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Isla de Perejil
La isla de Perejil es un islote deshabitado situado en el estrecho de Gibraltar (entre el mar Mediterráneo y el océano Atlántico), a unos 200 metros de la costa continental de África y a unos 8 km al noroeste del núcleo urbano de la ciudad española de Ceuta.
En la actualidad se encuentra deshabitada y sin que exista ningún símbolo de soberanía por parte de los dos países que reclaman el islote como propio (España y Marruecos). España afirma que el Perejil forma parte de su territorio, si bien su situación político-administrativa es oscura, ya que no es ni parte de la ciudad autónoma de Ceuta (el proyecto de estatuto de autonomía ceutí incluía el islote como territorio de la ciudad, pero tal referencia fue retirada ante las protestas de Marruecos) ni considerado plaza de soberanía. Para Marruecos su soberanía no ofrece dudas jurídicas y forma parte de su territorio nacional por lo que le disputa su posesión a España, lo que dio lugar a un célebre incidente en 2002 (en el comunicado de prensa emitido por la agencia oficial marroquí MAP, equivalente a la Oficina de Información Diplomática española, el islote es descrito como situado en l’intérieur des eaux territoriales du royaume, "en el interior de las aguas territoriales del reino"). Tras este incidente, ambos países firmaron una nota en la que se comprometían a volver a la situación anterior al incidente, de forma que el islote sería desalojado, sin abandonar ninguno de ellos, sin embargo, sus pretensiones territoriales.
Un canal de media milla la separa del continente. La profundidad del agua a sus pies llega a alcanzar de 20 a 30 metros. Entre la isla y la tierra firme está el fondeadero de Perejil, que puede dar cobijo a pequeñas embarcaciones, y ha sido utilizado tanto por pescadores que en mal tiempo buscaban su protección, como por contrabandistas, que encontraban resguardo ante la belicosidad de los habitantes cercanos.
En la costa este aparecen dos pequeñas caletas, llamadas la más septentrional del Rey y la más meridional de la Reina. Cercana a esta caleta se hallan los restos de una torre y de un aljibe, construidos por los portugueses. La isla cuenta con una cueva de suficiente tamaño para albergar en su interior a unas 200 personas.
Se encuentra deshabitada, y apenas tiene algún tipo de flora o fauna, con clima mediterráneo muy árido. Registra temperaturas que oscilan entre los 15 °C en invierno y los 35 °C en verano.
Tras la llegada de un grupo de gendarmes marroquíes al islote en 2002, posteriormente relevados por infantes de marina y subsecuentemente desalojados por tropas españolas, Perejil ha vuelto a quedar desalojado (statu quo ante), no existiendo ningún tratado bilateral o multilateral que acuerde quién tiene la soberanía sobre el islote. Ni en el Tratado de Fez de 1912 ni en el tratado de independencia de Marruecos (Declaración conjunta hispano-marroquí de 7 de abril de 1956) se menciona la isla de Perejil. De acuerdo con la comparecencia de la ministra española de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, ante la Comisión Conjunta de Asuntos Exteriores y Defensa del Congreso de los Diputados, el 17 de julio de 2002, dicho statu quo implica...... la abstención de actos relativos a la misma, así como de cualquier asentamiento permanente y, por supuesto, cualquier permanencia de símbolos de soberanía.
Parte de la población española ignoraba su misma existencia hasta que el 11 de julio de 2002 un grupo de 6 gendarmes marroquíes instalaron tiendas de campaña en una pequeña explanada situada entre las escarpadas paredes de roca de la isla, según Marruecos para usarla como observatorio contra la inmigración ilegal y el tráfico de drogas. Este hecho provocó el incidente diplomático ante el que España exigió la vuelta al statu quo anterior a la ocupación marroquí. España fue apoyada sin reservas por la inmensa mayoría de los países de la Unión Europea con la excepción inicial de Francia y Portugal. En la mañana del 17 de julio, en la llamada Operación Romeo-Sierra, códigos radiofónicos de las letras R y S, Recuperar Soberanía, y cuyo coste final fue inferior al millón de euros, los 6 soldados marroquíes que sustituyeron a los gendarmes fueron desalojados sin oponer resistencia alguna por tropas españolas pertenecientes al Mando de Operaciones Especiales (MOE) del Ejército de Tierra, en una acción conjunta con la Armada, que desplegó numerosos buques, y el Ejército del Aire, que proporcionó cobertura con aviones F/A-18 con base en Morón, Sevilla. Los gendarmes marroquíes fueron conducidos en helicópteros a la Comandancia general de la Guardia Civil de Ceuta, desde donde se les trasladó a la frontera con Marruecos. A lo largo de ese mismo día, las tropas especiales españolas son sustituidas por miembros de la Legión que permanecerán en el islote hasta que Marruecos, por mediación de los Estados Unidos, acordó el retorno al statu quo previo al 11 de julio en la isla, que ha quedado de nuevo desierta.
En su momento se apuntó como principal causa del incidente la reclamación por parte de Marruecos de Ceuta y Melilla. De hecho, diversos analistas apuntaron posteriormente que la desproporción de la fuerza militar empleada por España para recuperar el islote llevaba una advertencia implícita a Marruecos con respecto a sus reclamaciones sobre las dos ciudades norteafricanas y como posible maniobra de distracción sobre la situación en el antiguo Sahara Español y así poder incumplir las recientes resoluciones al respecto tomadas en el seno de la ONU y su Consejo de Seguridad[cita requerida].
La soberanía sobre el islote es reclamada tanto por España como por Marruecos. Uno de los argumentos españoles para dar fe de que la isla es española se basa en que el proyecto de autonomía de Ceuta de 1987, incluía el islote Perejil dentro del término municipal de la Ciudad. Sin embargo, esto no quedó recogido en el texto definitivo de 1994 del Estatuto de autonomía de la ciudad.
El interés estratégico del islote es bastante dudoso si se tiene en cuenta la tecnología militar actual.