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Como viene siendo habitual y ya estamos acostumbrados, los musulmanes que están llegando a las fronteras croatas y húngaras están liándola parda en aquella zona como suelen hacerlo en las calles de Paris, Amsterdam o Londres en cuanto tienen ocasión por sentirse ofendidos por cualquiera de las gilipolleces por las que se ofende el islam. Y están lanzando (otra vez) muchas y variadas amenazas veladas contra los países que los vamos a acoger. La verdad es que algunas tradiciones nunca cambian, verdad?
Una vez más vemos como el islam explota (perdón por la licencia literaria) y nos vuelve a demostrar porque la religión de paz es tan bienvenida en Europa como un asteroide asesino. Una vez más, tenemos la ocasión de ver a miles de cenutrios islámicos quitarle tiempo a sus palizas diarias a sus esposas para mostrarnos lo sensibles que pueden ser cuando se trata de de sus “derechos humanos”. Y como lo hacen? Bueno, el método es el ya conocido de romper, quemar, violar y cercenar, nada nuevo en la pantalla (de momento); y todo ello alimentado por los líderes y clérigos ignorantes cuyo nivel moral es incluso inferior que el analfabetismo de sus fieles.
Una vez más nosotros, el mundo civilizado, somos obligados por nuestros líderes de mierda a censurarnos a nosotros mismos y demostrar que respetamos una religión que viola los derechos humanos de la mitad de la población de este planeta (y esto siendo generoso), y que se evidencia una vez más como una ideología totalmente indistinguible del nazismo. Sería divertido sino fuera tan obsceno…… o debería ser al revés?
Adjetivar a todas las revueltas islámicas en Europa (o rabietas) como algo infantil o tontorrón, es darles una dignidad que no se merecen, y solo pueden ser descritas como islámicas.
A ver si nos aclaramos: ¿Debemos mostrar tolerancia y respeto por una religión que desconoce el significado de ambas palabras?, una ideología que hace lo imposible todos los días para demostrar que desprecia esas dos palabras?, se supone que debemos pulir y eliminar nuestros valores para acomodar entre nosotros una religión que no se adapta a nadie ni a nada? Seguid soñando, musulmanes! Eso no pasará nunca.
Con el islam todo se convierte en una carretera de una sola dirección, y esto lo hemos aprendido a las malas. No nos podemos permitir mostrar más tolerancia y más respeto. Se nos ha terminado el remanente de eso hace tiempo. Y estamos hasta los ******** de las quejas prefabricadas del islam. Se ha convertido en algo tan tedioso que cuando escuchamos o vemos a algún mandril musulmán o a alguno de los pervertidos clérigos islámicos diciéndonos lo ofendidos que se siente, ya ni siquiera nos reímos de ellos. Ni siquiera cuando ese engendro travestido como presidente de Turquía demanda jocosamente que el término de mentira “islamofobia” sea convertido en crimen contra la humanidad, cuando dada la evidencia, sería mucho más sensato denunciar al islam como crimen contra la humanidad. Y además, Turquía es hipócritamente culpable de unos de los peores crímenes contra la humanidad nunca cometidos, el genocidio armenio, el cual ni siquiera tienes el coraje de admitir.
Cuando los musulmanes comiencen a mostrar cierto nivel de cabreo ante cosas que son realmente ofensivas, como las miles de mujeres y niñas que son asesinadas, violadas y mutiladas en los países del entorno islámico, entonces es posible que podamos tomarnoslos más en serio. Mientras tanto, no hay nada que merezca menos respeto y tolerancia que las quejas de los musulmanes. Incluso hay algo profundamente cómico. Es una manifestación de emociones tan ridícula y jocosa, tan poco consciente del hazmerreir que son, que raya en lo paranoico, y la verdad es que no la queremos cerca de nosotros.
Hubo un tiempo en el que al islam se le concedió el beneficio de la duda. Hoy en día pensamos que es veneno puro y deseamos no haber oído jamás hablar de él. Porque muchos años de quejas sin sentido y violencia gratuita nos han demostrado la verdadera cara de esta jodida religión y podemos decir alto y claro que no nos gusta, no confiamos en ella y nunca vamos a respetarla. Y nos importa un carajo los sentimientos de los musulmanes al respecto.
Todo es un insulto en esta religión, todo causa ofensa. Bueno a nadie le importa una leche, amigos. Nos tenéis hasta la coronilla, habéis matado a la gallina de los huevos de oro, por lo cual si estás leyendo esto y eres musulmán, puedes poner el horno a 220 grados, esperar media hora y meter tu cabeza (sin el turbante para mejorar los efectos) en el p*** horno. Nos da lo mismo. Y si piensas que aumentando el nivel de violencia, los occidentales vamos a acojonarnos, lo llevas claro. Eso no va a pasar, incluso aunque los mierdas de los políticos lo permitan, la gente normal no lo consentirá. Continuaremos gritando a los cuatro vientos nuestras opiniones abierta y libremente porque es algo que llevamos en nuestros genes y no se nos puede arrancar. Y no le vamos a hacer al islam una sola concesión, porque el islam no nos da nada.
Es una religión que se ha instalado en la demanda permanente: Dame, dame, dame….. es todo lo que escuchamos. Dame respeto aunque no me lo haya ganado, dame tratamiento especial o me haré el ofendido y tú serás un racista. Muy bien, vale, pues estamos enfermos y cansados del islam y estamos hasta las pelotas de conflictos innecesarios e intimidación, que es lo único que despliega esa maldita religión.
Constantemente los musulmanes repiten el mantra de que debemos considerar cuan importante es para ellos su profeta, y que debemos entender su amor por él. Muy bien, recibido, lo entendemos y lo sabemos Y NOS IMPORTA UN CARAJO VUESTRO PROFETA Y VOSOTROS.
Nos importa un carajo ahora y lo seguirá haciendo en el futuro. Acostumbraros a eso. No nos importan vuestros sentimientos, los nuestros son muchísimo más importantes ,y nos dicen que estamos más que hartos de vuestra p*** religión, así que podéis meterla donde nunca da el sol, y no hay cantidad de violencia suficiente para cambiar este hecho. Cuanto más gritéis y la liéis, menos vamos a escucharos. Solamente servirá para fortalecer nuestra determinación a no se apabullados y abusados por gente cuyos valores no respetamos porque no nos habéis dado razón alguna para respetarlos, mayormente porque sois incapaces de haceros respetar.
Para resumir, no toleraremos que nos digáis lo que decir o hacer, ni tú ni mil como tú, nunca jamás. Se me recibe alto y claro, musulmán?
No importa cuántas banderas de mi país quemes, me da lo mismo. No importa cuántas embajadas occidentales arrases, convencete de que no tienes nada que hacer y que no nos vas a conquistar, ni ahora ni nunca. No te gusta lo tolerante que soy, musulmán??