato de los dos agentes había provocado una gran indignación en la localidad navarra, donde eran muy apreciados. Unos días antes del atentado, los agentes Fernández y Ferri habían participado en una arriesgada operación de salvamento durante un incendio que se había desatado en Estella. Más de cinco mil vecinos participaron en la manifestación silenciosa en repulsa por el atentado que recorrió las calles de la ciudad.

El asesinato de Antonio Fernández y José Antonio Ferri era el primer atentado mortal de ETA en Estella. En esta localidad, justo diez años después, todos los partidos vascos nacionalistas, incluido Herri Batasuna, firmaron el Pacto de Estella o Lizarra, que tenía como objetivo explícito la consecución de la soberanía de Euskadi, pacto que fue consecuencia casi directa de la reacción social sin precedentes que provocó el "asesinato a cámara lenta" de Miguel Ángel Blanco.

En 1992 la Audiencia Nacional absolvió al etarra Germán Rubenach Roig, alias Antxon, de su vinculación con el asesinato de los dos guardias civiles al considerar que no estaba probada su participación en los hechos que le imputaba la Fiscalía. Rubenach había sido detenido el 25 de junio de 1990 en la Foz de Lumbier (Navarra), tras asesinar al sargento de la Guardia Civil José Luis Hervás Mañas cuando procedía a identificarle junto a los también etarras Juan María Lizarralde Urreta y María Susana Arregui Maiztegui. Tras cometer el crimen se apropiaron de la pistola del sargento y entablaron un tiroteo con otros tres agentes de la Benemérita, en el que resultó herido grave el sargento José Domínguez Peris, mientras que Rubenach fue herido en una pierna. Las Fuerzas de Seguridad cercaron el lugar, lo que llevó, esa misma tarde, a la localización de Rubenach, gravemente herido por un disparo en la cabeza. Al día siguiente se encontraron los cadáveres de Lizarralde y Arregui. Aunque diversas sentencias judiciales no lograron esclarecer completamente el episodio, en el hospital Rubenach declaró, en presencia de su abogado y de la juez de Aoiz (Navarra), que, al sentirse rodeados por las Fuerzas de Seguridad, Lizarralde se suicidó, mientras que él mismo disparó a Arregui con el arma del sargento Hervás y luego intentó suicidarse, si bien posteriormente cambió su versión de los hechos.

Antonio Fernández Álvarez era natural de Salamanca y tenía 35 años. Había ingresado en la Guardia Civil en el año 1976, en la Agrupación de Tráfico, y estaba destinado en Estella desde 1979. Estaba casado y tenía dos hijos varones de 10 y 6 años de edad.

José Antonio Ferri Pérez, natural de Ibi (Alicante), tenía 34 años. Ingresó en la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil en 1976 y estaba destinado en Estella desde 1986, proveniente de Barcelona. Estaba casado y tenía tres hijos de 10, 8 y 3 años de edad.

D.E.P.


Imagen
LA INFORMACION ES PODER, INFORMATE

Imagen
Avatar de Usuario
osveo
Nivel: Medio-Alto -Subinspector-
Nivel: Medio-Alto -Subinspector-
 
Mensajes: 956
Registrado: Vie Oct 15, 2010 9:00 pm

Re: COMO OCURRIÓ

Notapor EL LOBO » Jue Sep 01, 2011 9:26 pm


Psicotécnicos Joyfepol FERES

joyfepolferes.es
« José María Pérez y Aureliano Calvo, policías nacionales asesinados por ETA en 1979 | Principal

Alfonso Mentxaka Lejona, ertzaina asesinado en una operación contra ETA


1 de Septiembre de 2011 - 09:10:01 - M.J. Grech


El 1 de septiembre de 1991 falleció en el Hospital de Basurto el ertzaina ALFONSO MENTXAKA LEJONA, a consecuencia de las heridas sufridas durante un tiroteo entablado el 29 de agosto de 1991 entre miembros del grupo Vizcaya de ETA y de la Ertzaintza en Bilbao. En el tiroteo también murió el etarra Juan María Ormazabal Ibarguren, alias Turko, y resultó herido Jesús María Mendinueta Flores, alias Manu, ambos con un sanguinario currículo a sus espaldas. En la operación, iniciada cinco meses antes, se detuvo a otros siete etarras.

Con la intervención policial en el barrio bilbaíno de Begoña los agentes de la Ertzaintza evitaron un atentado inminente y neutralizaron a uno de los pocos grupos operativos con los que contaba ETA, a falta de detener a Juan Carlos Iglesias Chouzas, alias Gadafi. El incremento de la presencia policial en Bilbao y sus alrededores había forzado a los integrantes del grupo Vizcaya a buscar nuevos escenarios para cometer atentados, fundamentalmente en La Rioja.

La noche del 29 de agosto la Unidad Especial de Intervención de la Ertzaintza culminaba un amplio dispositivo de seguimiento contra miembros del grupo Vizcaya de ETA. En el marco de esa operación antiterrorista los ertzainas siguieron a Turko y Manu hasta el recinto ferial de Bilbao, en el barrio de Begoña. Allí se reunieron con los presuntos miembros de ETA Itziar Martínez Sustacha, Pedro Mariano Márquez del Fresno y Félix Abrisketa. La operación de seguimiento de la Policía Autonómica vasca se había acelerado al tener constancia de que estaban preparando un atentado.

Al sentirse vigilados, los terroristas se dispersaron y se mezclaron con los transeúntes. Varios agentes de paisano detuvieron a Itziar Martínez Sustacha y a Pedro Mariano Márquez del Fresno, que no opusieron resistencia, mientras Ormazabal y Mendinueta se dieron a la fuga e intentaron robar un vehículo que resultó ser un coche camuflado de la Ertzaintza, en cuyo interior se encontraba el agente Alfonso Mentxaka sentado en el asiento del conductor. Los etarras le conminaron a poner en marcha el vehículo y el ertzaina intentó huir. En ese momento Ormazabal disparó contra él dejándole gravemente herido. Varios ertzainas se acercaron al vehículo y comenzó un intercambio de disparos con los asesinos en el que resultó muerto en el acto Ormazabal y herido en las piernas Mendinueta Flores. Ormazabal llevaba dos pistolas y, antes de ser abatido por las balas de la Ertzaintza mientras intentaba rematar al policía herido, vació uno de sus cargadores y parte del otro. Mendinueta echó a correr, pero fue alcanzado por un disparo en una pierna y se desplomó a pocos metros. Durante el tiempo que duró el tiroteo se vivieron escenas de pánico en el recinto ferial, según confirmaron varios testigos.

El agente Mentxaka Lejona falleció en la madrugada del 1 de septiembre en el Hospital de Basurto. Había sido alcanzado por tres disparos en las piernas y el pulmón izquierdo. Tras conocer la noticia de su muerte, el consejero de Interior del Gobierno vasco, Juan María Atutxa, mostró su "desprecio y rechazo por quienes provocan estos hechos" y acusó a ETA de "segar una joven vida dedicada a preservar los derechos y libertades de los vascos. Estos asesinos han matado a un hijo de este pueblo dedicado a trabajar, desde sus propias instituciones, en la defensa del modelo de autogobierno refrendado por la mayoría de los vascos".

