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Inicio curso: septiembre 2019

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Francisco Mujika Garmendia 'Pakito', el que fuera 'número uno' de ETA hasta su arresto en Bidart en 1992, se muestra como un seguidor de Arnaldo Otegi y de la Declaración de Alsasua con la que la izquierda 'abertzale' pretende impulsar un proceso político "en ausencia de la violencia" -de ETA y del Estado- bajo su control y no del de la banda.

En una conversación intervenida en la cárcel, asegura, que ésta es la opción respaldada por la mayoría de etarras presos que, según sostiene, incumplen las órdenes de la dirección y se niegan a ser utilizados por ésta. "La mayor parte de los presos que estamos en el Estado español estamos a favor del cambio. En Francia, no lo sé. Es gente diferente, más joven, pero si abren los ojos...", señala.

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Una parte de los casi 560 presos de ETA que cumplen condena en cárceles españolas se han negado en las últimas semanas a mantener encuentros y visitas de alguno de los abogados del MNLV para evitar recibir sus consignas favorables a las tesis de la banda terrorista y contrarias a las conclusiones del debate interno de la izquierda abertzale -resumidas en el documento 'Zutik Euskal Herria-- en las que se apuesta por un nuevo escenario en ausencia de violencia, según fuentes penitenciarias. Al igual que ha ocurrido en las asambleas del exterior, en las prisiones se ha producido un apoyo muy mayoritario a las tesis de Arnaldo Otegi.
Estas mismas fuentes han añadido que entre ciertos sectores de presos ha crecido el malestar contra algunos de los letrados de la banda, a los que se considera la voz de ETA, por sus intentos de obstaculizar el apoyo mayoritario recibido en las cárceles a la vía que representa el ex dirigente abertzale Arnaldo Otegi o la 'declaración de Alsasua' en la que se defendió la aplicación de los conocidos como principios Mitchell para solucionar el "conflicto".
Las fuentes consultadas declinaron ofrecer un número determinado o un porcentaje concreto sobre el número de presos que ha respaldado esta iniciativa, pero confirmaron que en las cárceles también se ha producido el debate que en los últimos meses se ha dado a nivel asambleario en distintos territorios del País Vasco y Navarra, subrayando que el resultado en las prisiones ha sido un espejo de lo acontecido en el exterior donde el apoyo a la declaración de Alsasua ha sido mayoritario. En este sentido, fuentes policiales destacan que incluso en pueblos guipuzcoanos con una gran presencia abertzale nadie se atrevió a defender las tesis de ETA en las asambleas, al haber en las mismas una mayoría de personas favorables a las tesis de la Declaración de Alsasua.
El frente de 'makos' se resquebraja
Algunos de los abogados del MNLV son los encargados en muchos casos de transmitir los mensajes de la banda a su frente de 'makos' y hacerles llegar las directrices de ETA. De ese modo, a través de las visitas, se trasladan instrucciones acerca de protestas, iniciativas, o el régimen disciplinario que debe adoptar el colectivo.
De este modo, llega a las prisiones las posiciones de la banda terrorista en el debate del seno de la izquierda 'aberztale' o la última protesta que el EPPK llevó a cabo el pasado enero en rechazo a lo que consideraba un "aumento en la represión del Estado en las cárceles" y que tuvo un seguimiento muy desigual.
Según fuentes de la lucha antiterrorista, los últimos movimientos en el entorno de la izquierda abertzale también han dividido al propio colectivo de abogados ya que hay algunos más cercanos a Otegi, por edad y por convicción, mientras hay otros que se mantienen en su seguidismo incondicional a la banda y sus métodos.
Habitualmente, la renuncia a los abogados de ETA es uno de los primeros signos por el que los presos manifiestan su distanciamiento de la banda. El último caso más significativo es el de los seis presos que firmaron la una carta en la que anunciaron su abandono voluntario de ETA. Se trata de Fernando de Luis Astarloa, Josu García Corporales, Luis María Lizarralde Izagirre, Andoni Altza Hernández, José Manuel Fernández de Nanclares y José Antonio Hernández de Velasco.
Todos ellos hacía años que dejaron de secundar las protestas del colectivo e incluso dejaron de recibir a los abogados del EPPK. Y como ellos, hay un número considerable de internos etarras que también se encuentran en situación similar repartidos por distintas cárceles de la geografía española, según fuentes estas fuentes.
Otras fuentes de la lucha antiterrorista ya llamaron la atención de la actividad de algunos letrados del MNLV tras la detención, el pasado 28 de octubre en Hendaya, de Joseba Agudo Macisidor, quien actuaba como correo entre los miembros de ETA huidos en el extranjero y la banda. Según estas fuentes, este detenido era uno de los abogados que acostumbraba a no trasmitir a sus 'jefes' realmente el sentir de los presos cuando estos le manifestaban opiniones de carácter posibilista o cuando le deslizaban sus dudas acerca de la actividad terrorista.

