Ceuta y Melilla. Plazas de soberanía

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Re: Ceuta y Melilla. Plazas de soberanía

Notapor Juanete » Mié Ago 01, 2012 1:10 pm


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Isla de Perejil

La isla de Perejil es un islote deshabitado situado en el estrecho de Gibraltar (entre el mar Mediterráneo y el océano Atlántico), a unos 200 metros de la costa continental de África y a unos 8 km al noroeste del núcleo urbano de la ciudad española de Ceuta.

En la actualidad se encuentra deshabitada y sin que exista ningún símbolo de soberanía por parte de los dos países que reclaman el islote como propio (España y Marruecos). España afirma que el Perejil forma parte de su territorio, si bien su situación político-administrativa es oscura, ya que no es ni parte de la ciudad autónoma de Ceuta (el proyecto de estatuto de autonomía ceutí incluía el islote como territorio de la ciudad, pero tal referencia fue retirada ante las protestas de Marruecos) ni considerado plaza de soberanía. Para Marruecos su soberanía no ofrece dudas jurídicas y forma parte de su territorio nacional por lo que le disputa su posesión a España, lo que dio lugar a un célebre incidente en 2002 (en el comunicado de prensa emitido por la agencia oficial marroquí MAP, equivalente a la Oficina de Información Diplomática española, el islote es descrito como situado en l’intérieur des eaux territoriales du royaume, "en el interior de las aguas territoriales del reino"). Tras este incidente, ambos países firmaron una nota en la que se comprometían a volver a la situación anterior al incidente, de forma que el islote sería desalojado, sin abandonar ninguno de ellos, sin embargo, sus pretensiones territoriales.

Un canal de media milla la separa del continente. La profundidad del agua a sus pies llega a alcanzar de 20 a 30 metros. Entre la isla y la tierra firme está el fondeadero de Perejil, que puede dar cobijo a pequeñas embarcaciones, y ha sido utilizado tanto por pescadores que en mal tiempo buscaban su protección, como por contrabandistas, que encontraban resguardo ante la belicosidad de los habitantes cercanos.

En la costa este aparecen dos pequeñas caletas, llamadas la más septentrional del Rey y la más meridional de la Reina. Cercana a esta caleta se hallan los restos de una torre y de un aljibe, construidos por los portugueses. La isla cuenta con una cueva de suficiente tamaño para albergar en su interior a unas 200 personas.

Se encuentra deshabitada, y apenas tiene algún tipo de flora o fauna, con clima mediterráneo muy árido. Registra temperaturas que oscilan entre los 15 °C en invierno y los 35 °C en verano.

Tras la llegada de un grupo de gendarmes marroquíes al islote en 2002, posteriormente relevados por infantes de marina y subsecuentemente desalojados por tropas españolas, Perejil ha vuelto a quedar desalojado (statu quo ante), no existiendo ningún tratado bilateral o multilateral que acuerde quién tiene la soberanía sobre el islote. Ni en el Tratado de Fez de 1912 ni en el tratado de independencia de Marruecos (Declaración conjunta hispano-marroquí de 7 de abril de 1956) se menciona la isla de Perejil. De acuerdo con la comparecencia de la ministra española de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, ante la Comisión Conjunta de Asuntos Exteriores y Defensa del Congreso de los Diputados, el 17 de julio de 2002, dicho statu quo implica...... la abstención de actos relativos a la misma, así como de cualquier asentamiento permanente y, por supuesto, cualquier permanencia de símbolos de soberanía.

Parte de la población española ignoraba su misma existencia hasta que el 11 de julio de 2002 un grupo de 6 gendarmes marroquíes instalaron tiendas de campaña en una pequeña explanada situada entre las escarpadas paredes de roca de la isla, según Marruecos para usarla como observatorio contra la inmigración ilegal y el tráfico de drogas. Este hecho provocó el incidente diplomático ante el que España exigió la vuelta al statu quo anterior a la ocupación marroquí. España fue apoyada sin reservas por la inmensa mayoría de los países de la Unión Europea con la excepción inicial de Francia y Portugal. En la mañana del 17 de julio, en la llamada Operación Romeo-Sierra, códigos radiofónicos de las letras R y S, Recuperar Soberanía, y cuyo coste final fue inferior al millón de euros, los 6 soldados marroquíes que sustituyeron a los gendarmes fueron desalojados sin oponer resistencia alguna por tropas españolas pertenecientes al Mando de Operaciones Especiales (MOE) del Ejército de Tierra, en una acción conjunta con la Armada, que desplegó numerosos buques, y el Ejército del Aire, que proporcionó cobertura con aviones F/A-18 con base en Morón, Sevilla. Los gendarmes marroquíes fueron conducidos en helicópteros a la Comandancia general de la Guardia Civil de Ceuta, desde donde se les trasladó a la frontera con Marruecos. A lo largo de ese mismo día, las tropas especiales españolas son sustituidas por miembros de la Legión que permanecerán en el islote hasta que Marruecos, por mediación de los Estados Unidos, acordó el retorno al statu quo previo al 11 de julio en la isla, que ha quedado de nuevo desierta.

En su momento se apuntó como principal causa del incidente la reclamación por parte de Marruecos de Ceuta y Melilla. De hecho, diversos analistas apuntaron posteriormente que la desproporción de la fuerza militar empleada por España para recuperar el islote llevaba una advertencia implícita a Marruecos con respecto a sus reclamaciones sobre las dos ciudades norteafricanas y como posible maniobra de distracción sobre la situación en el antiguo Sahara Español y así poder incumplir las recientes resoluciones al respecto tomadas en el seno de la ONU y su Consejo de Seguridad[cita requerida].

La soberanía sobre el islote es reclamada tanto por España como por Marruecos. Uno de los argumentos españoles para dar fe de que la isla es española se basa en que el proyecto de autonomía de Ceuta de 1987, incluía el islote Perejil dentro del término municipal de la Ciudad. Sin embargo, esto no quedó recogido en el texto definitivo de 1994 del Estatuto de autonomía de la ciudad.