El responsable de Interior del Ejecutivo autónomo tuvo además que salir al paso de las declaraciones que habían efectuado los abogados de la familia del etarra y de Herri Batasuna, en las que se acusaba a la Ertzaintza de "rematar a Ormazabal con un tiro en la sien". Atutxa calificó estas afirmaciones como "especulaciones malintencionadas que suponen una injuria para la Ertzaintza", y señaló que se emprenderían "las acciones legales oportunas" contra los responsables de las mismas. Asimismo, solicitó comparecer en el Parlamento de Vitoria para explicar la actuación de la Ertzaintza en Bilbao. La ejecutiva vizcaína del PNV, por su parte, mostró en un comunicado su dolor y "rabia contenida" por la muerte del ertzaina y recalcó que ETA "y sus grupos afines" se tienen que dar cuenta de que la violencia "sólo sirve para llevar la desolación y la angustia a familias vascas que no tienen nada que ver con su cruzada armada".

Al funeral celebrado en la Iglesia de San Juan Bautista de Sondica asistió el Gobierno vasco en pleno, con su presidente, José Antonio Ardanza, a la cabeza. También asistieron representantes del Gobierno de España y de diferentes cuerpos policiales. Al terminar, un grupo de dantzaris bailó un aurresku en honor de Alfonso Mentxaka antes de que sus restos mortales fueran llevados al cementerio de Sondica, su localidad natal.

Juan María Ormazabal Ibarguren fue el primer etarra fallecido por enfrentamiento directo con la Policía Autónoma vasca. Pocos días antes, el 17 de agosto, otros tres etarras resultaron muertos en un intercambio de tiros con la Guardia Civil en el barrio de Morlans de San Sebastián. Los etarras Patxi Itziar, Iñaki Ormaetxea Antepara y Jokin Leunda mantuvieron un tiroteo que se prolongó durante varias horas, en el que dos agentes de la Guardia Civil resultaron heridos de gravedad. El capitán Diego Bravo Aragón, de 30 años, sufrió la amputación de un dedo, mientras que el cabo primero José Luis Renco Prieto, de 26, resultó herido en la médula quedando parapléjico de cintura para abajo. En mayo de 2010 la Ertzaintza retiró, en cumplimiento de una orden de la Fiscalía de la Audiencia Nacional, un monolito en el monte Arno de Motrico (Guipúzcoa) erigido en memoria de los tres asesinos muertos en este enfrentamiento con la Guardia Civil.

En 1995 la Audiencia Nacional condenó a Jesús María Mendinueta Flores a veintisiete años de reclusión mayor como autor de un delito de atentado con resultado de muerte, aunque en la sentencia se especificaba que el autor de los disparos que acabaron con la vida de Mentxaka Lejona había sido Ormazabal Ibarguren.

Alfonso Mentxaka Lejona, de 29 años, era natural de Sondica (Vizcaya). Estaba casado y no tenía hijos. Pertenecía a la sexta promoción de la Ertzaintza, habiéndose incorporado al servicio en 1986. Tras ser destinado a Éibar, ingresó en la Unidad Especial de la Policía Autonómica vasca, y cuando fue asesinado era miembro del Grupo Especial de Intervención. Era el quinto miembro de la Ertzaintza que moría en la lucha contra la banda terrorista ETA.

http://blogs.libertaddigital.com/in-mem ... eta-10216/


:lazonegro: :lazonegro: :lazonegro: :lazonegro: :lazonegro:
Imagen

Imagen

Para cualquier cuestión relativa a la moderación, póngase en contacto vía MP con el moderador o con los webmasters.

Un saludo. EL LOBO.
Avatar de Usuario
EL LOBO
MODERADOR GLOBAL
MODERADOR GLOBAL
 
Mensajes: 14193
Registrado: Vie Ene 19, 2007 2:27 am
Ubicación: TIERRAS DE ESPAÑA.

Re: COMO OCURRIÓ

Notapor osveo » Jue Sep 01, 2011 11:49 pm


Edición 175 Aniversario Gc

gafaspolicia.com
El 1 de septiembre de 1991 falleció en el Hospital de Basurto el ertzaina ALFONSO MENTXAKA LEJONA,


Imagen



D.E.P.

Imagen
LA INFORMACION ES PODER, INFORMATE

Imagen
Avatar de Usuario
osveo
Nivel: Medio-Alto -Subinspector-
Nivel: Medio-Alto -Subinspector-
 
Mensajes: 956
Registrado: Vie Oct 15, 2010 9:00 pm

Re: COMO OCURRIÓ

Notapor osveo » Vie Sep 02, 2011 12:16 am



foropolicia.es
VICTIMA DEL TERRORISMO DE "ETA".

D./Dª Jose Manuel Alba Morales


Imagen



LUGAR: Bilbao ( Vizcaya )

FECHA: 02-09-1990

PROFESIÓN/CARGO: Guardia Civil

DESCRIPCIÓN DE LOS HECHOS:

A las seis horas y cinco minutos de la mañana de domingo 2 de septiembre de 1990, unos desconocidos lanzaron por una rampa situada entre las calles Alameda de Mazarredo y la Travesia de Portugalete un coche bomba, Ford Fiesta, matricula de Bilbao 4975 Z, conocido como "Kamikaze" (utilizado por primera vez por la banda terrorista ETA -Juan Carlos Iglesias Chouzas "Gadafi"-), cargado con sesenta kilogramos de amonal y abundante metralla. El joven Luis Alberto, que en esos momentos se encontraba acompañado por dos empleados del Servicio de Ordenación del Tráfico (OTA) y dos miembros de la Guardia Civil, que le ayudaban a poner en marcha su vehículo; al percatarse de que un coche bajaba marcha atrás por la rampa, sin aparente control, intento detenerlo, momento en que se produjo la explosión. Como consecuencia de la misma resultaron gravemente heridos: Luis Alberto Sánchez García, nacido en Baracaldo, de 28 años de edad, ingresado en el Hospital Civil de Basurto, falleció sobre las ocho horas. Guardias Civiles pertenecientes al Puesto de Ripa de la Comandancia de Vizcaya: José Manuel Alba Morales (en el momento de los hechos se encontraba dentro de una garita), natural de Zaragoza, de 22 años de edad, ingresado en el Hospital Civil de Basurto, falleció sobre las siete horas. Llevaba destinado en la Compañía de Especialistas Fiscales de Bilbao tan sólo tres meses, su mujer esperaba su primer hijo. Había iniciado el servicio a las seis horas de la mañana y una vez lo hubiera finalizado, darían comienzo sus vacaciones. Juan Carlos Calzada Martín, natural de la localidad de Villavieja de Yeltes (Salamanca), de 21 años de edad; fue asistido en el Hospital de Cruces de Baracaldo. Empleados del Servicio de Ordenación del Tráfico (OTA): Anselmo Amezaga Regulez, natural de Bilbao, de 30 años de edad, ingresado en el Pabellón Jado del Hospital Civil de Basurto. Julio Fernández Fernández, natural de la localidad de Baracaldo (Vizcaya), de 25 años de edad, ingresado en el Pabellón Jado del Hospital Civil de Basurto. El estallido provocó un gran socavón en el suelo y numerosos daños materiales, sobre todo en los cristales de las viviendas situadas en un radio de doscientos metrosn y en los vehículos aparcados en las inmediaciones. La onda expansiva que se pudo escuchar perfectamente en toda la capital vizcaína e incluso en algunas localidades cercanas, afecto sobre todo a las calles Alameda de Mazzarredo, Avenida de Universidades y a las instalaciones que RENFE tiene en el lugar. De las manifestaciones recibidas y datos adquiridos se deduce que los hechos se iniciaron a las veintitrés horas y treinta minutos del sábado 1 de septiembre de 1990, cuando dos individuos abordaron a: Jesús Martín Bartolomé, vecino de Astrabudua-Erandio, propietario del Ford Fiesta matricula BI 4975 Z, y tras amenazarle con una pistola y decirle que eran de ETA, le obligaron a entrar en la parte posterior del vehículo, en unión de su novia: Montserrat Berege Lindo, trasladándoles hasta el monte Umbe, donde, valiéndose de dos grilletes, dos candados y una cadena de dos metros de larga, les amarraron a un árbol. El citado Ford Fiesta, una vez cargado con material explosivo, le aparcaron al principio de la rampa (travesía Portugalete), a unos 30 metros de la caseta y orientado en sentido contrario de ésta. Una vez estacionado el turismo, los terroristas, cuando lo consideraron oportuno, lo dejaron deslizar hacía atrás y cuando se encontraba próximo a la caseta lo hicieron explosionar por control remoto.