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El Ministerio del Interior no quiere que Arnaldo Otegi y Rafa Díez Usabiaga, principales impulsores del debate interno en la izquierda abertzale, compartan prisión, y el pasado noviembre trasladó al primero a la cárcel de Navalcarnero (Madrid) desde la de Estremera (Madrid), donde permanece el que fuera líder del sindicato LAB. Ambos representan la línea partidaria del final de la violencia, ahora mayoritaria en el mundo radical,.

Otegi y Díez Usabiaga fueron detenidos en octubre de 2009 junto a otros seis militantes abertzales, acusados de ser los integrantes de Bateragune, el órgano de dirección de la izquierda abertzale en sustitución de lo que fue la Mesa Nacional de Batasuna. El juez Baltasar Garzón los procesó a todos ellos el pasado enero por un delito de integración en organización terrorista.

Los citados Otegi y Díez Usabiaga, Miren Zabaleta, Arkaitz Rodríguez, Sonia Jacinto, Txelui Moreno, José Manuel Serra y Amaia Esnal ingresaron inicialmente en la cárcel de Soto del Real (Madrid) y días después fueron conducidos a la de Estremera. Los tres últimos quedaron en libertad bajo fianza (Txelui Moreno ejerce ahora de portavoz de la izquierda abertzale) y el resto fue dispersado entre noviembre y diciembre pasados. Sólo Usabiaga y Sonia Jacinto permanecen en Estremera. Miren Zabaleta fue conducida a la cárcel de Mansilla (León), Arkaitz Rodríguez en la de Albocàsser (Castellón) y Otegi a la de Navalcarnero. La dispersión, pues, ha afectado a todos ellos, pero resulta especialmente relevante en el caso de Otegi y Díez Usabiaga.

Posiciones políticas idénticas

Fuentes penitenciarias consultadas por este diario manifestaron que ambos líderes mantienen en prisión posiciones idénticas a favor del fin de la violencia, según ha quedado reflejado en las comunicaciones que mantienen con terceras personas.. Como cualquier otro preso acusado de un delito de terrorismo, Otegi y Díez Usabiaga han sido incorporados al Fichero de Internos de Especial Seguimiento (FIES), que tienen intervenidas todas sus comunicaciones.

Esta circunstancia, que ambos conocen, no ha impedido que Otegi afirmara a un interlocutor, cuya identidad no ha trascendido (recibe la visita de su mujer y de las abogadas Jone Goiricelaia y Arantxa Zulueta, entre otras), que o ETA “se suma a la procesión (en alusión a la apuesta de la izquierda abertzale por las vías políticas y democráticas) o se suicida”. El contenido de dicha conversación fue adelantada días atrás por El Mundo.

Varios interlocutores de prisiones aseguran que Otegi goza de gran predicamento en el “frente de makos”, como ETA define a sus presos, lo que puede favorecer aún más la apuesta por el fin de la violencia entre los reclusos de la banda terrorista. Las mismas fuentes interpretan que el hecho de separar a ambos dirigentes puede obedecer a la intención de sondear el grado de identificación de sus posiciones políticas y conocer a las personas que visitan a cada uno de ellos.