El interés estratégico del islote es bastante dudoso si se tiene en cuenta la tecnología militar actual.

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Re: Ceuta y Melilla. Plazas de soberanía

Notapor Juanete » Mié Ago 01, 2012 1:12 pm



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Re: Ceuta y Melilla. Plazas de soberanía

Notapor Juanete » Lun Ago 13, 2012 7:41 pm


Oposiciones Cnp 2013

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Re: Ceuta y Melilla. Plazas de soberanía

Notapor Juanete » Dom Ago 19, 2012 1:03 pm


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Re: Ceuta y Melilla. Plazas de soberanía

Notapor Juanete » Sab Sep 01, 2012 9:38 am


Acceso al cuerpo de policía autonómica del País Vasco

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Protectorado español de Marruecos

El Protectorado español de Marruecos (en árabe: حماية إسبانيا في المغرب, o Himāyat Isbāniyā fi-l-Magrib; Denominado en círculos marroquíes también الاحتلال الإسباني للمغرب, al-iḥtilāl al-isbānī li-l-Magrib u 'ocupación española de Marruecos') es la figura jurídica aplicada a una serie de territorios del sultanato de Marruecos en los que España, según los acuerdos franco-españoles firmados el 27 de noviembre de 1912, ejerció un régimen de protectorado.

El protectorado consistía en dos territorios del actual Marruecos, geográficamente disjuntos: la zona del norte de Marruecos, que incluye las regiones del Rif y Yebala, tenía frontera en el norte con las ciudades de Ceuta y Melilla (que no pertenecían al territorio del protectorado ya que eran territorio español) y con el condominio internacional de Tánger; tanto al sur como al este lindaba con el Protectorado francés de Marruecos. La zona sur estaba Tarfaya, lindando con la ex colonia española del Sahara español, al suroeste y al norte con el río Draa como frontera. Ocho meses antes de los acuerdos, Francia había creado su propio protectorado sobre la mayor parte del actual Marruecos. Sin embargo, la creación de una administración colonial sobre los territorios del protectorado en el Rif no se produciría hasta 1927, una vez la zona hubo sido pacificada. El protectorado duraría hasta el día 7 de abril de 1956, salvo lo que se conocía como el protectorado meridional o región norte de las tres en que se dividió el Sahara español.

Los orígenes remotos del protectorado podrían hallarse en los intentos castellanos y portugueses de expansión en el norte de África [cita requerida]. Durante la segunda mitad del siglo XV y primera del XVI, Castilla ocuparía sucesivamente Melilla (1496), Cazaza y Mazalquivir (مرسى الكبير) (1505), el Peñón de Vélez de la Gomera (1508), Orán (1509), el peñón de Argel, Bugía y Trípoli (1510), Bona, Bizerta, Túnez y La Goleta (1535), en tanto que Portugal centraba su expansión en el litoral atlántico, tomando Ceuta (1415), Tánger (1471), Mazagán (1502), Mogador (1516), Agadir (1505).No obstante, la mayor parte de las plazas fueron perdidas durante el mismo siglo XVI, de forma que a la asunción de la corona portuguesa por parte de Felipe II, las únicas plazas en manos de los reyes hispánicos eran Melilla, el Peñón de Vélez de la Gomera, Orán-Mazalquivir (por el lado castellano) y Ceuta, Tánger y Mazagán (por el portugués).

Aunque durante el reinado de Felipe III se conquistaron también Larache (1610) y La Mámora (1614), el ascenso de la dinastía alauí significó la conquista de la mayor parte de las plazas en manos de países occidentales. A la muerte del sultán Ismaíl (1672–1727), sólo Mazagán (Portugal), Tánger (Inglaterra) y Ceuta (que había preferido seguir al lado de los reyes españoles en 1640, cuando Portugal se independizó), Melilla, las islas Alhucemas (ocupadas en 1673) y el Peñón de Vélez de la Gomera, en manos españolas, escapaban de su dominio. De esta forma, sólo Ceuta, Melilla, las islas Alhucemas y el Peñón de Vélez de la Gomera seguían en manos españolas al inicio del siglo XIX.

Las plazas habían conservado siempre un carácter de presidios, cuya ampliación había sido una constante durante el siglo XVIII. En 1774, el sultán Sidi Mohamed atacó Melilla, la cual estuvo sometida a un asedio que duró tres meses. Sin embargo, el asedio fue infructuoso y el sultán de Marruecos decidió adoptar una política amistosa hacia España.

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Territorrios del protectorado español de 1913-1956
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Re: Ceuta y Melilla. Plazas de soberanía

Notapor Juanete » Sab Sep 01, 2012 9:48 am


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Las plazas fuertes de África

Los orígenes remotos del protectorado podrían hallarse en los intentos castellanos y portugueses de expansión en el norte de África. Durante la segunda mitad del siglo XV y primera del XVI, Castilla ocuparía sucesivamente Melilla (1496), Cazaza y Mazalquivir (مرسى الكبير) (1505), el Peñón de Vélez de la Gomera (1508), Orán (1509), el peñón de Argel, Bugía y Trípoli (1510), Bona, Bizerta, Túnez y La Goleta (1535), en tanto que Portugal centraba su expansión en el litoral atlántico, tomando Ceuta (1415), Tánger (1471), Mazagán (1502), Mogador (1516), Agadir (1505).No obstante, la mayor parte de las plazas fueron perdidas durante el mismo siglo XVI, de forma que a la asunción de la corona portuguesa por parte de Felipe II, las únicas plazas en manos de los reyes hispánicos eran Melilla, el Peñón de Vélez de la Gomera, Orán-Mazalquivir (por el lado castellano) y Ceuta, Tánger y Mazagán (por el portugués).

