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LUCHA CONTRA EL TERRORISMO EN GALICIA
Los agentes tienen identificados a seis independentistas peligrosos en Lugo
Etiquetas: Lugo, independentistas, Policía
13/12/2011 - Miguel Olarte / El Progreso (Lugo)
Las fuerzas de seguridad tienen perfectamente identificadas a la práctica totalidad de las personas que forman parte del núcleo duro del grupo independentista radical Resistencia Galega (RG) en la provincia. Entre todos los niveles -operativo, ideológico y simpatizantes- no suman muchos más de veinte. De ellos, no más de media docena son los que están realmente dispuestos a arriesgarse personalmente a cometer atentados.
A primeros de este mes, una operación de la Policía Nacional dirigida desde la Audiencia Nacional desmanteló varias células de este grupo y detuvo a cinco personas en Santiago, Vigo y Lugo. Cuatro de ellas fueron enviadas a prisión, incluidas las dos apresadas en la capital lucense, Antom Santos y María Osorio.
Ambos son el ejemplo perfecto de lo que supone Resistencia Galega en la provincia. Los dos tienen amplios dosieres en las oficinas de los agentes de información de las fuerzas del orden, especialmente de la Guardia Civil, ya que fue este cuerpo el que antes comenzó a investigar al independentismo radical gallego y el que lo hizo con más medios, ya que el grupo de la Policía es de reciente formación y mucho menos numeroso, tanto en Galicia como en Lugo.
Tanto Antom Santos como María Osorio habían sido sometidos a seguimiento. Ambos, como el 90% de los miembros de RG, tienen estudios universitarios, y ambos se han movido por otras ciudades de la comunidad. Pero hay una diferencia: mientras que los agentes incluyen a Santos dentro del nivel ideológico de la banda, los datos apuntan a que nunca se mostró dispuesto a dar el salto y poner personalmente un artefacto explosivo; algo que, sin embargo, no sería de extrañar en el caso de María Osorio, que a lo largo de su trayectoria como militante en el independentismo radical ha demostrado una mayor implicación en los niveles operativos y de captación tanto de militantes como de medios.
Pocos más serían los que están considerados potencialmente peligrosos. El resto mide más su implicación: reuniones, arengas, pintadas, movimiento asociativo, estructura de apoyo, movilización social y poco más. «Son pocos, pero con mucha movilidad», explicó a este diario un miembro de las unidades de información de las fuerzas de seguridad, «los mismos pertenecen a AMI, a Ceivar, a Nós-UP... a todos los grupos asociados. A algunos de ellos prácticamente los hemos visto crecer».
Galicia
La situación es la misma en el resto de Galicia, donde los agentes cifran en unos 250 los miembros de Resistencia Galega en sus diferentes niveles. Una vez más, la mayor parte de ellos son simpatizantes con un compromiso ideológico pero con escasa voluntad de pasar a la acción. «Las células operativas son tan pequeñas y escasas, que muchas veces se desmantelan solas cuando uno o dos de sus miembros tienen que marcharse a otro lugar o empezar otra vida por motivos laborales o de estudios», detallan los expertos en la actividad terrorista en Galicia.
En el vértice, los investigadores sitúan a una cúpula compuesta por muy pocos miembros, no más de cinco, y de la que formaría parte el histórico Antom García Matos, ‘Toninho’. Las fuentes consultadas por este diario no quisieron revelar dónde se sospecha que se reúne esta cúpula, aunque no descartaron que fuera en el norte de Portugal.
No obstante, el núcleo de Resistencia Galega se puede situar en Vigo y Ferrol, dos ciudades con cierta tradición en el independentismo. También en Santiago, si bien en este caso, como en el de Lugo, se debe más a motivos circunstanciales: la inmensa mayoría de los militantes y simpatizantes de estos grupos cuentan con estudios superiores y acabaron en esas ciudades por ese motivo.
Sin embargo, hasta han cedido protagonismo en esos ámbitos. Si bien mantienen cierta presencia en los campus, ésta no es ya la que tuvieron hace años, cuando incluso tuvieron acceso a los claustros a través de algunas organizaciones estudiantiles.
Esta fue otra estrategia fallida más del grupo. A imagen del espejo en el que siempre se quisieron mirar, el independentismo vasco, intentaron labores de captación en los ámbitos universitarios e incluso en los institutos. Esta actividad también se detectó en su momento en Lugo, pero los resultados fueron muy pobres.