El colectivo de presos de ETA (EPPK) anunció que ha dejado la dinámica de protesta emprendida contra "los cacheos con palpación" a sus familiares y amigos, ya que el Gobierno central "ha dejado en suspenso la orden".

En una nota de prensa, remitida al diario Gara, los presos de la banda armada señalan que, desde se empezaron a "imponer" los cacheos a sus familiares y amigos, han desarrollado numerosas iniciativas de denuncia tanto dentro como fuera de las cárceles. Además, añadió que se han "suspendido muchísimos vis a vis".

El colectivo de presos asegura que recientemente el Gobierno central "ha dejado en suspenso la orden de los cacheos con palpación", por lo que, en lo sucesivo, estas prácticas "deberán ser concretas, motivadas y sin palpación".

Por ello, los reclusos, "ante esta nueva situación", han decidido interrumpir su dinámica de protesta y dejan "en suspenso" los movimientos preparados para los próximos meses".

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jagger30 escribió::cabreado: Manda huevos

El colectivo de presos de ETA (EPPK) anunció que ha dejado la dinámica de protesta emprendida contra "los cacheos con palpación" a sus familiares y amigos, ya que el Gobierno central "ha dejado en suspenso la orden".

En una nota de prensa, remitida al diario Gara, los presos de la banda armada señalan que, desde se empezaron a "imponer" los cacheos a sus familiares y amigos, han desarrollado numerosas iniciativas de denuncia tanto dentro como fuera de las cárceles. Además, añadió que se han "suspendido muchísimos vis a vis".

El colectivo de presos asegura que recientemente el Gobierno central "ha dejado en suspenso la orden de los cacheos con palpación", por lo que, en lo sucesivo, estas prácticas "deberán ser concretas, motivadas y sin palpación".

Por ello, los reclusos, "ante esta nueva situación", han decidido interrumpir su dinámica de protesta y dejan "en suspenso" los movimientos preparados para los próximos meses".

http://www.europapress.es/euskadi/notic ... 42153.html
Saludos.

Sinceramente, pregunto : ¿ y esto no es una bajada de pantalones?...¿a que responde el cese enesta medida?...¿ a los demás presos y familias si y a los etarras no?...¿ que es esto?

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El Colectivo de Presos Políticos Vascos (EPPK) manifestó su "ilusión" por la "acumulación de fuerzas independentistas" que se produce en la actual coyuntura y manifestó que se apuesta por "un proceso democrático para superar el conflicto político y ejercer el derecho de decisión".

En un comunicado remitido el pasado viernes al diario "Gara", los presos de la banda afirmaron que "la acumulación de fuerzas independentistas nos llena de ilusión y fuerza".

EPPK aludió también a la próxima celebración del Aberri Eguna para asegurar que "también estará presente celebrando" el Día de la Patria Vasca "en el acto de Irun-Hendaia". El colectivo se muestra convencido de que su "dinámica de lucha" se ha situado "en el centro del debate político" aunque rechazaron las "intoxicaciones y las manipulaciones" que "padecen" cuando se le alude. En ese sentido, aseguró que varios reclusos "han sido interrogados" recientemente sobre "la estrategia de liberación nacional de Euskal Herria".

El comunicado sirve también para anunciar que ya no están en el colectivo de los presos Fernando de Luis Astarloa, Josu García Corporales, Luis María Lizarralde, Andoni Alza, J.M. Fernández Pérez y José Antonio Hernández Velasco, ahora internados en la cárcel de Nanclares, tras desmarcarse de la estrategia de ETA. Según EPPK, "ya no pertenecen" al colectivo "al asumir la estrategia del enemigo".

