Formación Oficial H&K |
Formación / tutoriales H&K |
uspsuministros.com |
enlace de la noticiaRescatan a 50 sobrevivientes del terremoto que sacudió Nueva Zelanda
Los rescatistas de Nueva Zelanda lograron liberar a 50 sobrevivientes de los escombros, mientras que unas 300 personas aún permanecen desaparecidas, después del terremoto que sacudió la ciudad de Christchurch el martes pasado.
Con el correr de las horas, las fuerzas de rescate de Nueva Zelanda van perdiendo las esperanzas de encontrar sobrevivientes entre los escombros. Hasta la noche local del miércoles se habían hallado 75 cadáveres.
Entre los sobrevivientes se cuenta un bebé herido hallado entre los brazos de su fallecida madre. "Salió corriendo de una tienda en la calle Cashel pero unos escombros le cayeron encima y la mataron", citó el portal de noticias "stuff.co.nz" a un hombre en la especialmente afectada ciudad de Christchurch. "Intentamos quitar los escombros de su cuerpo, pero ya estaba sin vida".
El primer ministro neozelandés, John Key, habló de "muerte y destrucción en una magnitud terrible". Peritos privados calculan que los daños ascenderían a 12.000 millones de dólares (unos 8.700 millones de euros).
El presidente estadounidense Barack Obama envió rescatistas norteamericanos y explicó que Washington está dispuesto a enviar más ayuda en caso de ser necesario.
Los servicios de rescate aceleran sus tareas, aunque las fuertes réplicas continuaron afectando a la región, haciendo que los edificios derruidos se conviertan en potenciales trampas mortales para quienes desempeñan esas tareas.
Entre quienes lograron ser liberados de los escombros se encuentra Anne Bodkin, una mujer que se había guarecido debajo de un escritorio cuando el martes comenzó el terremoto de magnitud 6,3. Su esposo Graham, que permaneció junto a los escombros, presenció su rescate.
También hubo un final feliz para la australiana Ann Voss, según informó el miércoles por la noche la radio australiana. La mujer se había refugiado debajo de un escritorio en su casa y había avisado de su ubicación a una emisora de televisión australiana. "No creo que lo logre", le dijo a su hijo. Luego su teléfono celular se quedó sin batería. Los rescatistas la sacaron debajo de toneladas de asfalto, acero y vidrio, con algunas costillas rotas y heridas cortantes.
El panadero Shane Tomlin también está entre quienes fueron rescatados con vida. La imagen de su rostro cubierto por el polvo cuando fue rescatado por los auxiliares médicos entre los escombros del centro comercial en la calle Cashel dio la vuelta al mundo.
Se estima que sólo en la sede de la emisora Canterbury Television hay 50 personas enterradas, aunque posiblemente no hayan sobrevivido a la tragedia. Informaciones previas sobre 15 posibles supervivientes fueron descartadas como falsas.
"Creemos que ahí no hubo opciones de sobrevivir", dijo el director de las operaciones de rescate, David Lowry. Los socorristas no encontraron señales de vida tras horas de búsqueda, agregó.
Se cree que en el edificio estaban también 15 estudiantes japoneses. Las ruinas parcialmente calcinadas amenazan con desplomarse, algo que pone en peligro a las fuerzas de rescate, según Lowry.
También el cercano hotel Grand Chancellor, de 26 pisos, corría un alto riesgo de derrumbe.
El primer ministro Key habló de "muerte y destrucción en una magnitud terrible". "Mucha gente perdió la vida. Muchas familias perdieron a sus seres queridos (...). Estas muertes son nuestras mayores pérdidas", señaló. "Nos recuerdan que los edificios son sólo edificios, las calles sólo calles, pero nuestra gente es irremplazable".
Key visitó la zona afectada el martes. El gobierno declaró después el estado de emergencia, que otorga amplios poderes a la Defensa Civil para coordinar las labores de rescate.
El ayuntamiento dispuso una morgue en la base militar de Burnham, adonde concurrían personas desesperadas en busca de información sobre sus familiares desaparecidos.
Australia, Singapur, Japón y Estados Unidos, entre otros países, enviaron tropas de rescate para continuar la búsqueda de sobrevivientes. Se espera que a los 200 hombres que están trabajando en las tareas de búsqueda y rescate se sumen otros 500.
El papa Benedicto XVI manifestó hoy su aflicción por las víctimas y los daños. En un telegrama enviado al obispo católico de Christchurch, Benedicto agrega que ora "por todos aquellos que están trabajando en el rescate y asistencia de los heridos y de aquellos que aún permanecen entre los escombros, así como por aquellos que están trabajando para restaurar los servicios esenciales".