Aunque durante el reinado de Felipe III se conquistaron también Larache (1610) y La Mámora (1614), el ascenso de la dinastía alauí significó la conquista de la mayor parte de las plazas en manos de países occidentales. A la muerte del sultán Ismaíl (1672–1727), sólo Mazagán (Portugal), Tánger (Inglaterra) y Ceuta (que había preferido seguir al lado de los reyes españoles en 1640, cuando Portugal se independizó), Melilla, las islas Alhucemas (ocupadas en 1673) y el Peñón de Vélez de la Gomera, en manos españolas, escapaban de su dominio. De esta forma, sólo Ceuta, Melilla, las islas Alhucemas y el Peñón de Vélez de la Gomera seguían en manos españolas al inicio del siglo XIX.

Las plazas habían conservado siempre un carácter de presidios, cuya ampliación había sido una constante durante el siglo XVIII. En 1774, el sultán Sidi Mohamed atacó Melilla, la cual estuvo sometida a un asedio que duró tres meses. Sin embargo, el asedio fue infructuoso y el sultán de Marruecos decidió adoptar una política amistosa hacia España.

La Guerra de África

Ya en el siglo XIX, la debilidad del sultanato marroquí lleva a una progresiva intervención de países occidentales en sus asuntos internos, notablemente Francia, Reino Unido y España. En el caso español, con el pretexto de responder a un ataque sobre Ceuta llevado a cabo por algunas tribus limítrofes (las tribus de Anyera), España ataca a las fuerzas marroquíes desarrollando unas operaciones militares de cierta envergadura que desembocan en la batalla de Los Castillejos, la toma de Tetuán (1860) y la firma de los tratados de 1860 (Tratado de Paz y de Amistad entre España y Marruecos o de Wad-Ras) y 1861. Mediante estos tratados:

  • Se amplían los límites de Ceuta y Melilla.
  • Se concede a España un territorio en Santa Cruz de la Mar Pequeña (lo que sería luego Sidi Ifni) que permita instalar un establecimiento pesquero.
  • Se obliga al sultán de Marruecos a pagar una indemnización de 100 millones de francos-oro, garantizados por la ocupación de Tetuán.
  • Marruecos se compromete a la firma de un tratado comercial y a facilitar el establecimiento diplomático español en Fez.

Aunque el pago de la indemnización creó enormes dificultades financieras a Marruecos, la indemnización fue finalmente pagada, por lo que Tetuán fue devuelta el 2 de mayo de 1862.

Por estas fechas, Marruecos se había convertido definitivamente en una encrucijada de los intereses europeos: Reino Unido, muy sensible a cualquier amenaza a su ruta imperial hacia la India, recelaba de la presencia francesa en el Norte de África. Francia, dueña ya de Argelia y poco después de Túnez, desea consolidar su dominio sobre el Norte de África, al tiempo que velaba por la seguridad de Argelia, pronto dividida en tres departamentos franceses. España, por su parte, buscaba asegurar sus presidios norteafricanos al tiempo que impedir ser ahogada por otros países (notablemente Francia). También buscaba una alternativa a los imperios coloniales perdidos en América. Finalmente, Alemania intervendría en Marruecos buscando atizar las divergencias entre Reino Unido y Francia. Son precisamente las apetencias alemanas las que fuerzan a Francia y Reino Unido a llegar a un acuerdo, de forma que en 1890, Reino Unido decide dejar manos libres en Marruecos a Francia (la cual hace lo propio con Egipto en favor de aquella).

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Re: Ceuta y Melilla. Plazas de soberanía

Notapor Juanete » Mié Sep 05, 2012 11:53 am


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Las guerras de Melilla

Tras los tratados firmados entre el sultán de Marruecos y el gobierno español en los años sesenta, las relaciones con España fueron de paz relativa, con el propósito de mantener el statu quo. Sin embargo, la paz se vería perturbada por la crisis de Melilla, que comenzó en 1890 y siguió durante los tres años siguientes. Durante esos años, los choques entre las tropas españolas estacionadas en Melilla y las cabilas rifeñas limítrofes habían ido incrementándose, hasta culminar en el ataque a la ciudad durante los días 27 y 28 de octubre de 1893, en el que murió el general Margallo, gobernador militar de Melilla.

El gobierno español destaca tropas a Melilla al mando del general Martínez Campos, ante la posibilidad de una guerra, el sultán Hassan I destaca a su hermano, con fuertes efectivos, el cual logra reducir la rebelión rifeña. Estos hechos se conocen como la Guerra de Margallo o Primera Guerra del Rif.

A estos enfrentamientos siguió un nuevo periodo de paz relativa, que habría de cambiar tras la pérdida de las últimas colonias en Caribe y el Pacífico en 1898. A partir de entonces, la política exterior de España se centra en el norte de África.

Además España intenta salir de su aislamiento internacional e intentar participar en las nuevas políticas de alianzas que se dan en Europa a comienzos del siglo XX. Desde 1898 España intentó establecer acuerdos entre Francia, Inglaterra o ambos a la vez, pero fueron dificultados por los continuos cambios de gobierno. Fue acercando posiciones con Francia, estando interesada ésta en dominar Marruecos para unificar el norte de África bajo dominio francés. Ya en 1902 ofreció a España el reparto de Marruecos en dos zonas de influencia. Daba a España una zona al norte, entre los ríos Sebú y Muluya, y otra al sur, en torno al antiguo establecimiento de Santa Cruz de la Mar Pequeña. El gobierno español no aceptó entonces, reclamando que Inglaterra fuera informada para evitar su hostilidad. España intento un nuevo acuerdo al año siguiente, pero ya no interesaba a Francia, que había iniciado un acercamiento a Inglaterra.

En estos momentos España era partidaria de mantener el status quo en la zona, pero en 1904 una declaración conjunta franco-británica dejaba sin efecto esa política, pasando a la idea de penetración pacífica en ausencia de un gobierno estable o la existencia de un gobierno hostil.[4] España no tenía intereses coloniales en Marruecos, veía la cuestión como una necesidad de defensa nacional, viendo con malos ojos que una potencia como Francia fuera frontera tanto al norte como al sur.