También asegura que "la dinámica de lucha" emprendida por los presos de la organización terrorista en enero, tendrá su continuidad en los próximos meses, para "seguir reclamando el estatus político", reclamar su "repatriación al país". Por último, se refiere a la aparición del cuerpo sin vida del activista de ETA Jon Anza, cuya muerte consideran que "responde a la guerra sucia de los estados".

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El Ministerio del Interior ha trasladado en las últimas semanas a la cárcel alavesa de Nanclares de la Oca a otros cinco destacados presos de ETA que se ha mostrado críticos con la dirección de la banda, entre los que destacan José Luis Urrusolo Sistiaga y Rafael Caride Simón, autor del atentado de Hipercor.

Fuentes penitenciarias confirmaron a Efe que recientemente también han sido trasladados a Nanclares los etarras Aitor Bores, Carmen Gisasola y Koldo Carrasco.

Desde que a finales del año pasado, Interior reunió en Nanclares a media docena de reclusos que habían anunciado su intención de abandonar la disciplina de la banda, han ido llegando a esta cárcel cerca de una decena de presos críticos con la cúpula de ETA.

Urrusolo, histórico miembro del 'comando Madrid' en los años 80, hizo pública una carta en septiembre de 2008 en la que se desvinculaba del Movimiento de Presos Vascos y criticaba la estrategia de ETA y de Batasuna.

Gisasola, responsable del comando "Vizcaya" durante la década de los 80, fue detenida en Francia en 1990, y desde finales de los años 90 también mantiene posiciones críticas con la dirección de la banda.

Por su parte, Rafael Caride Simón cumple 790 años de prisión por el atentado de Hipercor perpetrado en Barcelona en 1987, en el que fueron asesinadas 21 personas.

Además de en la prisión de Nanclares de la Oca, el Ministerio del Interior ha ido concentrando en las prisiones de Villabona (Asturias) y Zuera (Zaragoza) a otro importante grupo de presos etarras que han renunciado a la violencia o han mostrado su disposición a abandonar la banda terrorista.

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jagger30 escribió:Y continua el acercamiento al Pais Vasco de los presos afines a la negociación.

