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El juez conservador que destapó el chivatazo a ETA
El magistrado Fernando Grande-Marlaska, nuevo ministro del Interior.
Con fama de meticuloso, el juez Fernando Grande-Marlaska (Bilbao, 1962) ha dejado huella allí por donde ha pasado. Llegó a la Audiencia Nacional en abril de 2004 y terminó engrosando la lista de jueces estrella. Coincidiendo con el Gobierno de Zapatero, y mientras sustituía a su compañero Baltasar Garzón en el Juzgado Central de Instrucción 5, abrió la investigación del caso Faisán por el chivatazo a ETA que terminó con la condena a dos policías. Al frente de otro juzgado archivó las diligencias por la fraudulenta identificación de 30 de los 62 militares que murieron en el accidente del Yak-42, lo que le reportó un aluvión de críticas.
También tuvo actuaciones sonadas cuando ocupó la presidencia de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional. En noviembre de 2013 empleó su voto de calidad para excarcelar a nueve etarras sin esperar al criterio del Tribunal Supremo sobre la aplicación de la doctrina Parot tras la sentencia del Tribunal de Estrasburgo que derogaba esta. Tiempo después admitiría que aquello le supuso un desgarro emocional. Elegido miembro del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) a propuesta del PP aquel mismo año, en enero de 2017 pasó a formar parte de su comisión permanente, el núcleo duro del órgano de gobierno de los jueces.
Poco amigo de entrevistas, en junio de 2006 concedió una EL PAÍS en la que hizo pública su homosexualidad. Desde entonces ha sido un destacado activista por los derechos del colectivo LGTBI. Diez años después publicaba un libro autobiográfico en el que detallaba el impacto que supuso en su familia su condición sexual. En 2005, tras aprobarse el matrimonio homosexual, se casó con su pareja, Gorka Gómez.
https://politica.elpais.com/politica/2018/06/06/actualidad/1528304623_243558.html
Fernando Grande-Marlaska, un juez duro con Batasuna que abanderó los derechos de los homosexuales
El nuevo ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, era hasta ahora vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Pero donde labró la fama que le dio a conocer a la sociedad fue en la Audiencia Nacional. En particular, cuando sustituyó a Baltasar Garzón en el juzgado que investigaba a Batasuna. Grande-Marlaska adoptó una postura muy dura con el brazo político de ETA y reactivó una causa que estaba muerta. Sin embargo, el magistrado no aguantó ese ritmo cuando ETA anunció un alto el fuego y la Fiscalía cambió el rumbo. En esas circunstancias, el juez corrigió su idea inicial de encarcelar a Arnaldo Otegi y rectificó las prisiones que ya había dictado para sus subalternos, que quedaron libres con fianza.
La otra investigación clave en su carrera también estuvo ligada al proceso de paz. Fue Grande-Marlaska el que en 2006 abrió la causa para descubrir a los autores del soplo a la banda terrorista en el bar Faisán de Irún. Años después resultaron condenados dos policías, entre ellos el entonces jefe superior del País Vasco.
Al margen de su tarea jurisdiccional, Marlaska ganó reconocimiento general al hacer pública su homosexualidad. En 2005, tras aprobarse el matrimonio homosexual, se casó con su pareja, Gorka y desde entonces ha respaldado públicamente los derechos de los homosexuales.
http://www.elmundo.es/espana/2018/06/06/5b18139c268e3e41278b45bc.html