http://ccaa.elpais.com/ccaa/2014/08/10/ ... 12539.html
Tres policías municipales de Getafe (172.500 habitantes) se enfrentan a una posible condena de hasta 15 años de prisión. El fiscal del caso les considera autores de dos delitos de homicidio, uno consumado y otro en grado de tentativa, tras terminar la instrucción del caso. Los agentes dispararon más de 15 proyectiles contra los dos ocupantes de un vehículo supuestamente robado, tras mantener una persecución de 14 kilómetros entre esa localidad y la calle de Vara del Rey, en el distrito madrileño de Arganzuela.
El escrito de calificación del fiscal hace un conciso relato de lo que ocurrió la mañana del 21 de noviembre de 2011, cuando se produjo la muerte de David Prieto Fandiño, de 28 años, y resultó herido grave el conductor del vehículo, Roberto García Castillo, de 30 años.
A las 11.00 de ese día se recibió en la emisora central de la Policía Local de Getafe una llamada procedente del agente con carné profesional XXXXX-XXX, que estaba fuera de servicio. Según su relato había observado como dos individuos introducían a la fuerza a una tercera persona en la parte trasera de un turismo Citroën C-3 blanco con matrícula 3950 FWD. Los policías pasaron el aviso por la emisora y al lugar acudieron tres coches patrulla, entre cuyos componentes estaban los tres procesados: Daniel C. U. e Ismael G. M. G., ambos de 38 años e integrantes del indicativo policial S-12; y Antonio Miguel G. M., de 33 años y agente de la patrulla T-5.
Se inició en ese momento una persecución en la que el agente que estaba fuera de servicio les iba comunicando por dónde circulaba el Citroën C-3. Este constaba como sustraído, según una denuncia interpuesta por su propietario en la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía del distrito de Usera cinco días antes de los hechos, el 16 de noviembre, según recoge el escrito del fiscal.
Los coches salieron en dirección a Madrid, tras abandonar el término municipal de Getafe. Fuentes del Ayuntamiento de esa localidad aseguran que pasaron un aviso al Cuerpo Nacional de Policía para que salieran otros vehículos patrulla para interceptar a los fugados. La persecución transcurrió a lo largo de 14 kilómetros. Los policías municipales localizaron el Citroën C-3 en la calle de Canarias, en el distrito de Arganzuela. Uno de los indicativos se colocó en la parte izquierda del vehículo con la intención de cerrarle el paso. A continuación llegaron los otros coches patrulla. Los agentes ordenaron a los ocupantes del vehículo supuestamente robado que pararan y que se bajaran del coche, según el relato del ministerio público.
El conductor, Roberto García Castilla, hizo caso omiso de las indicaciones de los agentes y dio marcha atrás, momento en el que golpeó ligeramente al coche patrulla con matrícula 3220 GZZ. Un vídeo grabado por una cámara de seguridad de una comunidad de vecinos y difundido por EL PAÍS recoge al detalle este momento y parte del tiroteo.
Roberto García reinició la marcha hacia adelante por la calle de Vara del Rey en sentido opuesto al de la circulación. En ese instante llegó a la zona el indicativo S-12. El agente Ismael G. M. G. observó como el copiloto del Citroën C-3, David Prieto Fandiño, giraba el cuerpo hacia la izquierda. Gritó entonces “arma de fuego” y efectuó varios disparos con su arma reglamentaria, una pistola semiautomática HK. De igual manera procedió su compañero Óscar Daniel C. U., que tiroteó en varias ocasiones al coche huido. “Gritó en los mismos términos al ver el movimiento realizado por el copiloto”, afirma el fiscal.
Antonio Miguel G. M. también utilizó su pistola contra los fugados. “Asumieron que podían acabar con la vida de los ocupantes del vehículo, cuando el mismo, conducido por Roberto García Castillo, ya había logrado superar el cerco policial y emprendía la huida”, censura el fiscal, que recuerda además que “no existían datos sobre la existencia de arma alguna en el vehículo de los perjudicados” y que no habían comprobado que hubiera una tercera persona en el asiento trasero. Eso sí, en caso de haberla podría haber muerto dada la cantidad de disparos que efectuaron los agentes contra el coche, que quedó destrozado.
Uno de los disparos efectuados por Antonio Miguel G. M. impactó en la región cervico-occipital de David Prieto Fandiño, que murió al día siguiente en la unidad de cuidados intensivos (UCI) del Hospital Doce de Octubre. Así lo atestiguaron los especialistas de Policía Científica. En el tiroteo también resultó herido Roberto García Castillo, al que una bala destruyó parcialmente el pabellón auricular derecho. El Citroën C-3 recibió siete disparos en la parte trasera, tres en el paragolpe, uno en el techo y otro en la luna trasera. Otros tres impactaron por la parte delantera. Como consecuencia de ello, el vehículo resultó siniestro total. Su valor entonces era de 4.890 euros.
El fiscal pide un total de 15 años de prisión para los tres encausados: 10 por el homicidio consumado y cinco por uno en tentativa, sin que concurran atenuantes ni agravantes. Además de la inhabilitación absoluta para ejercer cargo público. La responsabilidad civil la fija en 103.000 euros para la madre de David Prieto, María José Fandiño, y 10.580 euros para Roberto García Castillo. El Ayuntamiento de Getafe puede ser declarado responsable civil subsidiario.