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La dirección de la ilegalizada Batasuna y los representantes del Colectivo de Presos de ETA (EPPK) mantuvieron un enfrentamiento durante los meses finales de 2009 y principios de 2010 en torno a la ponencia Mugarri, elaborada por la dirección de la banda terrorista. Arnaldo Otegi fue acusado de disidente y cinco miembros de Batasuna estuvieron a punto de ser expulsados del Colectivo.
Estos datos se han conocido gracias a los documentos intervenidos por la Guardia Civil durante la operación realizada la semana pasada en la que fueron detenidas diez personas, entre ellas los abogados de presos Arantza Zulueta, Jon Enparantza e Iker Sarriegui, que han sido encarcelados. La documentación, según revela el auto del juez Fernando Grande-Marlaska, fue intervenida en los ordenadores de Naia Zurriarain que trabajaba en el despacho de Zulueta.
El conflicto entre la representación oficial de los presos y la dirección de Batasuna se suscitó a finales del pasado año, cuando se puso en marcha el debate en el seno de la izquierda abertzale. Frente a la ponencia defendida por los dirigentes de Batasuna denominada Zutik Euskal Herria, la cúpula etarra elaboró otra bautizada Mugarri que defendía abiertamente la continuidad de la violencia y que es la que se hizo llegar a los presos. En cambio, en las asambleas de Batasuna tuvo una escasa difusión.
Los dirigentes de Batasuna encarcelados comunicaron a los otros presos que la línea que iba a seguir la izquierda abertzale no era la que indicaba el 'informe Mugarri', sino el de la otra ponencia. Esto provocó que, a partir de noviembre, comenzaran a reflejarse las discrepancias internas. La representación oficial del Colectivo de Presos (EPPK) realizó acusaciones contra los representantes de Batasuna y amenazó con expulsarlos del colectivo. Arnaldo Otegi, en concreto, fue acusado de protagonizar una «disidencia» por hacer públicas sus propias opiniones sin ajustarse a lo marcado por los responsables del colectivo. Se le acusó estar «creando un mal ambiente», según los documentos mencionados por el juez.
La existencia de estas discrepancias provocó que el 22 de enero pasado se celebrara una reunión entre Batasuna y representantes del EPPK. La reunión se celebró tres días después de que se difundiera un comunicado de ETA en el que la banda aseguraba que la izquierda abertzale «ha hablado y ETA hace suyas esas palabras», aunque cuando se refería específicamente a la Declaración de Alsasua omitía intencionadamente ratificar su contenido, lo que reflejaba su desacuerdo con los resultados del debate.
Reunión a tres bandas
Los representantes del Colectivo de Presos reclamaron a los de Batasuna que siguieran «la línea disciplinaria» marcada por el colectivo. Batasuna alegó que contaba con el visto bueno de Ekin y propuso la celebración de una reunión a tres bandas para solucionar los desacuerdos. La cita de enero no acercó la posturas pues, según refleja en un documento el colectivo de presos, los miembros de Batasuna «siguen haciendo lo que quieren» negándose a seguir las instrucciones del Colectivo.
El conflicto se agudizó cuando se difundieron las conclusiones del debate, que no se correspondían con el informe Mugarri.
Para hacer frente a estos desacuerdos, en el mes de febrero, la dirección de Batasuna envió una comunicación al «colectivo de presos» en la que explicaba que los reclusos habían recibido informaciones equivocadas. Batasuna aclaraba que el 'informe Mugarri' fue elaborado por Ekin y enviado a las prisiones. Incluso, en el mes de octubre, aprovechando la detención de Arnaldo Otegi, Rafa Díez y otros dirigentes, fue difundido en algunas localidades. Sin embargo, el documento aprobado en los debates de Batasuna fue el denominado Zutik Euskal Herria.
Batasuna explica a los presos que, en principio, estaba de acuerdo con el 'Mugarri', que defendía la continuidad del terrorismo, pero que «en el fondo» no resultaba tan positivo porque «podía llevarles a un largo ciclo de confrontación». «Por ese motivo, la izquierda abertzale inició el debate y ganó la opción de recurrir al cambio de ciclo, ya que empezar desde cero no supone más que un suicidio político», señala la carta de la dirección de Batasuna.
«La Mesa Nacional de Batasuna recurre a la interlocución del Colectivo de Presos ya que estas críticas han venido desde él y lamenta tener que escribir esta carta y recurrir a ellos para dar queja», indicaba la misiva que la que se indicaba que el envío de la carta era un «hecho excepcional» con el que pretendían subsanar los «problemas surgidos entre ambas estructuras».

