FORO POLICIA

La Audiencia Nacional ha absuelto al miembro del 'comando Txirrita' de ETA Balbino Sáenz de Olarra del atentado en 2002 con coche bomba contra un edificio de Repsol en el madrileño Paseo de la Castellana que se saldó con graves daños materiales.

A pesar de esta absolución, contra la que cabe recurso en el Tribunal Supremo, Saenz de Olarra permanecerá en prisión, ya que actualmente cumple una condena de 108 años de cárcel por el intento de asesinato de los ex ministros socialistas José Barrionuevo y Matilde Fernández, y por un atentado fallido contra dos furgones policiales en Vallecas, ambos también en 2002.

La sentencia le absuelve de los delitos de estragos y robo con violencia, por los que el fiscal reclamaba una pena de 21 años de cárcel. Los otros dos integrantes del 'comando Txirrita' -Imanol Miner y Mikel San Argimiro-, ya fueron condenados a 20 años de cárcel por este atentado. En el juicio, negaron durante que el acusado tuviera relación con el atentado terrorista.

El tribunal sostiene que no ha quedado probado suficientemente su participación, "aún cuando extieran vehementes sospechas e incluso indicios" de que como miembro "realizara actos de ejecución". La única prueba de cargo en su contra, dice la sentencia, hecha pública este viernes, fueron las declaraciones inculpatorias que efectuaron los citados San Argimiro y Villanueva ante la Guardia Civil, que no se han visto respaldadas por su testimonio posterior ni por ningún otro indicio. "Son imprescindibles los elementos de corroboración externa", añade la resolución.

En el juicio, el fiscal sólo aportó como pruebas las declaraciones testificales de los otros dos etarras, la de los policías que les tomaron declaración y la de los expertos en explosivos, que confirmaron que el artefacto empleado en este atentado estaba compuesto por 20 kilos de cloratita y que su explosión puso en peligro a las personas, aunque no hubo heridos.

El atentado contra la sede de Repsol se perpetró mediante la colocación de un Ford Fiesta cargado con 20 kilos de cloratita. La explosión causó daños materiales cuantificados en torno a los 800.000 euros.