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Re: Ceuta y Melilla. Plazas de soberanía

Notapor Juanete » Mié Sep 05, 2012 11:58 am


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La Guerra del Rif

La resistencia de los marroquíes a la ocupación hizo que hubiera que enviar refuerzos: en 1913 se alcanzaron los 50.000 soldados españoles. Sin embargo, el comienzo de la Primera Guerra Mundial, hizo que España dejase de ocupar territorios, para evitar una guerra con otras potencias europeas.

Terminada la guerra, se reanudan las operaciones militares que llevan en 1919 al Alto comisario del momento, general Dámaso Berenguer, a establecer la paz en Anyera, El Haus y Wad Ras. En 1920 se toman las alturas del Gorges y Ben Karrich y en septiembre, tras una larga marcha, las alturas de Beni Hasan y Xauen. Todo parecía indicar que la pacificación definitiva llegaría al Protectorado, sobre todo con la expedición del General Silvestre hacia el interior del Rif, hasta llegar a Annual. Pero la realidad era bien distinta, porque un gran número de tribus rifeñas no estaban acatando la autoridad española, todo lo contrario: Bajo el mando de Abd el-Krim, un cadí rifeño educado en España, estos pasaron al ataque y destrozaron las líneas defensivas españolas, provocando una desbandada entre los bisoños soldados españoles. En unos días, todo el Ejército español del Marruecos oriental había sido aniquilado y Melilla se hallaba bajo el asedio de las huestes rifeñas. Abd el-Krim aprovechó las consecuencias de su gigantesco triunfo y creó una República independiente al estilo occidental y muy moderna para la época, la República del Rif. Tras el desastre de Annual (julio de 1921) ante las cábilas de Abd el-Krim, en la España peninsular se abrió el camino hacia la dictadura de Primo de Rivera. Sería, no obstante, el dictador el que organizaría en 1925 el desembarco de Alhucemas que con ayuda francesa supondría el fin de las guerras de Marruecos y el inicio de la pacificación definitiva de la zona y su articulación administrativa.

Durante la Guerra del Rif, (concretamente, entre 1923 - 1927), fuerzas combinadas franco-españolas arrojaron bombas de gas mostaza sobre los rebeldes bereberes. Unos 100.000 soldados españoles y 325.000 franceses acabaron siendo necesarios para completar el control del territorio, hasta su total pacificación en 1927.

El ejército español intenta controlar el territorio mediante la construcción de pequeños fuertes o blocaos, generalmente construidos en lugares elevados y distantes unos 30 km entre sí. Los blocaos, sin embargo, rara vez tienen agua, lo que obliga a los soldados a ir a buscarla a diario haciendo recorridos que en ocasiones son de varios kilómetros a lomos de mulas. Se convierten entonces en blanco fácil de los francotiradores o pacos. De este modo, un ejército descentralizado, escaso y mal armado como el rifeño (que no cuenta con apenas artillería y no posee aviones ni barcos) consigue poner en jaque y prácticamente derrotar a un ejército convencional y mucho más numeroso como el español. Los rifeños tienen a su favor el hecho de combatir en su propia casa, el conocimiento del terreno y la motivación. Su enemigo es, sin embargo, un ejército desmotivado, desorganizado y corrupto, formado por soldados de reemplazo asustados y deseosos de volver a sus casas. La guerra, de hecho, propiciará la creación de un cuerpo militar más organizado y combativo: la Legión Española, creada a imagen y semejanza de la Legión Extranjera Francesa, cuyos jefes son Francisco Franco y José Millán-Astray. La organización del ejército rifeño, por otro lado, será considerada una de las fuentes de la teoría de la guerra de guerrillas y revisada y recuperada en distintos conflictos a lo largo del siglo XX.

En los enfrentamientos que siguen a Annual, el ejército de Abd el-Krim arrincona cada vez más a las tropas españolas, incluso fuera del Rif, tomando la importante ciudad de Chauen y amenazando Tetuán, pero desde Melilla se inició una dura contraofensiva que permitió recuperar parte del territorio perdido. Desde mediados de septiembre de 1921 hasta el 11 de enero de 1922 se recuperó la línea de Dar Drius, sobre el rio Kert. Nador, Zeluán y Monte Arruit fueron reconquistados, y los soldados contemplaron horrorizados los cadáveres aún insepultos de las víctimas del desastre.

El 13 de septiembre de 1923, el Capitán General Miguel Primo de Rivera se rebela contra su comando y contra el gobierno, contando con el respaldo del Rey. La Dictadura que implantó tenía como uno de sus principales objetivos acabar con la guerra en África. En el ejército se temía que adoptara la posición abandonista, que le había caracterizado antes del golpe; no obstante, consolidaría la presencia española en Marruecos mediante una gran victoria militar (el desembarco de Alhucemas) que pondría fin a años de permanentes guerras y dificultades. Abd el-Krim, por su parte, se proclamó sultán de Marruecos, pero no fue reconocido por los jeques de la zona francesa. Los ataques rifeños contra posiciones españolas continuaron durante todo el año 1924.

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Re: Ceuta y Melilla. Plazas de soberanía

Notapor Juanete » Dom Sep 09, 2012 6:20 pm


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La II República y la Guerra Civil Española

El 1 de mayo de 1931 los obreros marroquíes se manifiestan pidiendo la igualdad con los españoles, y 800 notables marroquíes envían una carta al Presidente Niceto Alcalá-Zamora pidiéndole la igualdad en todos los aspectos con los españoles. Sin embargo, la II República sólo trajo dos cambios: se concedió la nacionalidad española a los judíos, y el 5 de abril de 1934 se ocupó Ifni. En julio de 1936, España disponía en Marruecos de un ejército de 32.000 hombres, incluidos los nativos. El 17 de julio de 1936 se inicia en Melilla la sublevación militar que se extiende al resto del protectorado. El día 19 llega a Tetuán el general Franco por vía aérea desde las islas Canarias, para hacerse cargo del ejército de África, cuyo paso al territorio metropolitano sería clave en el desarrollo de la sublevación y consecuente Guerra Civil.

