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Enrique Figueredo | La comisaría central de los Mossos d´Esquadra en Barcelona ha sufrido un brote de contagios de tuberculosis. Fuentes del cuerpo policial prefirieron ayer hablar de "cadena de positivos" en la prueba de tuberculina antes que de brote y encuadraron el suceso en las circunstancias propias del trabajo policial en una comisaría en la que entran y salen muchos detenidos cuya situación sanitaria no es siempre la mejor.
Aunque las fuentes oficiales no revelaron el numero exacto de agentes que dieron positivo en la prueba de la tuberculina durante este primer trimestre del 2007, documentación de la dirección general de la Policia a la que ha tenido acceso este diario confirman, al menos, cuatro casos. Sin embargo, fuentes del Sindicat de Policies de Catalunya (SPC) de los Mossos d´Esquadra aseguraron ayer que el número se elevaba ya a seis o siete.
Los primeros casos de este brote se detectaron el pasado mes de febrero aunque la posibilidad del contagio había sido advertido por el Departamento de Salud a principios de enero. Un detenido estaba enfermo y con capacidad para infectar.
Al menos, cuatro de las personas que estuvieron en contacto con él dieron positivo. Fuentes oficiales de los Mossos d´Esquadra señalaron ayer que "no necesariamente la cadena de positivos (en la prueba de la tuberculina) está relacionada con el contacto que se tuvo con el detenido, ya que, además, no han contraído la enfermedad.
Mientras que la dirección general de la Policia se muestra satisfecha en líneas generales con la aplicación de los protocolos de prevención de riesgos laborales y, en concreto, en lo referido a los brotes de tuberculosis en las diferentes comisarías, los sindicatos creen que no se actúa con la suficiente rapidez, ni se dispone de los medios adecuados para la prevención. En los últimos seis meses, además de la alarma habida en la central barcelonesa, se activaron los protocolos también en Santa Coloma, Lleida y Tarragona, dando en estas plantillas negativo en todos los casos.
El grupo de funcionarios más expuestos a este tipo contagios son los que trabajan en la vigilancia y custodia de los calabozos. La inmensa mayoría de los detenidos de Barcelona son trasladados a las dependencias centrales, es decir, a la comisaría de Les Corts. El sindicato SPC denuncia que el tipo de mascarillas de que dispone el personal de calabozos no es la adecuada. Según esta central, no filtran lo suficiente. Las conocidas como N95, informa el sindicato, que según estos datos filtran partículas superiores 0,3 micras, serían las adecuadas. Además, solicitan que se lleven a cabo pruebas periódicas cada seis meses al personal con más alto riesgo de exposición al bacilo de la tuberculosis, a la vez que se reclama que se lleven a cabo charlas informativas de forma continuada - aunque ya se vayan haciendo-, ya que el personal de calabozos, según el sindicato, va cambiando y no todo el mundo dispone de información necesaria. Según la estadística, el porcentaje de personas que, dando positivo en la tuberculina, después desarrollan la enfermedad es muy bajo.
Para el SPC, los contagios por tuberculosis son un exponente más de la falta de salubridad de la comisaría. Un informe sindical habla además de una especie de plaga de pequeñas moscas que salen por los sumideros de las duchas - ubicadas sobre la zona de calabozos- y de la falta de mangueras a presión para la adecuada limpieza de las celdas. El SPC denuncia la falta de desinsectación y de desinfección por personal especializado.