D.E.P.


Imagen
LA INFORMACION ES PODER, INFORMATE

Imagen
Avatar de Usuario
osveo
Nivel: Medio-Alto -Subinspector-
Nivel: Medio-Alto -Subinspector-
 
Mensajes: 956
Registrado: Vie Oct 15, 2010 9:00 pm

Re: COMO OCURRIÓ

Notapor osveo » Vie Sep 02, 2011 10:28 am


Cartera Porta Placa Ertzaintza

Fabricado en piel de vacuno
enpieldeubrique.com
MAS INFORMACION




Hacia las seis de la mañana del 2 de septiembre de 1990 la banda terrorista ETA asesinaba al guardia civil JOSÉ MANUEL ALBA MORALES y al civil LUIS ALBERTO SÁNCHEZ GARCÍA mediante un coche-bomba lanzado por la rampa que daba acceso al muelle de Uribitarte del puerto de Bilbao. La rampa llevaba hasta la garita del Servicio Fiscal de la Guardia Civil donde trabajaba el agente Alba. Resultaron también heridos por la explosión dos empleados municipales del Servicio de Ordenación de Tráfico (OTA), Anselmo Amézaga Regúlez, de 29 años de edad, y Julio Fernández Fernández, de 24, que fueron trasladados al Hospital de Basurto, donde quedaron ingresados. Julio Fernández sufrió traumatismo, contusiones y heridas varias por la acción de la metralla, siendo su pronóstico grave. Por su parte, Anselmo Amézaga presentaba una herida en el hombro derecho con pérdida de sustancia, abrasión en la piel y erosiones en cuero cabelludo. Su estado era menos grave, según el parte facilitado por el departamento de urgencias del centro hospitalario. Asimismo, resultaron heridos el agente de la guardia civil Juan Antonio Calzada y el ciudadano Miguel Suquía Mendinueta.

Luis Alberto Sánchez murió al intentar detener la caída del coche, un Ford Fiesta que había sido robado la noche anterior a una pareja. Los dueños del Ford Fiesta fueron encontrados atados a un árbol con dos grilletes, dos candados y una cadena de dos metros de largo, en el monte Umbe en Guecho (Vizcaya) poco después de que se produjera el atentado.

El vehículo contenía una bomba compuesta por 60 kilos de amonal y metralla que fue activada por control remoto. Luis Alberto se había acercado momentos antes hasta las inmediaciones de la garita de la Guardia Civil para solicitar la ayuda de dos policías municipales que se encontraban allí, ya que su coche se había quedado sin batería. Dos trabajadores del OTA y una pareja de guardias civiles intentaban ayudarle a poner el vehículo en marcha. En ese momento, el coche-bomba fue lanzado marcha atrás por la calle de la Travesía de Uribitarte, que desemboca en la garita de la Guardia Civil. Cuando intentaban detenerlo, y antes de que colisionara con el puesto de la Guardia Civil, se produjo la explosión.

El coche-bomba quedó completamente destrozado y la onda expansiva produjo un enorme socavón en el suelo, ocasionando numerosos desperfectos en los coches y camiones que se encontraban en el lugar de los hechos. Asimismo, las ventanas de los edificios y tiendas en un radio de doscientos metros alrededor de la garita quedaron hechas añicos, sembrando la calle de cristales.

El atentado se produjo cuatro días después de que las administraciones central y vasca acordaran la adecuación de los Cuerpos de Seguridad del Estado en el País Vasco y el despliegue de la Ertzaintza. Era la primera vez que la banda terrorista ETA utilizaba el método del coche-bomba Kamikaze lanzado sin conductor hacia su objetivo. Pocos meses después, el 29 de mayo de 1991, la banda asesina utilizaría el mismo método contra la casa cuartel de la Guardia Civil en Vic, provocando la muerte directa de nueve personas, cinco de ellas menores de edad. También en este caso los etarras aprovecharon la pendiente de una de las calles laterales que daban a la casa cuartel para lanzar el coche-bomba y, una vez dentro del patio, donde en esos momentos jugaban varios niños, activar el explosivo mediante un mando a distancia.

En 1995 la Audiencia Nacional absolvió por falta de pruebas a cuatro miembros de la banda terrorista ETA para los que la Fiscalía solicitaba 360 años por este atentado. La sentencia consideró que no había quedado acreditado que Jesús María Mendinueta Flores, Joseba Iñaki Zugadi García, Fernando del Olmo Vega e Inmaculada Pacho Martín tuvieran "ninguna participación concreta y directa" en dicho atentado.

En el año 2006 fue juzgado en la Audiencia Nacional Juan Carlos Iglesias Chouzas, alias Gadafi -que en 2005 solicitó ser extraditado desde Francia-, como autor directo del atentado junto a Juan María Ormazabal, alias Turco -etarra fallecido en un enfrentamiento con la Ertzaintza en agosto de 1991 en el que el terrorista asesinó al ertzaina Alfonso Mentxaka- y un tercer terrorista no identificado. Gadafi ha sido ya condenado a más de 1.200 años de cárcel en los veinte juicios celebrados contra él en la Audiencia Nacional desde que fue extraditado.



Imagen

José Manuel Alba Morales, de 22 años, falleció en el Hospital de Basurto una hora después del atentado. Estaba casado y su mujer estaba embarazada de su primer hijo. Natural de Zaragoza, la mayor parte de su familia residía en Córdoba, donde fueron enterrados sus restos mortales. Llevaba sólo tres meses destinado en la Compañía de Especialistas Fiscales de la Guardia Civil de Bilbao y el 2 de septiembre era su último día de trabajo antes de irse de vacaciones. El funeral por su alma se celebró el 3 de septiembre en la Iglesia de los Padres Agustinos de Bilbao.

D.E.P.