El régimen franquista aprovechó la derrota francesa en 1940 para ocupar la ciudad de Tánger (hasta entonces con un estatuto de ciudad internacional). La ocupación duraría hasta el final de la II Guerra Mundial en 1945.

Con la liberación del Marruecos francés en 1942, los marroquíes fundaron partidos políticos en todo Marruecos. En el Protectorado español surgieron el Reformista y el Unionista, que rápidamente se fusionaron en el Partido Reformista y publicaron un manifiesto pidiendo la independencia. Ambos partidos fueron respaldados por Ahmed Belbachir Haskouri, mano derecha del Jalifa. Ambos fueron tolerados por España. Entre tanto, el sultán de Marruecos Mohamed V rehusó por primera vez en 1944 las decisiones del Residente francés (principal representante del gobierno). Este gesto era un síntoma de la creciente agitación nacionalista en contra del dominio extranjero. En 1946 el Partido Reformista reclama que los marroquíes puedan explotar las riquezas de su país en empresas mixtas con los españoles, al estilo de lo que ya se permitía en el Marruecos francés.

En 1948 los partidos nacionalistas marroquíes forman un Frente Nacional con el objetivo de lograr la independencia. En repetidas ocasiones, el sultán señaló que él deseaba lo mismo. Por ello, en 1952 Francia depuso al sultán y lo desterró sustituyéndolo por otro. España mostró su descontento por no haber sido informada previamente: en 1954 Franco declara que el Protectorado español permanecerá bajo la soberanía del jalifa, nombrado por el sultán, ya que el cese de éste exige el consentimiento previo español. En 1955, Thami Glaoui y las autoridades francesas en Marruecos respaldadas por Rafael García Valiño querían ofrecer provisionalmente el trono de Marruecos entero al jalifa. Ahmed Belbachir Haskouri se opuso a la idea ya que los franceses estaban perdiendo la guerra en contra de la resistencia. Esto hizo que la situación en el Marruecos francés fuese deteriorándose, lo que llevó a los franceses a permitir el regreso del sultán en 1955. Un año después, el 2 de marzo de 1956, Mohammed V consiguió el reconocimiento de la independencia de su país por parte de Francia. El 7 de abril de 1956, España, a pesar de las protestas formuladas por el Ejército (entre otros por el general García Valiño, alto comisario) hace lo propio reconociendo la independencia marroquí. Finalizaban de esta forma los protectorados ejercidos por Francia y España, respectivamente, sobre Marruecos. La zona sur (Cabo Juby o Tarfaya) no pasó a soberanía marroquí hasta 1958, en tanto que Ifni, que se había convertido en provincia española ese mismo año, hizo lo propio once años más tarde, siguiendo las resoluciones de Naciones Unidas.
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Re: Ceuta y Melilla. Plazas de soberanía

Notapor Juanete » Dom Sep 09, 2012 6:27 pm


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Organización administrativa

El régimen administrativo del Protectorado se deriva del concepto mismo de protectorado, existiendo una dualidad formal de autoridades. Por una parte, existe una administración marroquí, al frente de la cual se encontraba el jalifa, el cual ejercía, por delegación del sultán, todos sus poderes, fundamentalmente el legislativo, que ejercía mediante el dahir (decreto). También era la máxima autoridad religiosa. Este gobierno dirigido por el jalifa recibía la denominación de Majzén y se encontraba dividida en departamentos, a modo de ministerios, coordinados por el Gran Visir. Los ministros eran el qadi al-qudat (jefe o juez de jueces), el Visir de los Habus (patrimonio inalienable cuyas rentas se destinan a una obra o institución piadosa o religiosa), el amin al-amlak y el amin al-umana (ministro de Hacienda). Contaba con un consejo consultivo formado por dos representantes de cada una de las cinco regiones. El jalifa era elegido por el sultán de entre una dupla propuesta por el gobierno español. El primer jalifa era Mohammed Mehedi Uld Ben Ismael. Ismael era hermano del sultan Hassan I y luego el sultán Hassan I era el tío abuelo del segundo jalifa. El primer jalifa tomó posesión de su cargo en Tetuán el 27 de abril de 1913. Sólo dos jalifas ocuparon el cargo hasta la independencia de Marruecos, el ya citado Muley el Mehdi (entre 1913 y 1923) y su hijo Muley el Hassán bin el Mehdi (que asumió a los trece años, «reinando» entre 1925 y 1941 y más tarde entre 1945 y 1956).

La administración española estaba dirigida por un Alto Comisario, una figura desarrollada a imagen y semejanza de los altos comisionados ingleses, formalmente acreditada ante el jalifa, como representante del sultán, pero de hecho la máxima autoridad en el Protectorado. La Alta Comisaría dirigía la acción política de España en el Protectorado, y de ella emanaban las órdenes e instrucciones. El alto comisario estaba asistido por diversas departamentos (Asuntos Indígenas, Fomento y Hacienda). Existía un interventor territorial en cada una de las regiones, representado directamente a la Delegación de Asuntos Indígenas. Subordinados a él existía un siguiente escalón, con interventores comarcales y, finalmente, interventores locales. El mantenimiento del orden estaba a cargo de los Regulares (fuerzas del ejército español con "indígenas" rifeños) y de la Policía Indígena. En el aspecto militar, el alto comisario estaba asistido por tres comandantes con sede en Ceuta, Melilla y Larache.

