Imagino que algunos de los radicales violentos que ya campan a sus anchas por nuestro país estaban plenamente identificados antes de llegar, por lo que me surge una duda... ¿Por qué no se les aplica el supuesto de la prohibición de entrada contemplada en la ley de extranjería por razón de orden público?
Es una duda extensible a otros partidos, como el del Legia de Varsovia en Madrid de hace dos años.