Imagen
LA INFORMACION ES PODER, INFORMATE

Imagen
Avatar de Usuario
osveo
Nivel: Medio-Alto -Subinspector-
Nivel: Medio-Alto -Subinspector-
 
Mensajes: 956
Registrado: Vie Oct 15, 2010 9:00 pm

Re: COMO OCURRIÓ

Notapor TE DUCK QUEEN » Lun Sep 05, 2011 12:26 am


POLICIA NACIONAL D. DANIEL VILLAR ENCISO

A pesar del intenso calor provocado por las llamas, un grupo de personas que se encontraba en un bar próximo al lugar de los hechos acudió en ayuda del policía, que, pese a la gravedad de sus heridas, pedía auxilio desde el interior del vehículo destrozado. Según relataron algunos testigos presenciales, «cuando nos acercamos al coche movía el brazo como pidiendo auxilio. Entonces abrimos la puerta y al verle consciente le preguntamos si estaba bien. Al darnos cuenta de que no podía hablar, le dijimos que nos hiciera un gesto y el nos guiñó el ojo». "Entonces le sacamos del coche en llamas tirándole de los brazos". «Nos costó un poco porque parecía que estaba pegado al sillón, además yo no le veía una mano ni tampoco una pierna y creía que se estaba quemando vivo y nosotros no podíamos aguantar el calor», comentó uno de los que le ayudó.

Durante el auxilio, una persona resultó herida con quemaduras leves en el brazo, como mostraba después en el bar. En ese primer momento se encontraba aparentemente «bien», aunque sólo podía mover un brazo porque el otro lo tenía «flácido y un poco descolgado». Además, la metralla le había alcanzado el lado derecho de la cara y la espalda. La explosión también le destrozó la ropa y lo único que permanecía intacto era un pañuelo azul de fiestas que llevaba anudado al cuello. Después de sacar a Daniel Villar, los residentes en la zona trataron de apagar las llamas con varios extintores que algunas personas lanzaron desde los balcones del primer y segundo piso. También los baldes de agua impidieron que el fuego se propagase y alcanzase a uno de los coches que «se estaba calentado demasiado». «Había fuego para dar y tomar», dijeron.

«Los miembros de la Cruz Roja no sabían por donde cogerle ni si había que ponerle suero o no», señaló otra de las personas que intervino en el rescate de la víctima. «El pedía, abriendo y cerrando el puño, que le sacáramos, lo intentábamos pero las llamas venían a nosotros. Con extintores y todo eso tiramos de él hasta que conseguimos sacarle».

Tras ser rescatado, Daniel fue introducido en una ambulancia de la Cruz Roja, que le trasladó al hospital de Cruces, en Barakaldo, donde ingresó a las 21,40 horas en estado crítico. Durante 35 minutos los servicios de urgencia del citado centro intentaron reanimar, sin éxito, al herido, cuyo fallecimiento certificaron a las 22.15 horas Tres cuartos de hora después del atentado. Tras tener conocimiento de los hechos, Socorro López Zarra, esposa del agente, se trasladó al hospital de Cruces, donde llegó visiblemente alterada y gritando «¡Dios mío, Dios mío!». Tras ver el cadáver de su marido hubo de ser sedada y, a continuación, abandonó el centro. Se da la circunstancia de que Socorro López, natural de un pueblo de Toledo, acudió sola a Cruces, ya que no cuenta con ningún familiar en la provincia.

Vecinos de Daniel Villar, que deja viuda y dos hijos, informaron a que el policía residía en Basauri desde hacía varios años. También señalaron que, a pesar de que en varias ocasiones sus superiores le habían propuesto el traslado a otras zonas de España, siempre declinó estos ofrecimientos, ya que estaba muy integrado en el País Vasco.

La capilla ardiente de David Villar, perteneciente a la Escala Básica del Cuerpo Nacional de Policía, fue instalada al día siguiente, sábado 6 de septiembre, en la sede de la Subdelegación del Gobierno, en la Gran Vía bilbaína. Tanto Jaime Mayor Oreja, ministro del Interior, como Ricardo Martí Fluxá, secretario de Estado para la Seguridad, se desplazaron el sábado a la capital vizcaína.

Todos los partidos vascos, con excepción de Herri Batasuna, condenaron el atentado, e insistieron en la imposibilidad de negociar con quienes tan sólo actúan mediante el asesinato.
Imagen

DESACTIVACIÓN :
Vaga presunción basada en hechos discutibles
de experiencias no concluyentes
desarrollados mediante instrumentos sin precisión
por personas inseguras
con decisiones cuestionables
Avatar de Usuario
TE DUCK QUEEN
Nivel: Alto -Inspector de Policía-
Nivel: Alto -Inspector de Policía-
 
Mensajes: 1470
Registrado: Mar Feb 19, 2008 8:26 pm
Ubicación: BEHIND YOU

Re: COMO OCURRIÓ

Notapor TE DUCK QUEEN » Mar Sep 06, 2011 12:45 am


POLICIA NACIONALD. BASILIO ALTUNA FERNANDEZ DE ARROYABE

Erenchun (Álava) 06/09/80

El día 6 de septiembre de 1980, hacia las diez y media, fue asesinado en la localidad alavesa de Erenchun el capitán de la Policía Nacional Basilio Altuna Fernández de Arroyabe. Un joven desconocido se acercó a Basilio Altuna, que se encontraba vestido de paisano en el baile popular que se celebraba con motivo de las fiestas patronales. El joven disparó un tiro de pistola sobre la sien izquierda del capitán. Basilio Altuna era natural de Ázua (Álava).

El atentado fue reivindicado por ETA (pm), sus asesinos nunca fueron juzgados por este asesinato. Muy pocos conocián que Basilio iba a pasar la noche en un pueblo que apenas llegaba a los 100 habitantes.

Basilio era mi padre, yo contaba con 10 años de edad y desde aquel día nada fue lo mismo. Papá, pasados 26 años desde que te mataron ya no recuerdo tu voz, ya no recuerdo tus expresiones, tus gestos ...

Recuerdo cuando me llevabas a jugar a Lakua, al parque de Arriaga, a Miranda, a Paduras ... curiosamente pocas veces te recuerdo en el centro de Vitoria, ahora intuyo el porqué no querías dejarte ver en el centro.

Sabes que nunca podré olvidar el ultimo día que nos vimos, yo me iba con los tios a Zarauz, tu te quedabas en Vitoria para ir a fiestas de Erenchun, cuando me marchaba, en vez de darte un beso, yo te disparé con una pistola de juguete, tu te hiciste el muerto. Quién iba a pensar que aquel juego, si iba a convertir en realidad pasados dos días.

No quise verte muerto, ni quise verte en la capilla ardiente, no quise ir tu funeral ni a tu entierro, te quería ver vivo... pero no era cierto, unos asesinos (que ahora estarán disfrutando de sus hijos) me impidieron tenerte.

Papá, ama, lo hizo muy bien, ella tras el atentado saco fuerzas y tiro para adelante, es una gran mujer y una gran madre, tus hijos, creo que en cierto sentido hemos seguido tus pasos.

Papá, te echo de menos.