foropolicia.es

ETA y Batasuna se disputan, como apoyo a sus respectivas tesis, la adhesión de algo más de 400 presos recluidos en cárceles de España y Francia, que estarían a favor del abandono de la «lucha armada», pero que no se atreven a plantar cara a los herederos de «Txeroki». Los cabecillas temen cada vez más que aumenten las deserciones y por ello intentó introducir «comisarios políticos» en los centros penitenciarios de Zuera y Villabona, donde el Gobierno está reagrupando a los etarras críticos con la actual estrategia de terror.
La banda y los sectores más pragmáticos de la coalición abertzale han trasladado a las cárceles el pulso que mantienen desde hace poco más de un año acerca de si debe priorizarse la «lucha armada», como ha ocurrido hasta ahora, o si por el contrario ha llegado el momento de apostar por las «vías políticas». Con una Batasuna sin prácticamente presencia institucional, huérfana de liderazgo, acosada por el Estado de Derecho, que ha llevado a un sentimiento de derrorismo entre los «batasunkides»; con una ETA muy debilitada, que atraviesa dificultades para ejercer el papel de «vanguardia» del MLNV, lo único que parece tener capacidad de movilización y cohesión en la «izquierda abertzale» son los cerca de 800 presos distribuidos en cárceles de España y Francia.
El Ministerio del Interior calcula que aproximadamente 200 presos de ETA, la mayoría etarras de última generación constituyen el núcleo duro a favor de que se intensifique la acción terrorista como medida de presión para forzar al Gobierno a una negociación.
Frente a estos está el grupo intregrado por cerca de un centenar de internos que de manera más o menos pública ya han mostrado su distanciamiento de la «lucha armada». En medio de ambos está el sector más numerosos, los más de 400 presos que desearían que la banda abandonara la «lucha armada», pero que por temor a represalias no se atreven a desertar.
Seguimiento de los presos
La laboriosa operación de la Guardia Civil, que se ha saldado con la detención de los abogados Arantza Zulueta, Iker Sarriegi y Jon Enparantza, así como de varios de sus colaboradores, «favorecerá que muchos de estos 400 reclusos se rebelen contra los cabecillas etarras, aunque sea con cuentagotas», vaticinan expertos antiterroristas.
Y es que la citada investigación ha dejado al descubierto, por ejemplo, los planes de ETA de crear una «base de datos» para controlar a todos sus presos, desde el momento de su detención. Se trataría de acumular información sobre su estancia en la cárcel, traslados,cumplimiento de la condena, el grado penitenciario, visitas que recibe, síntomas de debilitamiento, solicitud de beneficios penitenciarios al margen del «colectivo» y en su caso circunstancias de la puesta en libertad.
El caso es que a Naia Zurriarain, la pasante de Arantza Zulueta, se la incautó en su ordenador, entre otra mucha documentación, dos carpetas sobre las prisiones de Zuera (Zaragoza) y Villabona (Asturias), donde el Gobierno está concentrando a los presos partidarios del abandono de la «lucha armada». Así, figuran comunicaciones de los responsables de «Halboka» a los reclusos que están en esos centros y también notas que estos envían a los dirigentes. En relación a esta cuestión, otro documento titulado «No podemos continuar así» muestra la preocupación de los cabecillas por los presos desertores atrincherados contra la férrea disciplina en Zuera, Villabona y también Puerto III. Resulta significativo que ETA propusiera a estos reclusos hacer público un comunicado para criticar la política penitenciaria del Gobierno para, de esta forma, tapar sus actitudes desertoras. En otro documento se recogen anotaciones sobre los supuestos intentos de las autoridades penitenciarias para apartar a algunos reclusos de la disciplina del «colectivo de presos».
Pagar de su bolsillo
Las investigaciones revelan también que, por una parte, ETA no está dispuesta a consentir un mínimo amago de deserción pero, si no puede evitarlo, porque los críticos son cada vez más, entonces se reserva una serie de represalias. Por ejemplo, que los presos «traidores» se paguen un abogado de su bolsillo.
Lo cierto es que, con el objetivo de mantener la férrea disciplina entre sus presos, ETA divulgó la propuesta «Mugarri», con la que concluyó su proceso asambleario celebrado entre 2007 y 2009, y que anuncia una «prolongación del conflicto»; esto es, más atentados. Para contrarrestar la propuesta de la banda, Batasuna, con carácter «excepcional», divulgó en las cárceles una carta, fechada el pasado mes de febrero, en la que trataba de aclarar los «malos entendidos» que entre los presos había provocado su ponencia «Zutik Euskal Herria», con la que concluyó su debate interno, y en la que apuesta por las «vías exclusivamente políticas». Para empezar, la coalición consideraba que no había sido apropiado llevar a los pueblos el «informe Mugarri» de ETA, ya que su lectura no era positiva para abrir un nuevo «proceso de paz». Ello porque lo que propone es «un largo ciclo de confrontación. Más bien al contrario, Batasuna señalaba que el único texto que debía tratarse era el suyo. Además, lamentaba la mala acogida que «Zutik» había tenido en el «colectivo de presos», al que recordaba que en el debate interno participaron «miles» de «batasunkides».