La Delegación de Asuntos Indífenas fue una delegación perteneciente a la Alta Comisaria que ejerció funciones administrativas a nivel local durante el Protectorado español en Marruecos. La organización administrativa, se dispuso, a nivel general, de este modo: Al Alto Comisario correspondía la dirección de la acción española en la totalidad de la zona y a su persona estaban subordinadas todas las autoridades (incluidas las militares). Entre sus actividades estaban las de intervenir los actos del Jalifa, el régimen de las ciudades en las que los cónsules actuaban como interventores, dictar la política general y aprobar o dirigir, en su caso, las operaciones militares. Contaba como elementos auxiliares con las Delegaciones de Asuntos Indígenas, Fomento y Hacienda. A la de servicios Indígenas se le encomendaba la Secretaría General y el asesoramiento en todo lo referente a las relaciones con las cabilas, la inspección de la Administración de Justicia Islámica, las relaciones con la Jurisdicción Consular para protección de los naturales y con la jerifiana para todo lo relativo a inmuebles y a la reivindicación de los bienes habices, la inspección de escuelas y dispensiones sanitarios y las misiones españolas en labor educativa.

En Marruecos no existía con anterioridad ninguna organización que velara por la salud pública, salvo en Tánger, y las autoridades trataron de remediar esta deficiencia, creando en 1916 la Inspección de Sanidad, dentro de la Oficina de Asuntos Indígenas. Los tebib españoles tuvieron que vencer el recelo que los marroquíes sentían hacia sus curanderos y a los remedios caseros, realizando grandes campañas de vacunación que contribuyeron al prestigio del país protector. Junto a la acción sanitaria, la cultura era la otra asignatura pendiente para los marroquíes, ya que la enseñanza estaba estrechamente ligada a la religión y consistía en aprender de memoria el Corán, con lo que los alumnos conseguían el título de taleb, que los acreditaba a ampliar sus estudios en madrasas o enseñar en las mezquitas. Todas estas instituciones estaban en decadencia y los niveles culturales eran muy bajos. España encomendó, nuevamente la tarea de culturizar a la población, a la Delegación de Asuntos Indígenas, de la que dependía una Junta de Enseñanza que se creó el 3 de abril de 1913. Esta Junta nació con el propósito de formar al personal que habría de dedicarse a esa tarea y como instrumento para conocer la geografía, la literatura, la historia y el derecho marroquí. A estos efectos se organizó un Centro de estudios marroquíes en el Instituto Libre de las Carreras Diplomática y Consular y se crearon cátedras de árabe en algunas escuelas de comercio y una junta de árabe en la Junta de Ampliación de Estudios.

Posteriormente se crearon en Melilla y Ceuta negociados de Asuntos Indígenas que ejercían funciones de vigilancia, en cierto modo similares, en las comarcas ocupadas. En 1937, en plena Guerra Civil española, la organización territorial de Marruecos estaba a cargo del Gobernador General de Territorio, un Teniente Coronel, responsable de los asuntos civiles y militares ante la Dirección General de Marruecos y colonias de la Presidencia de Gobierno.
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Re: Ceuta y Melilla. Plazas de soberanía

Notapor Juanete » Dom Sep 09, 2012 6:32 pm


Gc Edicion 175 Aniversario

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Organización territorial

En un principio, las autoridades españolas distribuyeron el territorio asignado de forma genérica en tres demarcaciones puestas bajo la autoridad de las comandancias generales de Ceuta, Melilla y Larache. Sin embargo, esta división no fue definitiva. En 1918, el protectorado se dividía en dos únicas zonas, Oriental y Occidental, bajo la autoridad de las comandancias militares de Melilla y Ceuta, respectivamente.

En 1927, una vez pacificado y ocupado efectivamente el territorio, la Alta Comisaría comenzó a organizar el territorio en regiones. Al caer la monarquía e instaurarse la República, se crearon tres regiones civiles. La organización definitiva, que se mantendría hasta el final del protectorado, data de 1935 cuando el servicio de Intervenciones dividió el territorio en cinco regiones: Yebala, Lucus, Chauen o Gomara, Rif y Kert. Además de las capitales de cada territorio, existían una serie de localidades con cierta importancia.

Éstas eran Arcila, Xauen, Tetuán, Villa Sanjurjo, Villa Nador y Larache.

Región Lucus; 3.114 Km2. Capital Larache
Región Yebala; 3.038 Km2. Capital Tetuán capital del Protectorado
Región Gomara; 3.91 2Km2. Capital Xauen
Región Rif; 3.47 5Km2. Capital Villa Sanjurjo (actual Alhucemas)
Región Kert; 6.117 Km2. Capital Villa Nador (actual Nador)

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Re: Ceuta y Melilla. Plazas de soberanía

Notapor Juanete » Lun Sep 17, 2012 8:56 pm



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Guerra de Margallo

La «Guerra de Margallo» o Primera Guerra del Rif es una campaña casi desconocida y bastante marginada de las guerras de España en Marruecos, que tuvo lugar entre 1893 y 1894. En este caso la lucha no fue contra el sultanato de Marruecos, como ocurriera 34 años antes en la llamada Guerra de África de 1859 a 1860, sino contra las tribus o cabilas que rodeaban Melilla.

El nombre de «Guerra de Margallo» viene del apellido del entonces gobernador de Melilla, Juan García Margallo, quien añadió la gota final en las tensas relaciones entre españoles e indígenas al comenzar la construcción de una fortificación cerca de la tumba de una persona santa para aquellas tribus. De este modo, en poco tiempo un grupo de unos 6.000 guerreros descendieron de las montañas para rodear y sitiar la ciudad de Melilla.

Tras la guerra de 1859 España había aumentado notablemente sus territorios en el norte de Marruecos, incluyendo Ceuta y Melilla, que habían aumentado su territorio a costa de los circundantes. Esto se aprovechó para intentar aumentar las defensas en ambas ciudades, que se consideraban notablemente vulnerables. Estas obras se vieron incrementadas en presupuesto y velocidad de construcción gracias a que la prensa aireó ciertos incidentes en el norte de África. Entre ellos destaca la captura de seis comerciantes españoles por parte de algún grupo armado en el norte de Marruecos. El equipo de rescate compuesto por el cañonero Isla de Luzón llegó a la conclusión de que los seis habían sido ya vendidos como esclavos. De esta forma los esfuerzos para aumentar las defensas de la ciudad de Melilla se incrementaron, especialmente en Peuta de Cabiza y Punta Dolossos.