PUBLICADO POR F. ALTUNA AQUI
Imagen

DESACTIVACIÓN :
Vaga presunción basada en hechos discutibles
de experiencias no concluyentes
desarrollados mediante instrumentos sin precisión
por personas inseguras
con decisiones cuestionables
Avatar de Usuario
TE DUCK QUEEN
Nivel: Alto -Inspector de Policía-
Nivel: Alto -Inspector de Policía-
 
Mensajes: 1470
Registrado: Mar Feb 19, 2008 8:26 pm
Ubicación: BEHIND YOU

Re: COMO OCURRIÓ

Notapor osveo » Mar Sep 06, 2011 4:05 pm


Curso Acceso Guardia Civil

Inicio curso: septiembre 2019
de-pol.es
A las 21:20 horas del viernes 5 de septiembre de 1997, la banda terrorista ETA asesinaba en Basauri (Vizcaya) al policía nacional DANIEL VILLAR ENCISO mediante una bomba-lapa colocada bajo el asiento del conductor de su vehículo, un Citroën de color oscuro y matrícula de Bilbao. La explosión de la bomba se produjo en el momento en que el policía puso en marcha el coche. Inmediatamente después se originó un incendio dentro del vehículo.

Varios testigos presenciales contaron que Daniel pedía auxilio desde el interior del vehículo mientras se quemaba vivo. “Cuando nos acercamos al coche movía el brazo como pidiendo auxilio. Entonces abrimos la puerta y, al verle consciente, le preguntamos si estaba bien. Al darnos cuenta de que no podía hablar, le dijimos que nos hiciera un gesto y él nos guiñó el ojo (…) Entonces le sacamos del coche en llamas tirándole de los brazos” contó una de las personas que acudió a socorrerle. Una de ellas resultó herida con quemaduras de diversa consideración al intentar sacar al agente del vehículo. Finalmente consiguieron rescatarlo del amasijo de hierros. La víctima, agonizante, fue trasladada al Hospital de Cruces en una ambulancia de la Cruz Roja, donde ingresó en estado crítico a las 21:40 horas. Durante treinta y cinco minutos los médicos intentaron reanimarlo, pero fue inútil. Falleció a las 22:15 horas.

La capilla ardiente se instaló al día siguiente, 6 de septiembre, en la sede de la Subdelegación del Gobierno. Ese mismo día viajaron a la capital vizcaína Jaime Mayor Oreja, ministro del Interior, y Ricardo Martí Fluxá, secretario de Estado para la Seguridad. Todos los partidos políticos vascos, con excepción de Herri Batasuna, condenaron el atentado e insistieron en la imposibilidad de negociar con aquellos que tan sólo actúan mediante el asesinato. Enrique Villar, delegado del Gobierno en el País Vasco, calificó el atentado de “auténtica salvajada” y pidió a las fuerzas democráticas unidad para luchar contra este “cáncer” del País Vasco. El Partido Socialista de Euskadi aseguró en un comunicado que este atentado demostraba que “ETA es ciega y sorda, y no ve ni escucha el clamor del pueblo que le ha dicho, sin más, que desaparezca”. Carlos Iturgaiz, presidente del PP vasco, manifestó por su parte que “si ETA cree que va a conseguir algo con estos actos, se confunde; ya que con asesinos y su brazo político, HB, no hay nada que hablar ni negociar”.

Más interés tienen las declaraciones de los partidos nacionalistas, un año antes de que firmasen el pacto soberanista de Estella. Iñigo Urkullu, portavoz del PNV en Vizcaya, señaló que “ETA no ha sabido recoger el clamor y el mensaje” enviado por su partido y gran parte de la sociedad, que le emplazó a decretar una tregua tras el asesinato de Miguel Ángel Blanco. “Desgraciadamente, no nos sorprende este atentado, porque sabemos que la dinámica que le queda a ETA es matar, porque es lo único que sabe”, indicó. Sabiendo lo que sucedió posteriormente, sólo pueden calificarse de miserables y cínicas estas declaraciones de un miembro de un partido que, un año después, firmaría el Pacto de Estella con, entre otros, el brazo político de esos que sólo saben matar, en palabras de Urkullu. Fue precisamente el rechazo y la movilización social que provocaron el secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco lo que asustó al PNV y lo que propició su acercamiento a Herri Batasuna. El Pacto de Estella o Lizarra agudizó la radicalización de los nacionalistas institucionales, propiciada por el miedo a que el fin de ETA los convirtiese en una fuerza vulgar, como ya analizamos a propósito del asesinato del concejal de Ermua. La evolución posterior de los acontecimientos permite afirmar que fueron el PNV y los demás partidos nacionalistas vascos los que vinieron a rescatar a ETA del acoso al que la sociedad y los partidos políticos no nacionalistas la estaban sometiendo, un rescate en absoluto desinteresado.

En 1999 la Audiencia Nacional condenó a 25 años de prisión al etarra Pedro (Kepa) del Hoyo Hernández como autor del atentado que acabó con la vida de Daniel Villar. Del Hoyo Hernández formaba parte del grupo Vizcaya de ETA, desarticulado tras la muerte de dos de sus dirigentes en un enfrentamiento con la Guardia Civil el 23 de septiembre de 1997, pocos días después del asesinato de Daniel Villar. Los dos etarras muertos, José Miguel Bustinza Yurrebaso, alias Iván y El Viejo, y Salvador Gaztelumendi Gil, alias Gaizka, captaron a un gran número de etarras como colaboradores con la misión de facilitar alojamiento, robar vehículos, elaborar información de objetivos de la banda terrorista y guardar las armas y explosivos del grupo en lonjas alquiladas para ello.

La desarticulación del grupo Vizcaya llevó al banquillo a veintitrés etarras en febrero de 2000. Antes de su desarticulación, el grupo Vizcaya cometió numerosos atentados, entre los que figuran el asesinato de los funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía Modesto Rico Pasarín (el 17 de febrero de 1997), Luis Andrés Samperio Sañudo (el 24 de abril de 1997) y Daniel Villar Enciso, así como el del guardia civil José Manuel García Fernández (el 3 de mayo de 1997).

Daniel Villar Enciso, de 39 años, era natural de Madrid, aunque llevaba varios años residiendo en Basauri. Estaba casado con Socorro López Zarra y tenía dos hijos de 11 y 10 años. En varias ocasiones sus superiores le habían propuesto trasladarse a otras zonas de España, pero el agente declinó estos ofrecimientos pues estaba muy integrado en el País Vasco. Pertenecía a la Escala Básica del Cuerpo Nacional de Policía y estaba destinado en el Servicio de Seguridad del cuartel de la Policía de Basauri. Daniel Villar fue enterrado en Orgaz (Toledo), de donde era natural su viuda y donde la familia solía pasar las vacaciones. Una calle de la localidad lleva el nombre del agente asesinado.

Al funeral no asistieron dirigentes de los partidos nacionalistas vascos, a excepción de Juan María Atutxa, consejero vasco de Interior, ausencia que fue criticada por los sindicatos policiales. Más triste es que en 2003, al cumplirse el quinto aniversario del asesinato de Daniel Villar, el Ayuntamiento de Basauri, gobernado por el PNV, rechazó dedicar una plaza del pueblo al policía asesinado por la banda ETA.

