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La Udyco desbarata en varios hoteles de Madrid una UTE de narcos que ultimaba un gran alijo de Ecuador
Madrid
22/01/2024 a las 04:00h.
Ismael García Navarro era presuntamente uno de los capos del hachís en la costa levantina, donde es muy conocido a sus 40 años en la playa de San Juan de Alicante, en la que mantenía una impresionante mansión. Era uno de los objetivos principales de la Guardia Civil y de la Policía Nacional en la zona. Pero el negocio se le había quedado pequeño y llevaba tiempo queriendo dar el salto a la cocaína, si bien carecía de la infraestructura necesaria. No tuvo más remedio que acudir a expertos conseguidores gallegos, de esos de colmillo afilado que incluso han trabajado con clanes como el de los Charlines. Esta es la historia de una ambición que acabó con los miembros de esta UTE del narco entre rejas, tras una gran investigación y detenciones en distintos hoteles y pisos turísticos de Madrid, durante un pase de 70 kilos de polvo blanco. Con la Udyco Central han trabajado la de Pontevedra, la de Málaga y el Grupo de Estupefacientes de la comisaría local de Mahón.
La operación Peregrina arrancó en esa ciudad de Menorca, donde el juez de Instrucción número 1 investigaba a un gallego de Pontevedra, Rubén García, de 39 años, afincado en la isla balear. Era un distribuidor de cocaína a media escala. Este individuo estaba en contacto con otro narco de Vigo, Miguel Ángel Fernández Rodríguez, de 55. En esa primera fase de las pesquisas, se conoce que ambos están preparando la entrada de mercancía por el aeropuerto de Barajas.
La Udyco Central supo que venían frecuentemente a Madrid, donde mantenían reuniones en el hotel Eurostars Suites Mirasierra. Unos encuentros que eran seguidos con cautela por los agentes. Y ahí es cuando apareció en escena Ismael, apodado el Linterna. Había recurrido a Rubén y Miguel Ángel porque eran ellos los que tenían los contactos y la logística. Son, en definitiva, unos conseguidores en toda regla.
Se produjeron al menos seis reuniones en el establecimiento madrileño, y luego cada uno volvía a Mahón y a Galicia. Ismael también viajaba frecuentemente a la Costa del Sol, para encontrarse con árabes que le suministraban el hachís, precisan fuentes del caso.
Cuando acudían a la capital de España, en noviembre, se tiraban semanas en la ciudad. El Linterna estuvo también en alguna ocasión en un piso turístico de la zona de la Ventilla, junto a la plaza de Castilla. Ismael, sobre el papel, es titular de tres empresas e incluso juega al fútbol en un equipo local. Pero se trata de tapaderas y para nada justifican su altísimo nivel de vida. En cuanto a los gallegos, se llevaban una comisión del 20%, en este caso en mercancía (en otros es en dinero), porque de esa manera podrían revender su parte de la coca ya cortada en Baleares, sacando más tajada económica.
Las vigilancias policiales sobre ellos no cesaban, tampoco los pinchazos telefónicos, siempre bajo el permiso del juez de Mahón. Finalmente, concertaron otra cita en Madrid, a la que acudió todo el grupo, para realizar el primer pase de la droga. Se alojaron en dos hoteles, en el Eurostars ya mencionado y en el Compostela Suites, situado al lado del centro comercial Plenilunio.
En los alrededores, la Udyco Central estaba avizor aquel 14 de diciembre. Vieron cómo entraba un tipo con dos maletas en el apartamento. Estaban allí Rubén y otros dos de Alicante: un argentino extremadamente violento, Luis Alberto Cufre Simarro, de 67 años, que acudió en un BMW X5 rojo; el otro era Carlos Samuel Verdú Perez, de Las Palmas, aunque nació en Alicante, de 35.
Fueron detenidos cuando llegó la mercancía. Llevaba, además, dos pistolas y un revólver en el coche; un dispositivo de geolocalización; arsenal de munición; un silenciador; dos equipos de intercomunicadores; una táser... Las armas de fuego estaban cargadas, una de ellas con 30 cartuchos pero manipulada para disparar a ráfagas, como un subfusil. No se andaban con tonterías.
En un local de Arturo Soria
Además, el argentino tenía una reclamación por un grupo de la Guardia Civil de Alicante: el 18 de julio participó en el atraco a una nave con otros dos, que sí fueron detenidos. El juzgado de Instrucción número 3 de Orihuela tenía una reclamación contra él. Un asalto en el que las armas utilizadas son las mismas que portaban el 14 de diciembre. En cuanto a los 70 kilos de cocaína incautados, venían del aeropuerto José Joaquín de Olmedo, Guayaquil (Ecuador), donde tenían a gente a sueldo.
Los gallegos eran los conseguidores y se iban a llevar un 20% del alijo para revender la cocaína ya cortada y sacar más dinero
Aparte de a estos tres tipos, fueron detenidos cuatro más que estaban en el hotel de Mirasierra, donde había 140.000 euros. Sin embargo, en ese momento, el Linterna se había quitado de en medio. Estaba en un Rodilla en Arturo Soria, donde se había citado con unos colombianos para venderles la mercancía que iba a recibir. Parte de la droga se iba a quedar en Madrid. Otro presunto implicado es Jonathan Bajera Rodríguez, que se hospedaba en un piso turístico de Vallecas. Tenía placas de un Golf robado en Las Palmas, que iba a colocar en un coche igual que había alquilado, por si le captaban las cámaras de tráfico.
De los diez detenidos, solo uno se ha zafado de la cárcel (Óscar Puga, arrestado en Alicante). Tras pasar por los juzgados de guardia de Plaza de Castilla, el instructor de Mahón se ha inhibido en la Audiencia Nacional, a la espera de que acepte su competencia.
https://www.abc.es/espana/madrid/linter ... 01-nt.html