Sin embargo, una de estas construcciones fue a llevarse a cabo cerca de la tumba de un santo de las cabilas, Sidi Guariach, colmando los ánimos de los nativos dentro de un ambiente ya tenso de por sí.
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Re: Ceuta y Melilla. Plazas de soberanía

Notapor Juanete » Lun Sep 17, 2012 9:01 pm


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Asedio de Melilla

La guerra comenzó cuando el 3 de octubre unos 6.000 guerreros, procedentes de 39 cabilas y armados con rifles Remington, descendieron de las montañas y atacaron a los cerca de 400 soldados que guardaban la periferia de la ciudad. Los soldados lucharon durante todo el día sufriendo 20 muertos, mientras la ciudad se aprestaba a la defensa y sus ciudadanos se refugiaban detrás de las murallas. Aunque se organizó una milicia civil para ayudar en la defensa, la gran desproporción en número de atacantes y defensores era tal que finalmente estos últimos se vieron obligados a retirarse.

Debido a la ausencia de armamento pesado los atacantes trataron de tomar la ciudad asaltándola a cuerpo descubierto y escalando las murallas. Pese a la escasez de soldados que tenía la ciudad (400 y la recién formada milicia ciudadana), al contrario que los bereberes, los españoles sí tenían armamento pesado. La artillería, unida a los modernos fusiles Mauser que portaban los infantes españoles, causó en los atacantes cerca de 160 bajas, obligándoles a retirarse. Rechazado ese día el primer ataque, la artillería comenzó a castigar las tribus rebeldes, pero uno de esos disparos acertó en una de las mezquitas con tan mala suerte que logró derruirla. Este incidente convertiría la rebelión en una guerra santa.

Respuesta española

En España la reacción no se hizo esperar y se puso en alerta la flota, se movilizó el ejército de Andalucía y se envió el acorazado Numancia y dos cañoneras: el Isla de Cuba y el Conde de Venadito. Además, 3.000 soldados fueron trasladados a los puertos, listos para ser embarcados. Las bajas totales de ese día para los españoles ascenderían a 21 muertos y 100 heridos. Al día siguiente, día 4, el Numancia bombardeó numerosas de las tribus rebeldes. Así mismo, nueva artillería llegó hasta Melilla.

Por su parte la noticia de la mezquita destruida por la artillería se extendería por todo Marruecos, comenzando a llegar gente de todo el país para unirse a la yihad, así para el día 5, las fuerzas marroquíes ya se componían de unos 20.000 hombres desmontados y 5.000 a caballo.

En las semanas siguientes se mantuvo una calma tensa mientras la diplomacia actuaba. El sultán de Marruecos Hassan daba la razón a España en los términos de su derecho a la defensa y su derecho a la construcción de dichas fortificaciones. Sin embargo, la ausencia de firmeza y de ganas a la hora de pacificar a sus propios conciudadanos enfurecía al gobierno español, que se encontraba envuelto en una delicada situación, con su ejército y economía cargando con todo el peso de las operaciones, mientras el sultanato no hacía nada por restablecer la situación. Finalmente el sultán envió un contingente al mando de Baja-el-Arbi para restablecer el orden, pero fueron derrotados, empeorando aún más las relaciones con el sultanato.

Durante todo este tiempo y las semanas siguientes la lucha se centró en los fuertes de Camellos y San Lorenzo, hasta que los rifeños consiguieron destruirlos. De modo que el gobernador, Margallo, envió un nuevo contingente y trabajadores para cavar nuevas trincheras en los fuertes de Cabrerizas y Rostro Gordo, más defendibles al estar al amparo de la artillería de la ciudad.

El 22 de octubre el cañonero Conde de Venadito entró por el río Ouro y disparó 31 salvas a las trincheras de los rifeños y regresó al puerto de Melilla sin ningún daño. El 27, 5.000 bereberes atacaron la colina Sidi Guariach, que, pese al apoyo de los cañones del Venadito y de las baterías de la ciudad, lograron tomar, obligando al gobernador Margallo y al general Ortega a abandonar los fuertes e internarse en la ciudad.
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Re: Ceuta y Melilla. Plazas de soberanía

Notapor Juanete » Dom Sep 30, 2012 5:49 am


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Orden del Mérito Jalifiano

La Orden del Mérito Jalifiano era la máxima condecoración de mérito otorgada por el jalifa de la zona del Protectorado español en Marruecos, como representante del sultán de Marruecos en el protectorado español. Fue fundada en 1913 por el Parlamento español, como parte de la organización del Protectorado, y concluye su historia en 1958, con la reintegración del Marruecos español tras la independencia del país.

Aunque es común considerarla una condecoración militar se trata de una condecoración civil aunque se otorgó tanto a civiles como a militares. Creda el 18 de agosto de 1926 siendo el artífice de la misma S.A.I. el Jalifa Mohammed Mehedi Uld Ben Ismael quien la otorgaba si bien la propuesta solía proceder de las autoridades españolas.

La Gran Cruz de la Medahuia fue otorgada, entre otros, a José Luis García Rodríguez, Médico; Manuel Diaz-Merry e Iñíguez y a Juan Luis Beigbeder

La insignia de la Orden está constituida por una estrella salomónica en color azul, con adornos de oro en el interior de sus puntas, y con un centro circular orlado en azul en el anverso, ofreciendo la representación de un Sol poniente reflejado en un mar verde azulado, mientreas que en el reverso figura una inscripción en árabe que dice "Muley el Mehdi Ben Ismail glorificado por Dios".

La cinta es de color verde con lista central blanca.

Las categorías se acreditan mediante medallas de bronce, plata y oro y placas de plata y oro, añadiéndose por Decreto Visirial de 10 de mayo de 1937 la categoría de Gran Collar, sólo accesible a Jefes de Estado, y por Decreto de 6 de agosto de 1945 las categorías de lazo, cordón, banda y Gran Cruz destinada a las damas.