D.E.P.

Imagen
LA INFORMACION ES PODER, INFORMATE

Imagen
Avatar de Usuario
osveo
Nivel: Medio-Alto -Subinspector-
Nivel: Medio-Alto -Subinspector-
 
Mensajes: 956
Registrado: Vie Oct 15, 2010 9:00 pm

Re: COMO OCURRIÓ

Notapor osveo » Mar Sep 06, 2011 4:06 pm



Increibles precios
materialpolicial.com
Imagen




A las diez y cuarto de la noche del sábado 6 de septiembre de 1980, la banda terrorista ETA asesinaba de un disparo en la cabeza al capitán de la Policía Nacional BASILIO ALTUNA FERNÁNDEZ DE ARROYABE mientras presenciaba un baile en la plaza de la localidad alavesa de Erenchun, a doce kilómetros de la capital, en compañía de un grupo de familiares y amigos. El proyectil le atravesó la cabeza y le provocó la muerte en el acto. El autor del atentado aprovechó la confusión para huir en un automóvil que le esperaba en una de las calles del pueblo. El cadáver permaneció en el suelo durante dos horas hasta que el juez ordenó su levantamiento.

Según señalaron varios vecinos del pueblo, Basilio Altuna estaba amenazado desde hacía cuatro años, coincidiendo con su permanencia en Vitoria como teniente durante los sucesos de marzo de 1976, en los que perdieron la vida cinco trabajadores durante una huelga general por disparos de la Policía. ETA político-militar señaló este suceso como justificación del asesinato del capitán Altuna en una llamada telefónica hecha a medios de comunicación vascos en la que asumía la autoría del atentado. Además, la banda asesina acusaba a Altuna de participar en actividades ligadas a organizaciones ultraderechistas.

La viuda e hijos de la víctima remitieron a los medios de comunicación vascos una carta en la que emplazaban a los asesinos a que demostrasen que Basilio Altuna tuviese alguna responsabilidad en los hechos de marzo de 1976. En la carta, la familia del capitán asesinado subrayaba que ETA pm no escapaba a las contradicciones que paralizaban a la sociedad, y que la complejidad de los problemas actuales no podía resolverse en una película de buenos y malos. "Bien sabemos que nuestra verdad poco podrá hacer contra la gran mentira que lleva el sello de una organización tan prestigiada, pero no por ello vamos a callar". Tras indicar que el servicio de información de ETA pm había contado con largos años para elaborar datos en torno a la figura del capitán Altuna –"aunque no se ha preocupado de hacerlo con objetividad"-, la familia reconocía que participó en las jornadas de febrero y marzo de 1976 en Vitoria, en los que resultaron muertos cinco trabajadores. Sin embargo, añadían que "una investigación clara y fiable demostraría (...) que su actuación estuvo dirigida en todo momento a evitar cualquier enfrentamiento". "Hacer responsable a un teniente de aquel período negro es hacer gala de un simplismo que no podemos permitirnos". La familia desmentía asimismo la acusación de que fuese organizador de las actividades de la extrema derecha, señalando que constituía una afrenta a su propia dignidad. "Emplazamos públicamente a ETA pm a que proporcione datos significativos de las supuestas actividades de nuestro padre, que, al parecer, eran tan bien conocidas. Estamos por una sociedad de personas libres y en plena capacidad de convivencia". ETA, como no podría ser de otra forma, guardó silencio de forma cobarde, como siempre que ha asesinado y justificado después el asesinato con falsas acusaciones.

Dos días después, el 8 de septiembre, el cadáver del capitán Altuna fue inhumado en el cementerio de Santa Isabel, en Vitoria. El féretro fue conducido en un furgón fúnebre desde la capilla ardiente, instalada en el Gobierno Civil de Álava, hasta el cementerio, donde fue introducido en el panteón familiar en presencia de su viuda e hijos, así como de las autoridades militares y civiles que acudieron posteriormente al funeral celebrado una hora después en la catedral de Vitoria. Antes de que comenzase el acto religioso, que se desarrolló sin incidentes, uno de los hijos del fallecido pidió que se guardase silencio durante la ceremonia y una vez finalizada la misma. A la salida del templo, vigilado estrechamente por efectivos de la Policía Nacional, no se escuchó grito alguno ni se corearon consignas. En la ceremonia, a la que asistieron mil quinientas personas, estuvieron presentes el delegado del Gobierno en el País Vasco, el general Santamaría, los gobernadores civiles de Burgos y Álava; el alcalde de Vitoria, el nacionalista José Ángel Cuerda; el presidente de UCD del País Vasco, Jesús María Viana, y representantes del PSOE y Alianza Popular (AP).

El asesinato de Basilio Altuna ha quedado impune, como muchos de los cometidos por la rama político-militar de ETA. El 9 de febrero de 2006 Ángel Altuna Urcelay, hijo de Basilio, y José Ignacio Ustaran Muela, asesinado también por ETA pm el 29 de septiembre de 1980, escribieron un artículo en el diario ABC sobre el proceso de reinserción de estos terroristas, que ha provocado que se paralizasen las investigaciones de procesos ya abiertos: "No se reabrieron los casos archivados ni se investigaron los asesinatos de ETA político-militar por aclarar (...) las víctimas del terrorismo de ETA político-militar vivieron una situación sobrevenida que se resume en una palabra: impunidad. (...) Los poderes del Estado avalaron esta salida y, a día de hoy, nadie de los beneficiados por aquellas medidas ha reconocido públicamente el daño realizado anteriormente".

En agosto de ese mismo año, Ángel Altuna volvió sobre el tema en un artículo publicado en la revista de la Fundación Víctimas del Terrorismo, explicando cómo dos años después del asesinato de su padre la banda terrorista se escindió: "Unos decidieron su disolución sin entregar arma alguna -recuerda-, y otros decidieron continuar con la práctica del terror. Los que decidieron su disolución no se arrepintieron y no reconocieron daño alguno. Los poderes del Estado posibilitaron ‘una puerta de atrás’ para estas personas que habían delinquido. Tengo la certeza de que en aquel momento hubo dejación de funciones". Y añadía: "Dos años después del asesinato de mi padre muchos de ellos se paseaban por las calles de mi ciudad y se les daba trabajo en instituciones públicas". Altuna señalaba que, desde esas fechas, "ETA ha asesinado a más de quinientas personas", y que la bienintencionada apreciación de que con la reintegración de esos individuos a la vida normal sin exigirles nada a cambio habría un "efecto contagio" en el resto de los etarras fracasó de forma traumática. "Se pide ahora generosidad pero se olvida que ya la hubo y volvieron a manchar sus manos de sangre".