Sin apoyo social
Su gran error, a juicio de los expertos antiterroristas, fue no asumir que la base social que sustentaba las redes de apoyo a Eta en el País Vasco no existía en Galicia. Primero, porque la simpatía ideológica por el independentismo radical -e incluso por el moderado- siempre fue muy limitada. Y, segundo, porque por la propia composición territorial y social de Galicia, las fuerzas del orden nunca han sido vistas aquí con desconfianza ni señaladas como el enemigo por la población. Muy al contrario, los agentes que llevan tiempo en esta lucha pueden relatar operaciones que fueron abortadas de raíz debido a avisos de ciudadanos que vieron movimientos extraños en sus vecindarios y, ante la simple desconfianza, avisaron a las fuerzas del orden.
Con este punto de partida, y todo lo aprendido durante la durísima guerra contra Eta, a la Policía Nacional y, especialmente, a la Guardia Civil no le fue difícil infiltrar y controlar de tal modo este movimiento que ahora no supone un riesgo extraordinario, más allá de los daños de evidente importancia que se puedan causar con algún artefacto explosivo o la acción de algún activista que quiera ir más allá de sus propias posibilidades.
La Policía llegó a Lugo a tiro fijo
El nivel de conocimiento de la organización de Resistencia Galega por parte de las fuerzas del orden es tal que los agentes de la Policía Nacional que llevaron a cabo las detenciones de Antom Santos y María Osorio sabían que venían a tiro fijo. Sus informaciones coincidían además con las recogidas por la Guardia Civil, que tenía identificados a ambos desde hacía bastante tiempo. Entre las aficiones que compartían, además de su militancia, estaba el atletismo y ambos estudiaban en la Escuela de Idiomas.
LA CLAVE DEL DINERO
Las subvenciones financian la mayor parte de sus actividades
Pese a carecer de un estructura sólida, Resistencia Galega necesita financiarse. El problema es que no existe una base social ni de simpatizantes amplia de la que echar mano, y mucho menos cosas como el impuesto revolucionario de Eta al empresariado vasco. La ventaja es que necesitan muy poco y son expertos en subsistencia.
Ante esta situación, los independentistas radicales gallegos se han convertido en auténticos profesionales de la subvención, con lo que se puede decir que financian sus actividades terroristas con dinero público.
Lo que hacen es aprovechar su implicación en asociaciones y grupos cercanos ideológicamente al independentismo, aunque no identificados con el radicalismo. El ejemplo perfecto vuelven a ser los dos detenidos en Lugo, que pertenecían a la asociación Madia Leva, pese a que ésta no tenía nada que ver con sus actividades ilícitas.
En todas las ciudades gallegas, estos grupos suelen estar muy ligados a la actividades culturales y formativas. Sus propias necesidades hacen que estén muy pendientes de las subvenciones que otorgan las distintas administraciones para estas actividades. Si se publica una revista en gallego, por ejemplo, piden una ayuda al departamento gallego de Normalización Lingüística; si se organiza un ciclo de conferencias, a la concejalía de cultura de turno; si se ofrecen unos cursos formativos, al departamento correspondiente de la Xunta.
Son ayudas oficiales de escasa cuantía, pero de las que este grupo sabe sacar el máximo. El presupuesto se completa con otras actividades, como la venta de camisetas o incluso las aportaciones personales de simpatizantes.
Los expertos consideran que no tienen otras fuentes económicas de entidad. Pero sí que les extrañó que alguno de los detenidos en la última operación portara cantidades de dinero ciertamente importantes para lo que suelen manejar. A cambio, tienen pocas necesidades. No es raro que vivan de bocadillos y menús baratos, y la intendencia necesaria para afrontar sus atentados no es cara: ollas a presión, gasolina, tornillería y poco más.
Sin embargo, puede hacerse mucho daño con eso. De hecho, fueron una sucesión de atentados contra sedes políticas, sindicales y del Inem que tuvo lugar hace poco más de año y medio los que hizo cambiar el paso a los responsables políticos y judiciales y empezar a atender a las indicaciones de la fuerzas de seguridad, que llevaban tiempo advirtiendo de que este fenómeno debía ser tratado como algo más que simple gamberrismo.
Fue en ese momento cuando comenzaron en serio las reuniones de coordinación con los altos mandos políticos y policiales de la comunidad.
El otro cambio cualitativo fue que se hizo cargo de todo directamente la Audiencia Nacional, a través de su Fiscalía antiterrorista. Ahí están los resultados.
INVESTIGACIÓN. Cerca de los autores del atentado en Vilalba
Los miembros de los servicios de información de las fuerzas de seguridad en Lugo están convencidos de haber identificado a los autores del atentado con explosivo contra la casa natal de Manuel Fraga, que tuvo lugar a finales de octubre en Vilalba. Según las fuentes consultadas por este diario, los supuestos autores están controlados y «cerca». Su detención solo está pendiente de conseguir la prueba definitiva que permita su encarcelación.
http://elprogreso.galiciae.com/nova/137393.html