Aduanas abandona la ETEA para que se pueda comenzar la Ciudad del Mar
El servicio de vigilancia ha utilizado el viejo muelle de la Armada durante los últimos seis años
El Servicio de Vigilancia Aduanera ha liberado todo el espacio que ocupaba en la antigua Escuela de Transmisiones de la Armada desde el año 2002. Con la salida del velero Somni, trasladado a la dársena de A Laxe, los muelles de la ETEA han quedado expeditos para que pueden ser reformados, dentro del ambicioso proyecto de Ciudad del Mar, donde está previsto que se ubiquen todos los centros científicos relacionados con el medio marino.
El Somni era el último barco que quedaba en la ETEA, puesto que el resto de embarcaciones que fueron requisadas por los agentes del SVA han sido puestas a disposición de distintos depósitos judiciales. De estos bienes requisados se hacen cargo distintas entidades sin ánimo de lucro que son las encargadas del mantenimiento de los barcos.
El desalojo ha sido urgido por la apertura al público del antiguo centro militar. A partir del 11 de febrero los ciudadanos podrán hacer uso de los campos de deportes y posteriormente de la piscina, que tendrá que ser reparada para poder volver a utilizarse. Se trata de una demanda de los vecinos expresada desde hace años.
El Servicio de Vigilancia Aduanera ha venido utilizando desde hace seis años el antiguo muelle militar para efectuar desembarcos de droga y de tripulaciones de buques interceptados por el SVA en alta mar. Su ubicación, lejos de miradas curiosas, lo convertía en un lugar discreto para realizar este tipo de operaciones y poder desembarcar con tranquilidad las decenas de fardos que se apilaban en el muelle. Ahora estas operaciones tendrán que efectuarse en otros muelles del puerto de Vigo.
La mayoría de los barcos incautados se encuentran en mal estado tras penosas travesías en la que los narcotraficante han temido por su propia vida, como fue el caso del pesquero venezolano San Miguel.
Los barcos que han permanecido más tiempo en el muelle de la ETEA han sido el Somni, el Facuca, y el Passión Storm. También estuvo en la ETEA el Isabela, intervenido en el año 2003 y que era propiedad de José C. P. pero iba vacío. Otros barcos se encontraban en mejor estado y han sido reutilizados con fines científicos como el Irene, que fue adquirido por el Centro Oceanográfico de Gran Canaria.
http://www.lavozdegalicia.es/vigo/2009/01/21/0003_7475008.htm