Basilio Altuna Fernández de Arroyabe, natural de Azua (Álava), tenía 57 años. Estaba casado con Ángela Urcelay y tenía cuatro hijos, tres hijos y una hija, el más pequeño de 10 años. El capitán Altuna estaba destinado en la compañía de la Reserva General de Miranda de Ebro, pero acudía todos los años a Erenchun, localidad de donde era natural su mujer, para pasar las fiestas. Anteriormente estuvo destinado en Leganés (Madrid). Ángel, uno de los hijos de Basilio, escribió en el libro Olvidados, de Iñaki Arteta y Alfonso Galletero: "Tener un hijo te lo cambia todo. Hace que la perspectiva de lo que es importante se modifique de forma radical. Desaparecen miedos antiguos que giraban en torno a ti y aparecen miedos nuevos [...]. Lo que no tenía previsto en ese momento era que llegaría un día en el que esa personita a la que amo hasta el dolor me haría una pregunta difícil, muy difícil de contestar a una niña de cuatro años: ‘Papá, ¿cómo murió el abuelito?’. Escribo estas líneas con la intención de hacer constar que mi padre no murió en un accidente de tráfico, como parece que mucha gente aquí, en el País Vasco, quisiera creer. Escribo estas líneas para reivindicar la figura de nuestro padre, Basilio Altuna, para condenar su asesinato a manos de la banda terrorista ETA, para criticar el comportamiento de una sociedad que no supo responder al terror y para que mi hija, en un futuro no muy lejano, pueda encontrar respuesta a su pregunta. Mi padre, Basilio Altuna, fue asesinado la noche del 6 de septiembre de 1980 en Erenchun, un pueblecito cercano a Vitoria. Eran las fiestas del pueblo de mi madre y había acudido a celebrarlo con familiares y amigos. En un momento, y en el frontón donde se desarrollaba la verbena, un pistolero se acercó por detrás y le asestó un tiro en la nuca. Murió en el acto. Mi padre dejó mujer -Angelita- y cuatro hijos -yo soy el tercero de ellos-. Ahí empezó un proceso que aún no ha culminado por el que ser hijo de policía, en el País Vasco, ha tenido, tiene y tendrá un costo terrible. Pero el verdadero y trágico valor superior reside en la vida arrebatada de nuestro padre, Basilio. Yo tenía 17 años y me hice violentamente adulto aquella noche".

D.E.P.


Imagen
LA INFORMACION ES PODER, INFORMATE

Imagen
Avatar de Usuario
osveo
Nivel: Medio-Alto -Subinspector-
Nivel: Medio-Alto -Subinspector-
 
Mensajes: 956
Registrado: Vie Oct 15, 2010 9:00 pm

Re: COMO OCURRIÓ

Notapor osveo » Jue Sep 08, 2011 12:03 am



intervencionpolicial.com
07-09-81 Miguel Celestino del Rey Policía Nacional (Inspector)
Ponferrada GRAPO



D.E.P.

Imagen
LA INFORMACION ES PODER, INFORMATE

Imagen
Avatar de Usuario
osveo
Nivel: Medio-Alto -Subinspector-
Nivel: Medio-Alto -Subinspector-
 
Mensajes: 956
Registrado: Vie Oct 15, 2010 9:00 pm

Re: COMO OCURRIÓ

Notapor osveo » Jue Sep 08, 2011 12:06 am


Academia Acceso CNP

sector115.es
VICTIMA DEL TERRORISMO DE "ETA".

D./Dª Cristobal Martin Luengo

Imagen




LUGAR: Bilbao ( Vizcaya )

FECHA: 08-09-1987

PROFESIÓN/CARGO: Subteniente Guardia Civil

DESCRIPCIÓN DE LOS HECHOS:

El Subteniente de la Guardia Civil, don Cristóbal Martínez Luengo, natural de la localidad de Valderrodrigo (Salamanca), casado y padre de 3 hijos, de 50 años de edad; fallece el martes 8 de septiembre de 1987, a consecuencia de las heridas sufridas por los disparos efectuados por unos individuos de ETA (Félix Ignacio Esparza Luri y Juan Carlos Iglesias Chouzas, "Gadafi"); que le abordaron en el barrio de Arangoiti, en Bilbao, cuando se dirigía a su domicilio. Tras la agresión los dos jóvenes se dieron a la fuga en un taxi robado. La bala alcanzo de rebote a Julián Pérez Gómez, que le produjo heridas leves.


D.E.P.

Imagen
LA INFORMACION ES PODER, INFORMATE

Imagen
Avatar de Usuario
osveo
Nivel: Medio-Alto -Subinspector-
Nivel: Medio-Alto -Subinspector-
 
Mensajes: 956
Registrado: Vie Oct 15, 2010 9:00 pm

Re: COMO OCURRIÓ

Notapor osveo » Jue Sep 08, 2011 3:54 pm


MAS INFORMACION......................

Cristóbal Martín Luengo, subteniente de la Guardia Civil asesinado en Bilbao 8 de Septiembre de 2011

Hacia las tres de la tarde del día 8 de septiembre de 1987, la banda terrorista ETA asesinaba en Bilbao de un disparo en la nuca, muy cerca de su domicilio en el barrio de Arangoiti, al subteniente de la Guardia Civil CRISTÓBAL MARTÍN LUENGO. Su mujer y una de sus hijas bajaron inmediatamente del domicilio a auxiliarle, pero no pudieron hacer nada. Cristóbal Martín Luengo fue trasladado en una ambulancia al Hospital Civil de Basurto, donde ingresó cadáver. El rebote de una de las balas alcanzó a Julián Pérez Gómez, que resultó herido leve.

Los dos asesinos se dieron a la fuga en un taxi robado un cuarto de hora antes, que les aguardaba con las puertas traseras abiertas y estaba conducido por un tercer etarra. El taxi había sido robado en la plaza de San Pedro en Guecho por dos de ellos. Allí pidieron al taxista que se dirigiera al polideportivo de Archanda, y en el trayecto se identificaron como miembros de ETA, explicándole que necesitaban el vehículo para hacer un transporte de armas. Tras meter al taxista en el maletero, recogieron a un tercer etarra y se dirigieron a Bilbao a cometer el atentado.

Las fuerzas políticas vascas, a excepción de Herri Batasuna (HB), condenaron el atentado, y lo relacionaron, de una u otra manera, con la oferta de diálogo del Gobierno a ETA. Este atentado era el primero que se producía con víctimas mortales desde el último contacto que se había mantenido en Argel el 10 de agosto de 1987 entre los comisarios Manuel Ballesteros y Jesús Martínez Torres, por parte del Gobierno, y Eugenio Etxebeste, alias Antxon, por parte de la banda asesina.

El 10 de septiembre se celebró en Bilbao el funeral por el subteniente de la Guardia Civil al que asistieron varios centenares de personas. El féretro con los restos mortales de Martín Luengo fue despedido con vivas a la Guardia Civil.

En octubre de 1997 la Audiencia Nacional condenó a Joseba Koldobika Begoña Ibarra a 33 años de prisión por el asesinato de Cristóbal Martín Luego. También fue condenado por robo de vehículo con toma de rehén. El etarra había huido a Francia desde donde había sido extraditado a España en diciembre de 1996.

"El asesino de mi padre fue detenido en Francia y extraditado a España. De una condena de casi cuarenta años a la que fue sentenciado, por su asesinato y el secuestro de un taxista en su huida, no cumplió más de nueve años; lleva mucho tiempo en libertad, haciendo vida normal, con su familia, sus amigos, trabajando, riendo, viendo crecer a sus hijos y envejecer a su mujer... Mi padre no pudo hacerlo y nuestras vidas nunca volvieron a ser las mismas".

