Acceso al cuerpo de policía autonómica del País Vasco |
nola2hurtu.eus |
El agente facilitaba información al cabecilla sobre los posibles seguimientos que pudieran afectarle.
JORGE MUÑOZ | ACTUALIZADO 21.09.2015 - 09:23
La Audiencia de Sevilla ha condenado a dos años de prisión y al pago de una multa de 1.036.500 euros a un policía local de Sevilla como colaborador de una banda de narcotraficantes a la que fueron decomisados 1.500 kilos de hachís en una operación desarrollada en septiembre de 2009. Junto al agente han sido condenados cinco miembros de la organización desmantelada a penas de entre dos y tres años de cárcel y a multas que superan los dos millones de euros.
El tribunal señala que la multa del millón de euros a la que ha sido condenado el agente puede ser sustituida por "dos meses" de privación de libertad en caso de impago. El agente pasó varios meses en prisión provisional por estos hechos.
La sentencia de la Sección Primera de la Audiencia Provincial se ha dictado después de que los seis acusados llegaran a un acuerdo con la Fiscalía, que modificó sus conclusiones provisionales aplicando la circunstancia atenuante de dilaciones indebidas a todos los acusados y, además, en el caso de otros tres, la atenuante de drogadicción.
Los acusados mostraron su conformidad con la rebaja de la condena acordada con el fiscal y así el policía local, que en su día pertenecía a la unidad de motoristas, aceptó una condena de un año y medio de prisión como "cómplice" de un delito contra la salud pública y otros seis meses por un delito de tenencia ilícita.
La sentencia señala que el cabecilla de la organización, que ha venido desarrollando una "incesante actividad relacionada con el tráfico de sustancias estupefacientes", mantenía "continuos contactos" con el policía local ahora también condenado, del que, entre otras cuestiones, "recababa información relativa a las matrículas de los vehículos policiales camuflados que le pudieran estar siguiendo". Además, el tribunal pone de manifiesto que en las conversaciones telefónicas grabadas a este agente "se hacían referencias a otros hechos presuntamente ilícitos, pero que son objetos de otras diligencias judiciales".
Los hechos que permitieron la desarticulación de la organización y la detención, en principio, de 11 personas, se remontan al 16 de septiembre de 2009, cuando varios vehículos se dirigieron "en caravana" desde la localidad gaditana de Los Barrios hasta la provincia de Sevilla, en concreto, a la localidad de La Rinconada, lo que motivó una importante operación que permitió la incautación de los 1.500 kilos de hachís, entre otros efectos. Dicen los magistrados que el valor de la sustancia intervenida en uno de los vehículos podría haber alcanzado en el mercado ilícito un valor de entre 621.000 y más de dos millones, mientras que el valor de la droga aprehendida en el domicilio del cabecilla de la organización podría haber alcanzado entre 1,4 y más de 5 millones.
El policía local ha sido condenado además por un delito de tenencia ilícita de armas, en relación con las dos pistolas que le fueron intervenidas, una de las cuales guardaba en el vehículo que utilizaba habitualmente y que tenía la leyenda "Baikal made in Russia". A este arma le faltaba la aguja percutora y la aleta de seguro, pero según relata el fallo las mismas "son fáciles de ocultar, desmontar y de colocar en poco tiempo (de 10 a 15 segundos)". Junto a esta pistola fue hallado un tubo silenciador dotado de una rosca para ser adaptado a la misma.
La segunda pistola intervenida, una Walther P-99, fue hallada en su taquilla de la jefatura de la Policía Local, junto a un cargador. Esta pistola había sido sometida a un proceso de inutilización administrativa para, posteriormente serle devuelta su capacidad de disparo. En el momento de la intervención el cañón estaba reventado y presentaba una fisura, como consecuencia de haberse disparado un proyectil tras la inutilización administrativa, por lo que no era operativa. No obstante, si se le hubiese colocado un nuevo cañón recobraría su "correcto funcionamiento mecánico y operativo", precisa la resolución de la Audiencia.
La sentencia señala que dos de los narcotraficantes condenados obtuvieron "cuantiosos rendimientos" fruto de la ilícita actividad que venían desarrollando, si bien una de estas personas no llegó a ser juzgada porque falleció antes del juicio. En la casa de esta persona fue hallado un zulo que contenía un "alto número de joyas y 50 billetes de 500 euros".
La Audiencia ha estimado la circunstancia atenuante de dilaciones indebidas porque entiende que la causa judicial estuvo paralizada desde abril de 2013 hasta el 31 de julio de 2014 "por causas no imputables a los acusados", todo ello después de que la juez que había estado instruyendo el sumario falleciera. Dada la conformidad de los acusados, la sentencia de la Audiencia es ya firme por completo.