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Re: Ceuta y Melilla. Plazas de soberanía

Notapor Juanete » Dom Sep 30, 2012 6:00 am


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Rif

El Rif (en amazigh, Arrif y en árabe, الريف Ar-Rīf) es una región montañosa del noroeste de África, con costa en el Mediterráneo, que abarca desde la región de Yebala hasta Kebdana (Nador) en la frontera con Argelia. Forma parte de España y Marruecos. Se trata de una región tradicionalmente aislada y desfavorecida. Sus habitantes son mayoritariamente bereberes o amaziges, aunque también existe una minoría árabe. El idioma materno de la mayor parte de la población es el "tamazight rifeño" o tarifit, aunque mucha gente (principalmente los varones) habla también el árabe dialectal, el francés y el español, que constituyen las principales lenguas extranjeras.

Administrativamente, la región del Rif comprende cinco provincias marroquíes: Alhuceima, Nador, Taza, Berkane y Taourirt. Asimismo incluye la ciudad española autónoma de Melilla. Las localidades más notables son Melilla, Alhucemas (antigua Villa Sanjurjo), Nador, Kebdana, Berkane, Taza, Axdir (antigua capital de la República del Rif), etc.

El Rif es una zona con influencia española desde hace siglos, ya que muchos musulmanes que escaparon de España durante el reinado de los Reyes Católicos se instalaron aquí, y desde 1912 hasta 1956 formó parte del Protectorado Español. Así se puede observar el estilo andalusí en muchos de sus edificios, el dominio generalizado del idioma español o influencias gastronómicas, como la tortilla o la paella.

Sin embargo, las tribus del Rif no se sometieron durante mucho tiempo a los españoles. Con ansias independentistas, los bereberes nunca han visto con buenos ojos que su pueblo fuera absorbido por España (Melilla y el Protectorado) y Marruecos (el resto del Rif). Durante siglo XIX y XX, esta influencia se resume con los siguientes hitos:

  • Guerra de África (1859-1860), que finalizó con el Tratado de Wad-Ras tras la Batalla de Tetuán.
  • Guerra de Margallo (o Primera Guerra del Rif) (1893-1894).
  • Guerra de Melilla (1909) (Desastre del Barranco del Lobo). Fue originada por discrepancias en la Compañía Española de Minas del Rif.
  • Protectorado español de Marruecos (1913-1956): No fue hasta 1912 cuando Francia, con el apoyo de Alemania y la retirada de los intereses británicos e italianos, realizó el reparto con España de Marruecos, asignándole un territorio norte (Yebala-Rif) y otro sur (Tarfaya).
  • Guerra del Rif (1911-1926): la ocupación española chocó con una violenta oposición de las tribus del Rif lideradas por Abd al-Krim, que se materializó en el llamado Desastre de Annual (1921). Finalmente fue aplastada tras el Desembarco de Alhucemas (1925) con la ayuda de Francia (tropas bajo el mando del que luego sería presidente de la república, general Pétain). Esta rebelión dio lugar a una efímera independencia del territorio, la República del Rif -1921-1926- (su primer presidente fue Abd al-Krim).

El Rif es una zona geográficamente muy extensa, desde las montañas que rodean Melilla. Sin embargo, hay una diferencia entre el Rif geográfico y el cultural, ya que las montañas cercanas a Tetuán y Chauen reciben hoy el nombre de Yebala y sus habitantes, conocidos como yeblis o yebala ("montañeses"), quienes étnicamente son bereberes pero de lengua árabe. Los rifeños residen en las zonas en torno a las ciudades de Alhucemas y Nador, donde se pueden visitar poblados que han sido poco o nada alterados por las fuerzas colonizadoras de Francia y España o por la moderna marroquinización.

Los europeos cuando visitan el Rif, se ven sorprendidos por el aspecto físico de sus habitantes a semejanza de poblamientos europeos, ya que una gran proporción de ellos presenta un aspecto europeo, con individuos de piel clara, ojos azules, grises o verdes y pelo rubio o pelirrojo. Su origen es precisamente éste y su lengua, el tamazigh o bereber, de origen camita, ha evolucionado al margen de otros fenómenos lingüísticos en las montañas del Rif.

Esta proporción en la presencia de características fisonómicas europeo-nórdicas en sus habitantes supera incluso a muchas regiones europeas donde también se dan, como puede ser el sur de Italia o España.

Cabilas o tribus tradicionales del Rif:

  • Aith Ouriaghel (en español Beni Urriaguel) en Axdir
  • Gzennaya, (Senhaya) al este del Metalsa
  • Guelaia, en la zona de Melilla
  • Mazuza
  • Aith Shisher
  • Aith Sidel (Beni Sidel)
  • Aith Bu Ifrur (Beni Bu-Ifrur)
  • Aith Buyafar
  • Kebdana (Quebdana), en la costa del río Muluya hasta la frontera con Argelia.
  • Aith Said (Beni Said), al oeste del río Kert
  • Aith Stut, árabes al sur de la Quebdana
  • Aith Bu Yahi (Beni Buyahi), a lo largo del río Muluya al sur de Oulad Stut
  • Ibdalsen, al este de los Aitbuyahyi
  • Aith Ulishk (Beni Uliachek), al suroeste de Temsaman
  • Tafersit, al suroeste de Temsaman
  • Aith uzin (Beni uzin), al sur de Temsaman
  • Temsaman, al voltant de la vila d'aquest nom, vora Al Hoceima
  • Aith Amart (Beni Ammart), al sur de los Beni Urriaguel
  • Targuist, al sudeste de los Beni Urriaguel
  • Bokoya (Bocoya), entre Axdir y Bades
  • Aith Itteft, al este de Bades
  • Aith Bu Frah (Beni Bu-Frah), al este de Aith Itteft
  • Mestasa, al este de Aith Bu Frah
  • Mtiwa, entre Mestasa y Oued Ouring

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