Así se expresaba una hija del subteniente asesinado en marzo de 2009 en una "Carta de una joven a su padre asesinado por ETA" (El Confidencial, 10/03/2009). Efectivamente, a Koldobika se le concedió el tercer grado (régimen abierto) en marzo de 1999, por una supuesta enfermedad que le impedía continuar en la cárcel. Concretamente, el etarra padecía una depresión, por lo que accedió a un régimen de semilibertad.

Según el Ministerio del Interior, el etarra Félix Ignacio Esparza Luri, detenido en Francia el 2 de abril de 2004, también participó en el asesinato del subteniente Martín Luengo.

Cristóbal Martín Luengo, de 50 años, era natural de Valderrodrigo (Salamanca) lugar donde fue enterrado. Estaba casado y era padre de tres hijos de 19, 17 y 4 años. Había ingresado en la Guardia Civil en 1960, y estaba destinado en Bilbao desde hacía veinte años. Desde 1983 desempeñaba trabajos administrativos en el Gobierno Militar de Vizcaya.

"(...) Parte de la familia abandonamos el País Vasco [tras el asesinato] y mi madre, la gran heroína de nuestras vidas, nunca pudo rehacer su vida. No obstante, ella sola supo sacar fuerzas y tirar del carro de la vida que le había tocado vivir. Sacó a sus tres hijos adelante y consiguió que, a pesar de todo, los tres siguiéramos con nuestras vidas. Además, esta gran heroína, nuestra madre, nos enseñó con su ejemplo a enfrentarnos a la vida con coraje y valentía" (El Confidencial, 10/03/2009).

D.E.P.

Imagen
LA INFORMACION ES PODER, INFORMATE

Imagen
Avatar de Usuario
osveo
Nivel: Medio-Alto -Subinspector-
Nivel: Medio-Alto -Subinspector-
 
Mensajes: 956
Registrado: Vie Oct 15, 2010 9:00 pm

Re: COMO OCURRIÓ

Notapor TE DUCK QUEEN » Vie Sep 09, 2011 12:42 am


Curso Oposición a la Ertzaintza

Original. Más Fácil. Online.
nola2hurtu.eus
GUARDIA CIVIL D. MARTIN DURAN GRANDE

Imagen

Martín Duran Grande, guardia civil, de 21 años de edad, natural de Portugalete y vecino de Erandio (Vizcaya); resultó gravemente herido en Bilbao el 11 de septiembre de 1974. Trasladado al Hospital Militar, fallece unos días después, el 15 de septiembre, a consecuencia de las graves lesiones sufridas. La noche del 10 de septiembre de 1974, se detecto una embarcación que cerca de la Isla de los Faisanes (Hendaya/Francia), cruzaba el río Bidasoa, ocupada por varias personas; en ese mismo momento de la parte española (Irún/Guipúzcoa), surgió de un automóvil un individuo que pretendía llegar hasta la embarcación. Al ser descubiertos, abrieron fuego mientras abandonaban el vehículo y se internaban en un monte, donde pudo ser detenido Vicente Gurruchaga Escenarro, activista de ETA. Durante el enfrentamiento los ocupantes de la embarcación aprovechando la confusión creada, regresaron a Francia. A la mañana siguiente, 11 de septiembre, en un piso situado en el número 59 de la calle Doctor Areailza, en el centro de Bilbao, fue detenida la que con el paso del tiempo llegaría a ser una figura mítica de ETA (m), María Dolores González Catarain, "Yoyes"; ocupándosele una pistola. Poco después, se personaron dos jóvenes, que sorprendidos, iniciaron un tiroteo, uno pudo ser reducido (José Antonio Insaustegui Elizondo, "El Buque"), interviniéndole un arma; mientras que el otro (Juan José Urcelay Ymaz) pistola en mano, emprendió la fuga escaleras abajo, seguido por Martín Duran, que fue alcanzado por los disparos realizados (dos heridas de bala, una en el vientre y otra en la pierna izquierda) por Urcelay. El terrorista creyendo que podría haber guardias civiles en el portal del edificio o en la calle, llamo a una de las viviendas y amenazando a sus moradores (una señora de avanzada edad y su hija) se introdujo en ella con intención de escapar por el balcón, desistiendo por la altura. Mientras tanto Martín Duran había llegado al exterior donde se desplomó. Después apareció el terrorista, que tras amenazar con su arma a los transeúntes, realizando varios disparos, se perdió por la calle Eguia. Siendo alcanzada y herida en la región glútea, la ciudadana que transitaba por el lugar, Andrea Villamore Silva de Touro. Aproximadamente a las seis de la tarde, en la 7ª planta, en el número 6, de la calle Astillero, del barrio bilbaino de Zorroza, tuvo lugar un nuevo enfrentamiento armado, falleciendo uno de los miembros de ETA (Urcelay Ymaz), que hizo frente, junto con otros, a los guardias civiles. Otro de ellos y dos agentes más, resultaron heridos de diversa consideración.

Imagen
Imagen

DESACTIVACIÓN :
Vaga presunción basada en hechos discutibles
de experiencias no concluyentes
desarrollados mediante instrumentos sin precisión
por personas inseguras
con decisiones cuestionables
Avatar de Usuario
TE DUCK QUEEN
Nivel: Alto -Inspector de Policía-
Nivel: Alto -Inspector de Policía-
 
Mensajes: 1470
Registrado: Mar Feb 19, 2008 8:26 pm
Ubicación: BEHIND YOU

Re: COMO OCURRIÓ

Notapor TE DUCK QUEEN » Vie Sep 09, 2011 12:46 am


GUARDIA CIVIL D. FEDERICO CARRO JIMENEZ
GUARDIA CIVIL D. MANUEL AVILA GARCIA


ImagenImagen

El Cabo Primero de la Guardia Civil Federico Carro Jiménez, natural de la localidad mallorquina de Pollensa, de 29 años de edad, soltero y el Guardia Civil Manuel Ávila García, natural de la localidad de Alcalá la Real (Jaén), de 22 años de edad, soltero; ambos destianados en el Puesto de Guernika de la Comandancia de Vizcaya.

El miércoles 9 de septiembre de 1987, cuando realizan tareas de reconocimiento del itinerario entre una fábrica de armas de la población y el acuartelamiento, al acercarse a inspeccionar un vehículo sospechoso, aparcado a unos 50 metros aproximadamente del Cuartel de Guernika, los terroristas accionan a distancia su sistema de iniación electrico. Produciéndose una explosión, que alcanzó de lleno a ambos agentes, que fallecieron a consecuencia de las graves lesiones sufridas.
Imagen

DESACTIVACIÓN :
Vaga presunción basada en hechos discutibles
de experiencias no concluyentes
desarrollados mediante instrumentos sin precisión
por personas inseguras
con decisiones cuestionables
Avatar de Usuario
TE DUCK QUEEN
Nivel: Alto -Inspector de Policía-
Nivel: Alto -Inspector de Policía-
 
Mensajes: 1470
Registrado: Mar Feb 19, 2008 8:26 pm
Ubicación: BEHIND YOU

AnteriorSiguiente

Volver a Caídos, Honores y Homenajes

¿Quién está conectado?

Usuarios navegando por este Foro: No hay usuarios registrados visitando el Foro y 0 invitados