Equinocio escribió:Tengo una anécdota, pero no, gracias a Dios nunca he corrido peligro con arma blanca, bueno sí, los cortes que me hago con ellos en la cocina. Hace unas noches soñé que veía a un sobrino mío en una rotonda y que yo pasaba con el coche y nos saludábamos entre gestos. De pronto, conforme voy girando veo que a su izquierda avanzaba un hombre con un pedazo de cuchillo, imagínese, uno cocinero y yo todo mi afán era llamar a la policía para que le pudiera ayudar. Me desperté, dije c***, podría haberle avisado yo a mi sobrino del tipo e intentar evitarlo y acto seguido llamar a la policía. Mejor no verse nunca en una situación como ésta. ¿No es cierto? Si alguna vez tengo la desgracia de que me suceda, me gustaría tener la oportunidad como todo el mundo de salir airosa con o sin ayuda. Que alguien me puede ayudar, fabuloso, precioso, pero si no tendré yo también que jugarme las cartas, me gustaría; luego habría que ver del dicho al hecho.
Desisto , no hay mas sordo que aquel que no quiere oír